Unión Española volvió a perder. El cuadro hispano cayó por la cuenta mínima ante O’Higgins y son penúltimos en la Liga de Primera. Para mala fortuna del equipo de Plaza Chacabuco, la anotación de Juan Leiva fue en la última jugada del partido, cuando el cronómetro marcaba el octavo minuto de adición. El volante capturó un rebote y puso el balón en la escuadra, dejando pasmado al guardameta Martín Parra. Instantes después, el árbitro Manuel Vergara pitó el final del compromiso.

La desazón se apoderó del plantel del conjunto ibérico. También de su cuerpo técnico, que ahora es liderado por Miguel Ramírez, quien llegó hace pocas jornadas con la misión de salvarlos del descenso, posición en la que se encuentran actualmente.

“El equipo necesita mucho trabajo físico para la forma en que nosotros queremos jugar. Nos hemos ido adaptando a la forma y el rendimiento que tienen los jugadores”, reconoció el DT luego del encuentro jugado en el estadio Municipal Jorge Silva, de San Fernando.

Cheito apunta a sus escasos días en Independencia. “Llevamos una semana de trabajo, en donde quisimos darle más orden al juego. Hay situaciones donde los equipos que pelean el descenso tienen como debilidad el tema psicológico, donde las malas decisiones llevan a cometer errores que cuestan caro”, señaló.

Sin embargo, de sus declaraciones también se desprende una crítica. Una que golpea directamente a su antecesor, José Luis Sierra, quien dio un paso al costado producto de los pésimos resultados que arrastran en la temporada. “A este equipo le falta mucho trabajo y eso es lo que hay que inculcar ahora. Hay que tener la tranquilidad a la hora de jugar. La desesperación no nos puede jugar en contra, porque eso te lleva a cometer errores”, lanzó el estratega.

En esa línea, reconoce que los futbolistas están golpeados con la situación. “Estamos en un equipo que emocionalmente está afectado. Tratamos de devolverle la confianza en el juego y en la parte física. Hay tarea por delante. En algo el equipo mejoró, pero lamentablemente hubo muchos errores propios”, comentó.

También habló de los mecanismos que están aplicando, lejos de la presión que le gustaría ejercer. “No tenemos un equipo para presionar alto, porque los jugadores no tienen esa característica ni la costumbre de hacerlo. Planteamos un partido de más orden, que creo que fue la tónica hasta la expulsión”, agregó. A los 75 minutos, el defensor Sebastián Pereira vio la tarjeta roja.