Los países del G20 podrían producir suficiente energía renovable para todo el mundo: ¿qué tiene que pasar?
Un nuevo estudio de Sven Teske y Saori Miyake en The Conversation, destacó que los países del G20, responsables del 87 % de las emisiones de CO2, tienen el potencial renovable necesario para abastecer la demanda eléctrica mundial al 2050.

Las economías más desarrolladas del mundo también han consumido la mayor cantidad de petróleo y carbón a lo largo de los años, lo que ha causado el mayor daño al cambio climático. Ahora bien, prevenir un mayor cambio climático implica la eliminación gradual de los combustibles fósiles a nivel mundial para 2050.
Los científicos especializados en mitigación del cambio climático Sven Teske y Saori Miyake analizaron el potencial de las energías renovables en cada uno de los países del G20. Así, concluyeron que el G20 está en condiciones de generar suficiente energía renovable para abastecer al mundo. Para que los países africanos se beneficien, deben adoptar planes y políticas de energía renovable a largo plazo y obtener financiamiento de los países del G20 para establecer sistemas de energía renovable.
¿Por qué es tan importante el G20 en los esfuerzos por limitar el calentamiento global?
El G20 representa el 67 % de la población mundial, el 85 % del producto interno bruto (PIB) mundial y el 75 % del comercio mundial. Los Estados miembros son el G7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá), además de Australia, China, India, Indonesia, República de Corea, Rusia, Turquía, Arabia Saudí, Sudáfrica, México, Brasil y Argentina.
La inquietud fue descubrir cómo los estados miembros del G20 podrían limitar el calentamiento global. El estudio examinó el potencial solar y eólico de cada uno de los países miembros del G20 (el terreno disponible y las condiciones solares y eólicas). Posteriormente, se comparó con la demanda de electricidad proyectada para 2050. Esta es, hasta donde sabemos, la primera investigación de este tipo.
Entre los hallazgos, se descubrió que el potencial de energía renovable en los países del G20 es muy alto, suficiente para abastecer la demanda eléctrica mundial proyectada para 2050. Cuentan con 33,6 millones de km2 de terreno donde podrían instalarse proyectos de energía solar, o 31,1 millones de km2 de terreno donde podrían instalarse proyectos de energía eólica.
Ahora bien, este potencial varía según la geografía. No todos los países del G20 tienen las mismas condiciones para generar energía solar y eólica, pero colectivamente, sí tienen suficiente potencial de energía renovable para satisfacer las necesidades energéticas mundiales.
Pero para que los países del G20 limiten el calentamiento global, también deben dejar de emitir gases de efecto invernadero. Cifras recientes muestran que los países del G20 fueron responsables de generar el 87 % de todas las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía que causan el calentamiento global.
Por otra parte, los países de la Unión Africana (a excepción de Sudáfrica, que es un gran emisor de gases de efecto invernadero) fueron responsables de sólo el 1,2% de las emisiones históricas totales mundiales hasta 2020.
Los países del G20 con mayor potencial de energía renovable (especialmente Australia y Canadá) son importantes exportadores de combustibles fósiles que causan el calentamiento global. Al igual que todos los demás países del mundo, las naciones del G20 deberán reducir sus emisiones de carbono de origen humano para 2050 a fin de prevenir un mayor cambio climático.
¿Qué lugar ocupa África en este panorama?
Los países africanos no pueden construir nuevas centrales eléctricas basadas en la quema de combustibles fósiles, como el carbón. Si lo hacen, el mundo nunca eliminará las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la actividad humana para 2050. El continente debe generar electricidad para los 600 millones de africanos que actualmente no la tienen, pero deberán abandonar los combustibles fósiles y optar por las energías renovables.
Para ello, África necesitará financiamiento. La Unión Africana acogerá la cumbre del G20 a finales de este año. Esta reunión comienza justo después de la conferencia anual mundial sobre el cambio climático (que celebra su 30.ª edición y se conoce como COP30). Estas dos cumbres brindarán a África la oportunidad de presionar para obtener financiación para las energías renovables de los países más ricos.
