Por primera vez, los municipios de Chañaral, Caldera, Copiapó, Huasco y Freirina se reunieron junto a servicios como Sernapesca y Subpesca en el marco del programa Caletas Sustentables, impulsado por Fundación Chile con el apoyo de BHP Foundation Chile, para fortalecer el trabajo conjunto por el desarrollo sostenible del litoral regional.

La actividad, realizada en Huasco, dio inicio a una serie de talleres, mentorías y clases magistrales que, a lo largo del próximo año, capacitarán a funcionarios municipales para actuar como agentes propositivos en sus territorios. “Estamos muy contentas de haber iniciado hoy el trabajo con el gobierno local de la Región de Atacama. Para nosotros es clave acercar las entidades territoriales que regulan la pesca artesanal y los municipios, generando una comunicación efectiva que permita avanzar hacia un desarrollo costero más sostenible”, explicó Nicole Maturana Ramírez, jefa de proyecto del programa.

La Región de Atacama presenta una diversidad productiva única. A la pesca pelágica de especies como jurel y anchoveta, se suman recursos bentónicos como loco, erizo y algas, además de experiencias en acuicultura de pequeña escala. “Todo lo anterior cumple un rol fundamental en el desarrollo biológico, económico y ambiental de la región, reflejando su complejidad y potencial estratégico para el país”, explicó Maturana, agregando que “se vuelve imprescindible contar con un modelo robusto que impulse el óptimo desarrollo de la pesca y la acuicultura en la región”.

En este contexto, Caletas Sustentables busca poner a los municipios en el centro de la gobernanza local del borde costero. “El programa ha reconocido que el empoderamiento de los municipios, como actores locales clave y cercanos a la ciudadanía, es fundamental para avanzar en las dimensiones ambiental, social, económica y cultural del desarrollo territorial”, agregó.

Del mismo modo, Guillermo Rivera Sánchez, director regional de Sernapesca Atacama, celebró la instancia, indicando que el programa “tiene una gran importancia para nosotros porque es una manera de acercar la gestión pública a los gobiernos locales en aspectos de normativa pesquera y desarrollo productivo, especialmente con la implementación de la Ley de Caletas. Contar con capacidades instaladas a nivel local es fundamental, y valoro profundamente la vinculación que se ha logrado generar”.

Herramientas para la resiliencia

El programa contempla una transferencia sistemática de conocimiento técnico e institucional a los gobiernos locales, que incluye clases magistrales, webinarios y sesiones de inducción con expertos. Estas abarcarán temáticas como normativas pesqueras, funcionamiento de gremios artesanales y fondos públicos.

“Todo este traspaso de información es fundamental para los municipios litorales, ya que responde a una demanda constante por parte de las comunidades costeras, el cual requiere apoyo permanente para enfrentar sus desafíos de manera informada y articulada”, sostuvo Maturana.

Desafíos estructurales hacia un modelo replicable

Hoy, la pesca artesanal enfrenta múltiples amenazas, como la sobreexplotación, la pesca ilegal, falta de diversificación, brechas de género y el cambio climático. “Cerca del 50% de las principales pesquerías nacionales se encuentran en estado de sobreexplotación, lo que hace imperativo avanzar hacia una pesca más sostenible. Este cambio es clave para conservar la diversidad biológica y asegurar la continuidad de la actividad pesquera para las futuras generaciones”, aseguró la jefa del programa.

En esta línea, Fundación Chile ha impulsado una red colaborativa nacional que promueve la sostenibilidad ambiental, integrando también los aspectos económicos y sociales desde las propias organizaciones de pesca.

Además, Maturana advierte que es urgente modernizar la institucionalidad pública. “Urge avanzar hacia la implementación de sistemas digitales y tecnologías que permitan una gestión más eficiente y oportuna por parte del sector público, de modo que los trámites administrativos que debe realizar el pescador se simplifiquen, se agilicen las respuestas y se amplíe la cobertura de servicios”.

El trabajo en Atacama se extenderá durante un año (2025–2026), con un seguimiento hasta 2028, esperando que sirva de modelo para otras regiones del país. “Estamos convencidos de que este prototipo servirá como modelo replicable a lo largo del país. El empoderamiento de los municipios es clave para avanzar hacia un manejo pesquero más eficiente, participativo y sostenible”, terminó diciendo Nicole Maturana.