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Thomas Gillier, a fondo: “Me voy al Bologna porque me ofrece un proyecto serio, que incluye foguearme en el Montreal”

El joven arquero irrumpió de gran forma en la UC. Fue titular el primer semestre de 2024, pero de forma repentina perdió el puesto ante Sebastián Pérez. El entrenador Tiago Nunes explicó que se trató de una decisión técnica, una determinación que coincidió con una dura negociación entre el portero y Cruzados para renovar el contrato. Hoy, el formado en la precordillera celebra partir a una de las cinco grandes ligas de Europa.

Thomas Gillier, que se fue libre de la UC, se irá a préstamo al Montreal de la MLS tras fichar en el Bologna. Foto: Photosport JONNATHAN OYARZUN/PHOTOSPORT

Thomas Gillier dio el salto a una de las cinco grandes ligas de Europa. A sus 21 años, el arquero que posee pasaporte comunitario fichó como jugador libre en el Bologna, tras terminar contrato en la UC, donde perdió la titularidad de forma inexplicable. Al respecto, el portero decide contar su versión en La Tercera.

¿Por qué perdió la titularidad en la UC? ¿Qué pasó?

Cuando el entrenador decide sacarme, mi foco estuvo siempre en seguir trabajando y aceptar. Se dijeron muchísimas cosas, pero yo dije: “Me da lo mismo lo que se diga en el exterior, lo importante es que siga trabajando”. Mi foco fue estar preparado para cuando me tocara y aceptar lo que me comunicó el club.

¿Qué explicación le dio el club?

Que fue una decisión técnica. Y acepté eso. No le di tanta vuelta. Mi foco fue siempre seguir evolucionando. Después, el club me garantiza la titularidad en 2025, pero, lamentablemente, me lesiono.

¿Le sorprendió perder la titularidad después del buen semestre que hizo?

Sentí que venía haciendo las cosas bien, que había tenido un rendimiento correcto. Me enfoqué muchísimo en tener un rendimiento regular, en mostrarme como un arquero equilibrado, tranquilo. Siento que generé confianza y cumplí. Nunca analizo por bien o por mal. Analizo qué cosas positivas hice y qué otras debo mejorar. En base a eso, no me desgasté en entender la situación, simplemente acepté y seguí trabajando.

Thomas Gillier, arquero formado en Universidad Católica. Foto: Andres Piña/Photosport ANDRES PINA/PHOTOSPORT

Pero es poco creíble que haya sido por decisión técnica. ¿Acaso fue porque le quedaba un año de contrato y no quería renovar? ¿O quizás porque tuvo alguna discusión con Tiago Nunes?

No, insisto. El club simplemente me comunicó y el entrenador después me informó también que fue una decisión técnica, que pasó por él.

¿Nunes le dijo lo mismo?

Exacto, me dijo lo mismo. Entonces me centré en seguir trabajando. Más allá de buscar excusas externas, siempre después de cada partido hago una autocrítica. Soy bastante autoexigente, aunque esta fue una situación que, obviamente, no me gustó.

¿Y cómo manifestó ese descontento? ¿Pidió explicaciones?

No. Nada. Simplemente seguí evolucionando como jugador, y esperé a ver qué pasaba. Me centré mucho también en apoyar a Seba (Pérez), que era al que le tocaba jugar. Seba se portó muy bien conmigo, fue un siete. Nunca una mala cara, ni un comentario, siempre cosas positivas. Me aportó muchísimo el tener una tan buena persona al lado mío. Con Vicente (Bernedo) también, 10 puntos. Independientemente de que saquen o pongan jugadores, lo más importante son los objetivos del club. Cuando a mí me sacan, el objetivo era ser campeón, pero después era clasificar a la Sudamericana. Lo más importante era poner los objetivos del club por sobre los míos.

Su salida hizo ruido en el camarín y la UC decayó, ¿fue coincidencia?

