Cómo la pugna Garín-Atria impactó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile

Fotos: Agencia UNO

El exdiputado envió una carta al claustro académico en la cual manifiesta su molestia por el video en que se ve a una joven en la casa del convencional del Frente Amplio, con quien comparte labores en el Departamento de Ciencias del Derecho, golpeando con un bate una piñata que tenía su rostro. El asunto es comentario obligado en la escuela emplazada en calle Pío Nono y aunque el decano Pablo Ruiz Tagle no ha definido la apertura de un sumario, ya hay voces en el profesorado que -en privado- comentan que se requiere una intervención a través de una causa administrativa.


El mismo día que falleció el académico, profesor emérito y exdecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Antonio Bascuñán Valdés, el convencional Renato Garín decidió enviar una carta a todo el claustro académico de esa unidad académica. ¿El motivo? nada tenía que ver con el deceso del jurista, sino con su profunda molestia por el video que se difundió por redes sociales en que se mostraba una celebración de cumpleaños, en la casa de Fernando Atria, con una piñata que tenía el rostro del exdiputado de RD. En el registro audiovisual la festejada batea una y otra vez la cara del convencional hasta romperla.

La coincidencia no fue algo irrelevante para varios profesores. Bascuñán es uno de los mayores referentes de la facultad, una “verdadera institución” comenta un académico. Pese a ese contexto, Garín quiso desviar la atención de ese lamentable hecho y comunicarse con el resto de los académicos. Ese domingo el tema se había tomado las redes sociales e incluso Atria pidió disculpas en su cuenta de Twitter.

“Atria debe ser detenido en su escalada violenta”

“Todo tiene un límite”. Así partió la carta enviada por el constituyente y que, en un tono duro, se refirió al altercado que lo hizo enfrentarse públicamente, otra vez, con el también convencional y compañero de departamento, el profesor Atria.

“Durante la tarde del sábado 2 de abril, recibí el llamado de mi madre angustiada quien me avisó de la existencia de un video en redes donde mi rostro es apaleado como una piñata. Todo esto en la casa de un colega de departamento de la Escuela de Derecho. Durante los últimos años, hemos sido testigos de una escalada violenta, agresiva e intolerante. Su conductor es el señor Fernando Atria Lemaitre. Su principal lectura es el kronjurist nazi Carl Schmitt, su método es la acumulación de ayudantes-acólitos en nuestra Facultad y su ‘conocimiento’ no es otro que la Teología de la Liberación. Sus aliados son profesoras y profesores que, intramuros, se han prestado para este ascenso”, se lee en la misiva.

El correo sigue de la siguiente manera: “En el epítome de su violenta carrera, Atria cruza el límite. El día viernes, en su estupenda casa en Pedro de Valdivia Norte, se ha organizado una fiesta para una estudiante de la Facultad que no es su hija. En los videos se aprecia el clima festivo, una suerte de carnaval del odio, donde la performance principal es destruir una piñata con mi rostro. En las mismas imágenes se observa al señor Atria con la torta para la festejada. En mi casa nunca mi padre le llevó una torta con esa actitud a una jovencita, menos en ausencia de mi madre”.

Luego Garín interpeló al resto de los profesores: “Colegas: al ver el video verán que esto es inaceptable. Peor aún, responde a un odio intelectual propagado por nuestro ‘colega’ desde dentro de la Facultad. Hoy me ha tocado ser yo la víctima de esta escalada fascistoide, sin embargo mañana puede ser alguna o alguno de ustedes. Es perfectamente posible pensar que, en el futuro, algunos de las decenas de ayudantes-acólitos del señor Atria tomará venganza en su propia mano. Agreguen a eso que en Chile existen casi 800 mil armas en los hogares”.

En ese mismo tono, el convencional informó que está analizando “los caminos jurídicos” que va a emprender. “No soy yo quien debe retirarse de la docencia de la Facultad”, escribió. El abogado luego agregó: “A mi entender, el señor Atria debe ser detenido en su escalada violenta. Pienso que no puede seguir educando jóvenes, ni acumulando ayudantes, ni promoviendo el odio a vista y paciencia del Decano, de quien Atria fue ayudante con nombramiento. Sin embargo, esto nos atañe a todas y todos, es de nosotras y nosotros de quien depende la paz de nuestra institución, puesto que somos el Claustro de esta Facultad”.

El sentir entre la comunidad de Pío Nono

A diferencia de otros correos enviados al claustro -en que el resto de los profesores suele responder generando un debate y una cadena de comunicaciones- los académicos comentan que esta vez nadie respondió. Hasta el cierre de esta edición ningún académico se había manifestado.

Hay una sensación en la Facultad de que no se quiere agrandar el tema, aunque varios académicos -en privado- reconocen que podrían existir méritos para abrir una investigación interna por tratarse de un problema que involucra a dos profesores del mismo Departamento de Ciencias del Derecho.

Consultada la instancia, cuyo decano es Pablo Ruiz Tagle, respecto a si la carta de Garín a sus pares motiva la apertura de un sumario, la institución lo descartó de plano: “La Facultad de Derecho declina referirse a estos hechos, atendida la circunstancia que solo se han conocido los sucesos por redes sociales y comunicaciones de carácter general”.

No pocos profesores de esa escuela sostienen que este tipo de polémicas podría incidir en la próxima elección de decano, programada para este año, y es por eso que la actual dirigencia preferiría optar porque pasen los días y el impasse se vea superado, sin tener que intervenir en ello. Esto podría cambiar en el caso de que el constituyente Garín decidiera denunciar formalmente a Atria. Lo que no había sucedido hasta el cierre de esta edición.

Cercanos a Atria aseguran que este duelo no es nuevo y ya en el pasado el propio Garín ha escrito reflexiones sobre el rol de su colega en la Convención. Además enfatizan en que el exmilitante de RD sabía lo de la piñata con su rostro, comentándoselo incluso a la propia cumpleañera horas antes de que se difundiera el ahora polémico video.

El problema, dicen, es que en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile conviven profesores tan diversos, y de distintas ideologías, que hay un código y los estándares de respeto son altos, por lo que más allá de lo que podría ser una anécdota, no pocos académicos comentan que lo que ocurrió podría llegar a ser grave en términos de convivencia entre profesores y la comunidad universitaria, mientras que otros le bajan el perfil y aseguran que desde siempre Garín ha centrado sus críticas en el académico, exmilitante socialista, que hoy es convencional y un referente intelectual en el Frente Amplio.

Otro profesor consultado comentó en privado que más allá de la carta “nadie le ha dado mucha vuelta”. Otro dijo que en realidad el asunto no ameritaba mayor análisis dado que, a su juicio, el tema se trata de “una niñería” y una “pelea de cabros chicos”.

En esa misma línea, otro académico cree que el resto del claustro no quiso involucrarse dado que los indicios apuntan a que el conflicto entre ambos abogados viene de afuera de la Facultad. En esa misma línea agrega que “las animadversiones entre profesores son inherentes” a la escuela y que Garín corre el riesgo de caer en la misma irrelevancia en que terminó la exprofesora Carola Canelo.

También en la Facultad se comenta que ambos profesores tienen personalidades fuertes y que de este tipo de choque de egos los involucrados siempre salen perdiendo. Además, a varios profesores les pareció que el tono ocupado por Garín espantó a varios académicos, quienes prefirieron no tomar postura al reconocer que el asunto se trata de algo personal entre ellos y no un asunto institucional. Además, el factor redes sociales implica que este tipo de escándalos tienen una alta publicidad y es probable que los profesores no quieran verse involucrados públicamente en una pelea personal entre dos académicos.

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