Thomas Helder, de Muriel Barbery (Seix Barral)

La nieve caía sobre los campos. Margaux Chanet miraba las montañas, las casas y los graneros cubiertos de blanco. Después de 15 años había vuelto a Chateauviex, el pueblo donde pasó sus vacaciones de infancia, donde murió su hermano Jean y donde acaba de morir Thomas, su antiguo amor. Margaux, una prestigiosa arquitecta francesa, desapareció de golpe un día y ahora está de vuelta en el funeral de Thomas, un escritor que dejó Amsterdam y quiso volver a la casa familiar para morir. Margaux se reencuentra con la familia de Thomas y durante la noche, mientras la nieve cae silenciosa, se encienden los recuerdos. “Lo que tememos más que a la muerte misma son los fantasmas”, piensa Margaux, mientras revive episodios del pasado, a través de las sentidas conversaciones con el círculo de amigos y familia de Thomas. Relato coral, estructurado en torno a los diálogos, va tomando forma lentamente, guiado por una escritura sensible que logra armonizar las emociones y la belleza del paisaje. Una novela donde Muriel Barbery, la autora de La elegancia del erizo, reflexiona sobre la pérdida, el duelo, la amistad y los afectos.

Ensayos parados, de Cristóbal Joannon (Tácitas)

En uno de los microensayos de este conjunto, Cristóbal Joannon sintetiza una de las ideas centrales de Epicuro: “Un epicúreo podría decir, usando una metáfora económica, que el precio de vivir es morir, lo que es un excelente negocio: no sentiremos nada en ese momento; este nunca existirá, o existirá sin nosotros”. La imagen lo conduce a un verso de uno de los poemas más bellos de Enrique Lihn, Monólogo de un padre con su hijo de meses: “‘Nada se pierde con vivir, ensaya’”.

Poeta y ensayista, Joannon da forma aquí a un universo concentrado de ensayos en miniatura, proyectos o ensayos germinales, realizados con destreza, intuición poética y humor. Como un caminante sin apuros, el autor invita al lector a pasear, a detenerse o a dar vueltas en torno a frases, ideas, personajes o pequeños y luminosos hallazgos, desde un jardinero “enamorado de la vida” a Nietzsche, desde el gato Benito de Don Gato a Montaigne, de Nicanor Parra a George Perec, de Bach a The Hives. Lecturas, canciones, autores, dichos, recuerdos de infancia, momentos de ternura familiar, dan forma a un libro que divaga y reflexiona, observa, comenta y se sorprende, con curiosidad, asombro y, a menudo, con una tranquila alegría.

Nina Torbellina, de Elisa Zulueta (Alfaguara)

Nina ama los animales. En su casa vive con el perro Cirilo, Aurelia la tortuga, un gato remolón y un conejo de piel gris. Nina está emocionada porque va a participar en su primer campamento en el bosque. Inquieta y apasionada, a Nina no solo la entusiasma la excursión: ella tiene un plan con su amiga Delia. En el colegio Nina escuchó que en el lugar del campamento había un loro encerrado tras una reja. Entonces ideó un plan para liberarlo, y de paso, liberar también otras especies: monos, patos, koalas, una jirafa y, acaso, al último mamut de la Tierra. Elisa Zulueta y Virginia Donoso presentan aquí una aventura sencilla y divertida, la primera de una protagonista que es toda energía: Nina Torbellina.