África ya cuenta con las condiciones necesarias para avanzar hacia las energías renovables. El continente podría generar una cantidad de energía solar y eólica que supere con creces su demanda eléctrica prevista de aquí a 2050.
El 19 de junio de 2025, en Bonn (Alemania), durante una conferencia de las Naciones Unidas, lanzamos un análisis adicional del potencial solar y eólico de todo el continente africano. Este análisis demuestra que solo el 3 % del potencial solar y eólico de África necesita convertirse en proyectos reales para satisfacer la futura demanda eléctrica del continente.
Esto significa que África tiene un gran potencial sin explotar para suministrar la energía necesaria para su transición hacia un continente de ingresos medios, uno de los objetivos de la Unión Africana en la Agenda 2063, su plan de 50 años.
Pero para asegurar la el suficiente financiamiento para que el continente construya sistemas de energía renovable, los países africanos necesitan políticas energéticas a largo plazo. Estas políticas actualmente no existen.
Entonces ¿qué es lo que hay que hacer?
Los países que firmaron el tratado internacional sobre el cambio climático de 2015 (el Acuerdo de París) se han comprometido a sustituir formas de energía contaminantes como el carbón, la leña y el petróleo por energías renovables.
Sudáfrica, a través de su presidencia del G20, debe alentar a las naciones del G20 a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y apoyar la inversión en energía renovable en África.
Dado que el financiamiento de la transición energética global ya es una prioridad para la mayoría de los países, Sudáfrica debería impulsar el cambio en tres frentes: financiación, regulaciones sólidas y capacidad de fabricación de tecnologías renovables. Estos son algunos de los principales obstáculos para las energías renovables, especialmente en África.
Financiamiento:
El financiamiento de la transición energética es una de las principales prioridades de la COP30. Por lo tanto, la reunión de la COP30 brindará a la Unión Africana la oportunidad de negociar la financiación para sus necesidades de infraestructura de energía renovable.
Para ello, son vitales unos presupuestos de carbono justos y equitativos. Un presupuesto de carbono establece la cantidad de dióxido de carbono que aún se puede emitir para que la temperatura global no aumente más de 2 °C con respecto a la temperatura previa a la revolución industrial de 1760.
Se ha calculado un presupuesto global de carbono (la cantidad de emisiones que se le permite a todo el mundo), pero es necesario dividirlo de manera justa para que los países que más han contaminado se vean obligados a limitarlo.
Para dividir equitativamente el presupuesto global de carbono, es urgente desarrollar vías energéticas que consideren evolución futura de la población y el crecimiento económico, sistemas actuales de suministro de energía, tiempos de transición para la descarbonización y recursos energéticos renovables locales.
La plataforma del G20 debería utilizarse para presionar a favor de presupuestos de carbono justos y equitativos .
Regulaciones sólidas que apoyen la creación de nuevas fábricas:
Los gobiernos deben implementar políticas de apoyo a las empresas africanas de energía solar y eólica. Estas son necesarias para ganarse la confianza de los inversionistas y que estos inviertan en una futura industria multimillonaria. También se necesitan regulaciones transparentes y a largo plazo.
Estas regulaciones deberían decir exactamente cómo se concederán los permisos de construcción para plantas de energía solar y eólica, priorizar la conexión de plantas de energía renovable a las redes eléctricas nacionales, y publicar especificaciones técnicas estándar para redes independientes para asegurarse de que todas sean de la misma calidad.
Tomar medidas ahora para impulsar las grandes industrias de energías renovables podría significar que los países africanos acaben con más energía de la que necesitan. Esta podría exportarse y aumentar sus ingresos financieros.
*Sven Teske: Prof. Dr. | Director de Investigación, Instituto para Futuros Sostenibles, Universidad Tecnológica de Sídney
*Saori Miyake: Consultor sénior de investigación, Universidad Tecnológica de Sídney
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