Common people: Pulp y el brit pop de barrio

Common-People
Jarvis Cocker.

La canción que impulsó el éxito de Pulp en 1995, tuvo su inspiración en una joven de clase acomodada que comentó a Jarvis Cocker sus ganas de vivir "como la gente común". Hoy, en medio de la crisis social chilena, ha reaparecido en afiches que hacen alusión a su origen.


Era una cancioncilla tan simple que a Jarvis Cocker le daba vergüenza. Pero allí estaba, frente a sus compañeros de banda mostrándoles una progresión de acordes que había compuesto la tarde anterior. Había vendido algunos discos y con el dinero compró un teclado Casio de segunda mano. Regresó de inmediato a su departamento. Un pequeño y sucio palacete para un chico con un título de licenciado en cine, en un barrio que a veces se volvía una incertidumbre en la larga noche del desempleo.

"Steve [Mackey, bajista] se echó a reír y dijo: 'Suena como 'Fanfare for the common man' -se refería a la versión de Emerson, Lake & Palmer-. Siempre pensé que la palabra 'común' era algo interesante -contó el músico a Uncut-. En 'Fanfare for the common man' se usaba como esta idea del noble salvaje, mientras que en Sheffield era un verdadero insulto llamar a alguien común".

Entonces, Jarvis recordó a una persona. Alguien que más que nadie en el mundo aspiraba a ser común.

Eran los días en que las políticas de Margaret Thatcher reducían el estado de bienestar a un resoplido. Parecía que la profecía del No future, anunciada en la palabra estridente de los Sex Pistols se hacía realidad. Por entonces, un joven Jarvis Cocker estudiaba en el St. Martins College of Art. Allí tenía una compañera de familia adinerada con un particular anhelo.

"Una chica griega me dijo que quería mudarse a Hackney -entonces un barrio marginal de Londres- y vivir como la gente común. Le dije que eso no podía pasar porque ella podía vivir en esas circunstancias, pero estaría actuando un papel porque sabría que siempre podía escapar", cuenta el artista en el documental Live forever: the rise and fall of brit pop.

Rápido como un chasquido de dedos, Cocker plasmó esa historia -y su respuesta- en el texto de la canción. "Rent a flat above a shop/ cut your hair and get a job/ smoke some fags and play some pool/ pretend you never went to school".

"La cultura de la working class a menudo se veía como algo vulgar -explica- y quizás la gente caía en la cuenta del hecho de que era un poco más viva que la cultura de ceja alta, así que estaban desesperados por decir que habían estado en un lugar así. 'Oh, fui a un café genial que era muy auténtico. Los cubiertos estaban tan sucios'".

Sing along with the common people

Una vez que Cocker presentó el tema al resto del grupo, la trabajaron muy rápido. "Fue escrita alrededor de junio del 94 y la primera vez que la tocamos me quedó claro que era una canción importante", detalla.

En esas jornadas, Pulp aceleraba el tranco para terminar el material que iría a parar a su siguiente disco, Different class. Pero no fue fácil. "Tuvimos problemas para escribir el resto del álbum -recuerda Jarvis-. Si piensas, 'Oh ¡Dios, mi sustento depende de esta secuencia de acordes!', puede salir un poco forzado. Al final, forzamos a Island a lanzar 'Common people' como un sencillo antes de que el resto del álbum estuviera terminado".

Pero una vez que salió a las radios, el tema se empinó hasta el número 2 del ránking. Por primera vez, el grupo disfrutó del éxito masivo. Si bien su disco His 'N' hers les había instalado en el cartel del Festival Glastonbury, gracias a temas como "Babies" y "Do you remember the first time?", aún eran una banda indie. Unos tipos simpáticos de Sheffield con un vocalista alto, flaco y de anteojos, que ni de lejos parecía una estrella como Kurt Cobain o Axl Rose. Pero eso pronto iba a cambiar.

"Las otras ocho canciones estaban listas mientras 'Common People' estaba en el Top 10. Ese estado de emoción, sabiendo por una vez en tu vida que tenías una audiencia masiva, nos dio la confianza, ciertamente me dio la confianza para sacar ciertas cosas de mí mismo".

Los medios, conscientes de lo buena de la historia, buscaron al eslabón que faltaba: ¿quién era esa chica que quería vivir como la gente común? Dos nombres salieron a escena. Uno fue el de Danae Stratou, quien estudió en St. Martins en el mismo período que Cocker y es la exesposa del exministro de finanzas heleno, Yanis Varoufakis. Cuando a este último se le preguntó comentó: “Bueno, no la habría conocido en ese entonces. Pero sí sé que era la única estudiante griega de escultura en el Saint Martins College en ese momento. Y, por experiencia personal, ella es una persona muy fascinante”.

A pesar de que otra mujer llamada Katerina Kana -que estudió en el lugar de 1990 a 1993- asegura ser la inspiradora del tema, Cocker nunca lo ha confirmado. Más bien, elige el misterio. “Me mostraron una foto y definitivamente no era ella. No sé. Tal vez ella no era griega. Tal vez la escuché mal”.

Because you think that poor is cool

En las redes sociales ha circulado una imagen que relaciona a la canción con el estallido social que ha sacudido a Chile en estos días. Acaso como un recordatorio del origen de la indignación. Una especie de condición para empatizar con las demandas: ser un "common people".

El discurso de Cocker en el texto de la canción se refiere al haber vivido ciertas carencias. Y lo dice en un tono más bien severo. "You will never understand/ How it feels to live your life/ With no meaning or control/ And with nowhere left to go".

Según detalla el músico en el documental referido, durante el período que inspiró la letra, la indefensión era un sentimiento común. Pero había un anhelo de superación. De que no todo el mal duraría mil años. O mil créditos por pagar. Para él, se trataba de un momento crucial. Y posiblemente ello motivó su respuesta a la chica que deseaba: "see whatever common people see".

“Mucha gente se consideraba muy marginal. Si vivías bajo subsidio a mediados de los 80 eras la basura del mundo, ¿no es cierto? Y supongo que era en la base de la Inglaterra de Thatcher, así que estabas acostumbrado a ser un pedazo de basura marginal. Y de repente el pedazo de basura marginal se movió al escenario central. Eso sonaba. Se sentía emocionante. Se sentía como que una nueva revolución estaba en progreso, o algo”.

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