“Es rara una elección interna sin impugnaciones, más aún en el contexto en el que se han dado nuestras elecciones”, justifica de entrada el flamante presidente electo de Comunes, Marco Velarde (32). Durante el pasado domingo, Velarde -de la lista ‘Unidxs’- ganó con el 60% de las preferencias, en una elección con voto electrónico donde participaron apenas 969 militantes, en torno al 7,4% del padrón total. Desde la lista ‘La calle somos más’, encabezada por el alcalde de Macul, Gonzalo Montoya, apenas cerraron las urnas, anunciaron la impugnación de los resultados a un proceso que en momentos fue lento, en una plataforma que reportó distintas caídas y donde aseguran, cerca de 200 militantes no pudieron emitir su voto.

Fuera de ese problema puntual, Velarde expresa que asumirá el próximo 17 de mayo en un escenario aún de crisis en Comunes: desde diciembre que el partido debió abandonar la sede en calle Concha y Toro. Explica que a raíz de las deudas adquiridas con distintos proveedores por Oliva durante la campaña, las finanzas del partido se han visto mermadas y que no cuentan con la liquidez para establecerse en un nuevo lugar. Parte de los desafíos inmediatos, explica, es ordenar financieramente el partido.

¿Cómo toman el triunfo de ayer y cuándo entra en funciones como presidente de Comunes?

Asumo el 17 de mayo. Ahora estamos en un período de ratificación de cada uno de los cargos electos, que es lo normal tras la elección. Recibimos la presidencia con alegría porque logramos conformar a la interna de Comunes una alianza amplia para disputar el partido, que nos trajo el apoyo de nuestras tres diputadas, de dirigencias importantes como Doris González y del sector del autonomismo, del cual soy parte. Recibimos el respaldo de varias figuras del Frente Amplio en la última semana y eso tiene que ver con que nosotros nos posicionamos como una fuerza leal al programa de gobierno. Queremos colaborar con la materialización del mismo y vamos a ser críticos cuando tengamos que serlo, pero vamos a apoyar este proceso político.

Durante la campaña se repitió la idea de “refundar Comunes” para salir de la crisis derivada de la situación de Karina Oliva. ¿Qué procesos abre la refundación?

El partido elige superar esa crisis cuando nos elige a nosotros para encabezar la dirección. Hacia la interna, queremos que hacer un proceso de revisión del padrón. Entendemos que siempre hay muchos más inscritos que militantes reales, pero queremos hacer esa revisión y sumar nuevos grupos políticos al partido, fortalecer las estructuras comunales y regionales. Hacia afuera, queremos seguir fortaleciendo la relación con principalmente con nuestros aliados del Frente Amplio, consolidar la alianza de Apruebo Dignidad y aportar a la ejecución de gobierno del Presidente Gabriel Boric. Creemos que la crisis se dio por un conjunto de acciones que se naturalizaron en el partido, como problemas de democracia interna, centralización de las decisiones y eso queremos erradicar.

Cuando habla de centralización de decisiones, ¿se refiere a ‘caudillismos’ de algunas figuras, como el extimonel Jorge Ramírez?

Creemos que había mucha importancia por sobre algunas figuras, más que sobre el conjunto de la organización.

De haber ganado el alcalde Montoya, ¿cree que se habría privilegiado una relación con el PC, principalmente con el sector de Daniel Jadue al cual el edil es cercano?

El PC es un actor fundamental para este proceso político, lo ha demostrado siendo fiel al gobierno. Lo que sí creemos es que de haber ganado la otra lista, se podría haber dificultado la relación con el gobierno cuando un partido se posiciona desde la crítica hacia afuera y no es capaz primero de proponer hacia la interna.

¿Ustedes tendrán una relación más complaciente con el gobierno?

Nosotros nos ponemos detrás del programa de gobierno, somos fieles a ese programa. Y ocuparemos las instancias que el gobierno nos da para realizar las críticas y eso es algo que el Presidente nos ha pedido. Pero no podemos aprovechar nuestra posición para golpear al gobierno, porque eso es oportunismo y no hay pie para oportunismos en el oficialismo, porque la derecha ya está cumpliendo ese rol.

En los hechos, ¿qué significa que hayan ganado ustedes y no el sector proclive a Oliva y Ramírez?

Con nuestra victoria cerramos la crisis a la que nos llevó el sector de Karina Oliva. Creemos que ese episodio se va a resolver en la justicia. Nosotros queremos que nuestro trabajo hable por nosotros, queremos respaldar al gobierno y trabajar por lo que se viene, que es el Apruebo en el plebiscito de salida.

Con la impugnación de resultados, ¿cree que hay ánimo en la disidencia del partido de abandonar Comunes?

Todos quienes quieran aportar al partido deben quedarse, tienen que respetar la democracia interna. No hay tiempo ni momento para enfrascarse en peleas internas. Hay que trabajar por un proceso político que es mucho más grande que Comunes, los invitamos a participar de nuestro partido, principalmente al alcalde Gonzalo Montoya, porque juntos podemos salir de la crisis.

Desde la lista contraria, apuntaron a falta de conducción de la dirección actual, de la cual usted es continuidad. Principalmente por la baja representación de Comunes en el gabinete. ¿Fue castigado el partido en cuanto a cargos durante este primer tiempo del gobierno debido a la crisis interna?

El período de instalación se dio justo en el momento más crítico que ha tenido el partido en su historia. Evidentemente, eso perjudicó las negociaciones que se dieron. Pero nosotros no nos mareamos con nuestra inserción en el Estado, creemos que tenemos que participar colaborando con el gobierno, pero nuestro trabajo político no termina en el copamiento estatal, sino que también tenemos trabajo en las luchas sociales y en distintos frentes.