Culto

Una ejecución póstuma: la terrible muerte de Oliver Cromwell, una de las grandes figuras de la historia británica

El controvertido líder inglés -a la cabeza de una dictadura con tintes de teocracia- falleció un 3 de septiembre de 1658, pero tres años después su cadáver fue exhumado por sus enemigos que clamaban revancha por las fuertes medidas que había tomado en el poder.

Una ejecución póstuma: la terrible muerte de Oliver Cromwell, una de las grandes figuras de ls historia británica

Si en la historia de Chile uno de sus personajes más relevantes y polémicos es Diego Portales, en la historia de Inglaterra esa etiqueta le corresponde a Oliver Cromwell.

Político y militar, su accionar se circunscribió en el siglo XVII, cuando una serie de guerras internas y externas sacudieron al país. De hecho, durante la Guerra Civil Inglesa entre realistas y parlamentarios, Crowell lideró a estos últimos y estuvo entre quienes aprobaron la ejecución del rey Carlos I. Con el monarca muerto, instauró una república con él mismo ejerciendo el poder ejecutivo como Lord Protector. Fue la llamada “República de Cromwell”.

Ocupó dicho cargo de manera controversial. Sus campañas de conquista de Irlanda y de Escocia, con mayoría de población católica, fueron brutales y sanguinarias, ya que consideraba que combatía contra herejes. Esto, porque era un protestante acérrimo. Pero era mano dura también se hizo sentir dentro de su propio reino encarcelando a quienes disentían de sus políticas.

Incluso, dentro de su puritanismo acérrimo -cercano al calvinismo- cerró el teatro, las carreras de caballos y las cantinas, placeres con los que gozaba el pueblo inglés. La verdad es que si quería conseguir la paz interior, el Lord Protector estuvo lejos de lograrlo. Era una dictadura con rasgos de teocracia.

Cromwell falleció producto de una malaria y cálculos renales el 3 de septiembre de 1658. Poco antes de fallecer dejó establecido que su propio hijo, Richard Cromwell, ejercería como Lord Protector. Sin embargo, este no tenía ni las redes ni el apoyo de su padre y rápidamente fue apartado del cargo tras solo ocho meses de ejercerlo.

Ese fue el momento en que los antiguos partidarios de la monarquía esperaron para levantarse y lograron restaurar el poder real y colocar en el trono a Carlos II, hijo de Carlos I, en mayo de 1660.

Una vez logrado esto, los realistas fueron a por Cromwell. No les importó que ya llevase dos años muerto. En 1661, su cadáver fue exhumado desde las entrañas de la abadía de Westminster para ser ejecutado de manera póstuma.

Era tal el nivel de encono que le tenían sus rivales que no escatimaron en causarle el mayor daño posible al cadáver. Fue colgado con cadenas para ser exhibido públicamente en el pequeño poblado de Tyburn. Luego, el cuerpo fue decapitado, el cadáver fue arrojado a una fosa y la cabeza fue exhibida en una pica a la entrada de la abadía de Westminster hasta 1685. Luego, fue enterrada en el Sidney Sussex College, de Cambridge.

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