El rival de Unión: Independiente del Valle, la naciente potencia del fútbol sudamericano

Independiente del Valle, es el nuevo David del fútbol sudamericano. FOTO: AP.

Con poco más de 60 años de vida, el cuadro de Sangolquí, Ecuador, se ha convertido en un habitual de los torneos de Conmebol. Presupuesto acotado y gran trabajo de inferiores, son las piedras basales del proyecto del equipo que enfrenta a la Unión por la Copa. En menos de cinco años, ya sumó una final de Libertadores y una Sudamericana.



El zapatero José Terán nunca imaginó que el humilde club que fundó en 1958, en la ciudad de Sangolquí en Ecuador, se transformaría en uno de los grandes animadores del fútbol sudamericano en los últimos cinco años. Independiente del Valle, que recibió su nombre en honor al Rojo de Argentina, enfrenta a Unión Española como una naciente potencia del fútbol de Conmebol.

Pero los primeros años fueron duros. El equipo amateur, formado en sus inicios principalmente por sastres, carpinteros y zapateros, sólo logró llegar al profesionalismo en la cuarta categoría en 1978, tres años después de la muerte de Terán, el cual le dio el nombre a la institución hasta el cambio de propiedad.

Camino al éxito

Entre 1979 y 2006, el club coqueteó entre el amateurismo y el fútbol profesional. Eso hasta 2007, cuando el millonario Michel Deller se hiciera cargo de la propiedad del club, ubicado a 25 kilómetros de la capital Quito.

Deller tiene una de las fortunas más grandes de este lado del mundo. Dueño de varias empresas inmobiliarias en su país, es accionista de los malls y shoppings más importantes de Ecuador, además de la franquicia de Kentucky Fried Chicken.

“Con un grupo de amigos decidimos tomar al Independiente. Es que en las últimas décadas el fútbol ecuatoriano, sin lugar a duda, creció muchísimo. De manera exponencial. Nosotros veíamos la posibilidad de quedar con una mayor estructura, principalmente formativa, y tener un club que trabajara en la parte social, en el desarrollo intelectual y humano de los jugadores, de nuestros jugadores, transmitiendo al mismo tiempo distintos valores a la comunidad y al país”, diría más tarde el propio Deller en una entrevista a Espn.

Y no deja de tener razón. El principal activo del equipo ha sido el trabajo del fútbol base. Por eso el club cuenta con un colegio para que los jóvenes talentos tengan una formación integral. Son más de 100 promesas del fútbol las que reciben valores tanto en su vida como en el deporte, una inversión que supera los 1,5 millones de dólares por año.

Un trabajo de inferiores que complemente con alianzas permanentes con equipo de la primera línea mundial como la Real Sociedad de España, por ejemplo. Así como también con el intercambio de futbolistas con su equipo B, la excelsa filial del Negriazul.

“Nos hemos guiado bastante por el modelo que tiene una academia de Qatar. La Aspire Academy, con quienes tenemos una linda relación y nos han apoyado muchísimo. Igual, el modelo no es lo más relevante. Lo más importante es la parte humana. La parte personal. Que los jugadores crezcan de la manera adecuada en la parte física, mental, y futbolística. Que se formen como personas de bien y que tengan estos conceptos de solidaridad, unión y superación como lo ha demostrado todo el equipo profesional por ejemplo contra Boca Juniors en la semifinal de La Copa Libertadores”, advirtió el mismo presidente del club del Guayas.

Los logros

Desde que ascendió a la máxima categoría del fútbol ecuatoriano, en 2010, el club ya acumula un subcampeonato del torneo de su país y ha sido constante animador del torneo. Asimismo, llegó a la final de la Copa Libertadores de 2016, donde cayó en la definición contra el Atlético Nacional de Medellín que dirigía Reinaldo Rueda.

Una lección para el mundo, que demostró que la utilización racional y eficiente de los recursos puede llevar al éxito. De otra manera no se explica como un equipo con una plantilla anual que no alcanza los 10 millones haya podido derrumbar a los gigantes brasileños y argentinos, los cuales superan varias veces ese presupuesto.

Sin embargo, su logro más importante fue la Copa Sudamericana 2019, donde batieron por 3-1 a Colón de Santa Fe, otro cuadro argentino. Un título, el primero de su incursión en el profesionalismo, que lo vindicó como el nuevo David del fútbol de este lado del mundo y que lo lanzó al estrellato, antes de ganar la Libertadores Sub 20 en la final ante River Plate.

Sin embargo, este éxito no podía sino ir acompañado del gran capital humanos de Independiente del Valle. El mismo equipo que eliminó a Colo Colo en la fase grupal de la Libertadores de 2016 y que goleó 5-0 a la Católica de Chile en la Sudamericana de 2019, tenía en su plantilla una gran mayoría de futbolistas formados en casa. La misma fórmula que, seguramente, utilizará ante la Unión Española.

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