No sé. Sería especular. Simplemente coincidió con una baja del equipo. Intenté aportar desde mi lado, con mi compromiso, porque soy jugador de elite, tanto dentro como fuera de la cancha.

¿Pero qué se dijo en la interna del camarín? ¿Qué le decían sus compañeros? ¿Entendían la decisión?

En todo momento, no simplemente cuando me toca salir, sino que cuando me toca entrar siendo un juvenil, siempre mis compañeros fueron 10 puntos. Hubo conversaciones con ellos, hubo apoyo, pero también me dijeron “compadre, a seguir mejorando”.

¿Recuerda alguna charla en especial?

Me tocó conversar mucho con Gary Kagelmacher, con quien tengo una tremenda relación. Me decía que siguiese trabajando, que siguiese enfocado en mejorar, independientemente de los obstáculos, porque al final el proceso es lo que te lleva a los resultados Gary se convirtió en un amigo para mí. Fue mi mentor en todo momento. Siempre me dio consejos. Traté de adquirir toda su experiencia. Fue muy receptivo. Me abrió las puertas de su casa para conversar y me transmitió muchísima experiencia para que la pudiese aplicar en el campo. Fue un tremendo compañero. Me hizo crecer muchísimo, y por eso le voy a estar agradecido el resto de mi vida.

Thomas Gillier se ganó la titularidad tras los problemas físicos de Sebastián Pérez. Foto: Andrés Piña/Photosport ANDRES PINA/PHOTOSPORT

¿Por qué la UC de Tiago Nunes se desplomó? ¿Qué pasó? ¿Fue la salida de Aravena?

Hubo salidas importantes, es cierto, pero en general los resultados no se dieron. Hubo momentos muy importantes donde debimos haber asegurado la punta, como aquel 0-0 con Everton. Son momentos claves del campeonato, donde nos faltó.

Más allá de que usted se enfocó en trabajar, ¿cómo le afectó en lo personal perder el puesto de forma repentina y discutible?

Estoy convencido de que uno evoluciona mucho más jugando, sobre todo, en un puesto como el de portero. Hubiese sido muy bueno terminar jugando ese campeonato, porque hubiese adquirido más experiencia, pero esa es la diferencia entre un jugador de elite y un jugador normal, que uno se sobrepone a las adversidades porque son cosas externas que no dependen de uno. Mi rendimiento fue correcto y siento que podría haber seguido siendo titular. El entrenador tomó otra decisión… Perfecto. No hay ningún problema. Me toca aceptarlo y seguir trabajando. Que lo externo no te haga tirar la toalla. Es ahí donde se ven los verdaderos jugadores, en los momentos en los cuales no son considerados.

Usted siempre habla de la importancia de la fortaleza mental, ¿cuánto lo ayudó su experiencia de vida para afrontar la suplencia con la madurez y claridad que hoy manifiesta?

Ha sido fundamental. Para mí es el pilar dentro de mi desarrollo, el cómo me preparo mentalmente. Pero no basta con decir “soy fuerte mentalmente y lo seré hasta el resto de mi vida”. No es así. Es un trabajo diario, semanal, al que uno le debe dar la importancia de un entrenamiento. Y mi foco siempre ha sido poder fortalecer y mejorar mi estructura. Uno se imagina una estructura con fierros, pero siempre digo que es una estructura flexible, una estructura antisísmica, porque se puede mover, uno puede agregar cosas. Uno debe ser muy receptivo a la información, siempre ir adquiriendo conocimiento, vivencias. Esa estructura antisísmica me ayudó a sobrellevar ese momento, porque es cosa de perspectiva, de qué lado uno lo mira, si lo ve como un problema o como una oportunidad. Y yo trato de ver estas cosas como oportunidades, para ser más fuerte, para entrenar mejor, para crecer como jugador, para sobreponerme a esta adversidad. Todas estas herramientas que uno va adquiriendo con el tiempo sirven para todo tipo de momentos, porque en los momentos positivos uno también necesita ser un tipo equilibrado.

