No pudo ser. Nicolás Jarry llegaba con el gran envión de haber conseguido en la ronda anterior la mejor victoria de su carrera, ante el croata Marin Cilic (6°). Esta madrugada, en los octavos de final del Masters 1.000 de Shanghái, se enfrentaba al británico Kyle Edmund (14°). Sin embargo, esta vez no logró aprovechar las oportunidades que tuvo y terminó cayendo por 6-7 (5) y 3-6.

En el primer set, el número uno nacional, que hoy cumple 23 años, tuvo un sólido comienzo, donde incluso dispuso de puntos de quiebre en dos juegos consecutivos de servicio del europeo. No obstante, no pudo aprovecharlos, por errores propios o aciertos de su rival. Así, llegaron al tie break, donde Nico falló en un momento clave, lo que le permitió cerrar el desempate a su adversario, en 50 minutos.

En el comienzo del segundo capítulo, la ilusión de Jarry crecía. Sobre todo, luego de quebrarle por primera vez a Edmund. Parecía que todo se inclinaba a favor del pupilo de Martín Rodríguez. Pero no. Las malas decisiones que tomó en el juego siguiente, cuando tenía que ratificar el quiebre, le impidieron sacar ventaja. Su rival creció y luego volvió a quebrar de nuevo. Finalmente, una derecha totalmente desviada de la máxima raqueta del país sentenció una nueva ruptura y le otorgó el partido al nacido en Sudáfrica, en una hora y media.

Para la estadística, el nieto de Jaime Fillol consiguió 17 aces, pero tuvo un bajo porcentaje de puntos con el segundo servicio (39%). Mientras que solo pudo aprovechar un quiebre en cinco oportunidades.

A pesar de la derrota, las lecciones son positivas para Jarry, quien por primera vez llegó a los octavos de final de un Masters 1.000, y lo hizo con el mérito de enfrentar una superficie muy poco familiar para él. Además, subirá algunas posiciones en el ranking mundial.