El valor de las tradiciones cívicas
Es valioso que tradiciones como que el Presidente de la República se reúna con el Presidente electo, o que los contendores reconozcan prontamente los resultados electorales, se hayan convertido en sellos de nuestra democracia.

Apenas se confirmó que José Antonio Kast resultó vencedor en los comicios presidenciales, el Presidente Gabriel Boric sostuvo una conversación telefónica con el Presidente electo, la cual fue transmitida en directo para todo el país. Durante este breve pero significativo intercambio, el Mandatario felicitó a Kast, comprometió toda su cooperación y acordaron reunirse el lunes por la mañana en La Moneda, lo que efectivamente ocurrió, encuentro que fue positivamente valorado por el Presidente electo. Boric no ocultó las diferencias ideológicas que lo han separado de Kast, pero hizo ver que, ante todo, “nos une Chile”.
En la jornada electoral del domingo hubo otros gestos que vale la pena recordar: la abanderada oficialista Jeannette Jara reconoció tempranamente su derrota, y concurrió personalmente a saludar al Presidente electo; asimismo, en los discursos que pronunciaron tanto Jara como Kast frente a sus adherentes se prodigaron un trato respetuoso y procuraron que el público también mantuviera el mismo respeto.
Es posible que a la mayoría este tipo de gestos no llamen mayormente la atención, porque es el tipo de comportamiento que hemos visto en cada elección, donde vencedores y derrotados actúan con enorme sentido de responsabilidad y apegados a nuestras tradiciones republicanas. Pero esto, que para los chilenos se ha transformado en parte de la rutina, dista de ser la regla en el contexto internacional. Un conocido analista argentino, quien en su programa radial comentaba precisamente las elecciones en Chile, resaltó el saludo entre Boric y Kast como “una convivencia democrática monumental”, haciendo ver lo improbable que una escena así se dé en la realidad política argentina.
Cuando se habla de la normalidad democrática en un país es importante tener presente que ello no se agota en que cada cierto tiempo se lleven a cabo elecciones y la ciudadanía pueda elegir a sus autoridades. Siendo ello muy relevante, también es fundamental que los procesos electorales sean transparentes y libres de todo cuestionamiento, de modo que no se dé pie para que los resultados puedan ser cuestionados. La actitud de vencedores y derrotados constituye también una señal muy relevante en cuanto a la imagen que se quiere proyectar hacia al país, porque el pronto reconocimiento de los resultados y el trato respetuoso permite de algún modo superar los sinsabores de una campaña y cultivar una sana amistad cívica. Todo ello lo vemos en el caso de Chile, y de ahí que resulta valioso que estas actitudes cívicas hayan pasado a ser sellos característicos de nuestra democracia y en los hechos se hayan internalizado como parte de la institucionalidad.
En este contexto, también resulta valorable que el gobierno chileno haya anunciado el envío de una nota de protesta al gobierno de Colombia, luego de las inaceptables declaraciones del Presidente Gustavo Petro, quien denostó duramente a José Antonio Kast. El ministro del Interior, al fundamentar la decisión adoptada, señaló que “tenemos que siempre preservar nuestra democracia, cuidarla entre todas y todos y el llamado que hacemos es a que se respete lo que Chile decide en el marco de las reglas democráticas”, haciendo valer el principio de que, por más que se trate de un adversario político, como es el caso de Kast, ante todo deben prevalecer las visiones de Estado y honrar la decisión expresada en las urnas, otro signo de nuestras mejores tradiciones.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
Plan digital + LT Beneficios por 3 meses
Cobertura completa, análisis y beneficios para todo el año 🔍🎁$3.990/mes SUSCRÍBETE