¿Cómo se prepara mentalmente? ¿Cómo construye esta estructura antisísmica de la que habla?

Hay muchísimas cosas que uno va sumando a esta estructura. El sicólogo es muy importante. Después está leer, el mindfulness, la visualización, que son herramientas importantísimas que te van ayudando constantemente. Luego hay rutinas que te van ayudando diaria y semanalmente, como tener tus objetivos claros a corto, mediano y largo plazo, porque la motivación es algo que uno debe debe buscar. No viene sola. Estas herramientas son las que te van haciendo más fuerte mentalmente, pero la mentalidad no se trabaja en un día, se trabaja constantemente. Es un proceso. Le di importancia a la preparación psicológica después de un Sudamericano Sub 20 en que no me toca jugar, pero pensando en el proceso. Y pasa que cuando me toca jugar, estaba preparado para muchísimas adversidades.

¿Cómo el Bologna se fija en usted?

La gente del Bologna se contactó con mis agentes, porque había un interés. Ahí empezaron las conversaciones. Lo más interesante de todo esto es que no vienen simplemente con una oferta, sino que con un proyecto detrás, en el cual ellos cumplen totalmente con lo que un jugador busca, que es un proceso de desarrollo deportivo, que me permite crecer y evolucionar como jugador. Eso fue lo que me termina convenciendo de aceptar la oferta de Bologna.

¿Qué significa dar el salto tan joven a una de las cinco mejores ligas de Europa?

Es una tremenda oportunidad, pero también es una tremenda responsabilidad para crecer, para seguir evolucionando. Soy consciente de la oportunidad que es esto, pero también lo veo con muchísima calma para evolucionar.

Foto: Bologna FC

¿Pudo influir en su suplencia el hecho de que terminaba contrato con la UC? ¿Fue una medida de presión para que renovara?

Mira, encontré que era innecesario desgastarme en ese tipo de cosas. Mi foco siempre fue el mismo. El trabajo te premia y el proceso es importante. En base a eso, prefería no desgastarme con ese tipo de teorías. Se dijeron muchas cosas, pero soy un tipo que, personalmente, se separa de las redes sociales. Me mantengo concentrado en trabajar. Mi foco es mejorar.

¿Tiene redes sociales?

Tengo redes sociales, pero no las ocupo. Tengo Instagram, pero me mantengo ajeno, porque antes de empezar a jugar reflexioné si realmente era útil tener esta cuenta, porque los mensajes están ahí. Claro, uno dice “no me llega, no me llega”, pero claro que me llega. O sea, tú lees un mensaje y obviamente que te va a afectar, por mucho que seas el más fuerte del planeta. Entonces, antes de empezar a jugar, tomé la decisión separarme un poco y enfocarme en la lectura, en cosas que realmente me generen valor, porque para estar actualizado tengo el diario todos los fines de semana. ¿Realmente me genera valor ver Instagram, ver TikTok, ver redes sociales semana a semana, día a día, hora a hora? ¿O prefiero ganar ese tiempo en evolucionar, crecer y dar el máximo para al final ser un jugador de alto rendimiento, de elite? Sentí que eran un peligro, tanto para lo positivo, porque te dicen que eres el mejor; como para lo negativo, que te lleva a lo peor. Y lo importante es buscar un equilibrio.

¿Por qué rechaza la oferta de renovación de la UC?

Porque Bologna me ofrece un proyecto serio y estructurado, con un claro desarrollo deportivo. Sentí que era el momento de dar un paso hacia adelante, de seguir evolucionando como jugador, que es lo que me permite este proceso. Cuando hay un proyecto detrás, al final todo queda en el jugador, porque ellos te arman el camino, pero después está en el jugador recorrerlo y cumplir con las expectativas. Asumo la responsabilidad de este desafío.

