COP25: La agenda tras el megaevento que aterrizará en Chile

Los graves incendios que han afectado al Amazonas y el Congo, los principales pulmones del planeta, han puesto la alerta: la emergencia ambiental es grave y con ellos se ha evidenciado aún más la fragilidad de un ecosistema planetario donde todo está conectado. Todo sucede a pocos meses de que en Chile se realice la COP25, la cumbre de cambio climático más importante del mundo. La misma donde Chile ha sugerido expresamente que se discutan temas tan sensibles para la región, como la protección de los ecosistemas y la biodiversidad (entre ellos los bosques, el cuidado de los océanos y la Antártica), además de la importancia de la electromovilidad, las energías renovables y la economía circular. Pero las motivaciones de esta sugerencia por parte del gobierno de Chile van mucho más allá de los intereses particulares. Según Gonzalo Muñoz, Champion de la COP25 en Chile –una figura creada para asesorar a la presidencia de la COP para difundir sus mensajes de acción climática- y fundador de la empresa de reciclaje TriCiclos, todo está conectado y desde esta perspectiva está consciente de la relevancia que tiene para el mundo el cuidado de los ecosistemas. “Es importante que en este encuentro se potencien las soluciones basadas en la naturaleza pues marcarán una nueva forma de desarrollarnos y crecer económicamente”, dice Gonzalo Muñoz. Y luego agrega: “Los océanos, los bosques, los ríos los sumideros, los manglares, entre muchos otros ecosistemas, tienen un rol fundamental en ayudar a la carbono neutralidad y en la resiliencia que necesita el mundo, uno de los puntos claves que se deben resolverse en esta COP”.

En el Encuentro de las Partes se han establecido como puntos urgentes mejorar las metas de reducción de contaminantes de los países, para no seguir poniendo en riesgo el ecosistema. Gonzalo Muñoz señala que es importante entender que si bien la COP ha sido un instrumento para que las partes (los 197 países miembros) se pongan de acuerdo, hoy llegó un momento en su historia en que tiene que convertirse en una herramienta de implementación. “En 2020 se pone en marcha el Acuerdo París (firmado en 2015 en el marco de la COP21), el mismo que señaló que la temperatura del planeta no debe subir más de dos grados e idealmente no estar por encima de los 1,5 grados", recuerda Muñoz. "Pero, además, el año pasado tuvimos el reporte del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), que señaló que este medio grado de temperatura global marca mundos muy distintos, algo ampliamente respaldado por la ciencia. Hoy, no sobrepasar los 1,5 grados es el objetivo, y para ello tenemos que escuchar a la ciencia, que nos pide que logremos la carbono neutralidad del planeta como máximo de aquí a 2050”, concluye.

Respecto a los temas específicos propuestos por el gobierno de Chile, Marina Hermosilla, directora ejecutiva de CLG Chile (grupo de empresas de diversos sectores que trabajan por la acción climática), explica que en gran medida resumen el espíritu de la COP25 y, en especial, los intereses que tiene Chile, que se posiciona como referente mundial en la lucha por el cambio climático. Para discutir sobre esta temáticas y potenciar su desarrollo, ella dice que es importante resolver otro punto clave: “Este año se debe llegar a acuerdo respecto al Artículo 6, el único punto que está sin definición del Acuerdo de París y que debe implementarse a cabalidad en 2020”. El mencionado artículo se refiere a un marco de reglas que facilitaría la cooperación entre países para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, los mismos que son responsables de acelerar el cambio climático y poner en riesgo el ecosistema global. En otras palabras, es un mecanismo de “mercado de carbono” en el que los países pueden intercambiar, comprar o vender bonos de carbono y así contribuir a la ansiada carbononeutralidad. “En la medida que se llegue a un acuerdo con el Artículo 6, se permitirá que el sector privado ingrese o forme parte del Acuerdo de París. En la medida que haya un mercado de carbono entre los países y entre los privados, se reduce el costo de implementación del Acuerdo de Paris”, señala Marina Hermosilla.

Las negociaciones sobre el artículo 6 y el debate sobre qué hacer para no aumentar la temperatura del planeta en más de 1,5 grados –dicen los expertos- no restará importancia a las discusiones especificas sobre cómo potenciar el cuidado de la biodiversidad, el desarrollo de la economía circular, de las energías renovables y de la electromovilidad, pues éstas irán en paralelo. Gonzalo Muñoz, Champion de la COP25 en Chile, explica que los acuerdos y decisiones que se logren inciden directamente en el conjunto: “Por ejemplo, las energías renovables son herramientas para reducir nuestras emisiones y frenar el cambio climático y Chile tiene condiciones extraordinarias para posicionarse con altísima competitividad a nivel global, migrar de una matriz contaminante a una matriz limpia y desarrollar un modelo de crecimiento distinto al de los últimos dos siglos”. La economía circular, agrega el Champion de la COP25, también tendrá especial relevancia en la discusión, porque desacopla el crecimiento del uso de recursos naturales, "y permite operar en un entorno finito donde los materiales permanecen en su máximo valor de expresión en el mayor tiempo posible. Eso implica, entre otras cosas, que la energía que se produce no genera gases de efecto invernadero”. La directora ejecutiva de CLG Chile, Marina Hermosilla, destaca el rol que en la discusión tendrá la electromobilidad en esta cumbre pues “Chile adquirió el compromiso de que su transporte público sea 100 por ciento eléctrico de aquí a 2040, un gran paso que va a determinar cómo todos nos movemos. Esto tendrá relación en cómo vamos a descontaminar nuestras ciudades, el lugar donde la mayoría de nosotros vivimos”.