¿Acaso la UC no tiene un proyecto claro y serio? ¿O la excusa del estadio explica todo?

Católica está pasando por un mal momento. Los resultados no han acompañado. Todo este período coincide con que no tenemos estadio, pero confío plenamente en que los resultados, con el nuevo recinto, van a llegar y el equipo va a volver a ser lo que el hincha de Católica espera, que es ser campeón y que compita en torneos internacionales. Estoy convencido de que con esta nueva casa y este nuevo cuerpo técnico las cosas las cosas vienen bien.

Thomas Gillier, ante Everton. Foto: Jonnathan Oyarzun/Photosport JONNATHAN OYARZUN/PHOTOSPORT

Y Chile casi no vende arqueros, mucho menos a una de las cinco grandes ligas…

Es una tremenda oportunidad. Salir de tu zona de confort te hace crecer como jugador. Es muy difícil, porque tengo un cariño inmenso por la gente de Universidad Católica, que en todo momento fue 10 puntos conmigo. Desde juvenil los hinchas me apoyaron un montón. Tengo un agradecimiento profundo hacia el hincha cruzado, porque siento que es un tremendo hincha, que apoya a la gente de la cantera y a mí me bancaron a hasta morir. Pero hay que salir de la zona de confort. No todos los días aparece el Bologna, que viene de ser campeón de Copa Italia, y te llama. Es un tremendo club. Un tremendo desafío… más que un desafío, es una tremenda oportunidad.

Pero se va libre... ¿No le preocupa que algunos hinchas piensen que es un malagradecido?

No. Mira, solo tengo palabras de agradecimiento, por siempre estuvieron presentes y me alentaron con todo. Pasé momentos familiares muy difíciles y fue impresionante sentir su apoyo inmenso. En mi familia nunca se transmitió esa pasión por la UC, porque si bien mi familia era fanática del fútbol, no lo era de un equipo. Si hoy puedo decir que soy un hincha cruzado, es gracias a los hinchas, porque me transmitieron su pasión, su amor por la camiseta que intenté. Mi imagen con los hinchas siempre ha sido positiva. Hay un cariño especial entre entre el hincha y yo. Creo que ese cariño se ha mantenido independientemente de mi decisión. En todo momento respeté al hincha.

¿La UC trata bien al jugador de casa? ¿Por qué se van jugadores libres del club?

En mi caso siempre hubo una relación de respeto con la gente de Universidad Católica. Siempre fui cordial hacia ellos. Hubo una relación recíproca de respeto, y me quedo con eso.

¿Cuál es el proyecto que le ofreció Bologna? ¿Jugará de inmediato en la Serie A?

Hay un proceso que me hará evolucionar. Saltar primero a la Serie A es un tremendo paso. Parte de este proyecto serio que me ofrece Bologna incluye foguearme en la MLS, una liga muy competitiva que está creciendo muchísimo y que es muy exigente.

¿Entonces se va a la MLS? ¿A qué equipo? ¿Se maneja con el inglés?

Me voy al Montreal. Y sí, me manejo muy bien. En todo este tiempo que me tocó estar lesionado, me mantuve siempre pensando en trabajar el inglés, en evolucionar en temas de lengua. Me manejo en el francés, que es la lengua la lengua de Montreal. Y también puedo hablar italiano, he mejorado muchísimo. Lo importante es que yo me adapte a ellos rápidamente. Creo que la barrera lingüística es fundamental y por eso me he enfocado en aprender los idiomas del equipo en el que me va a tocar estar. Me tocó estar en clases sin saber todavía que iba a firmar por ambos clubes, aunque era probable que fuera a préstamo. Contraté profesor, tuve clases online e intenté mejorar tanto mi italiano como el inglés.

¿Se siente preparado para este desafío en el Montreal y luego en Italia?

Sí, me siento preparado. Por algo tomo la decisión de partir, porque sentí que era el momento de hacerlo.

¿Por qué la liga chilena exporta tan pocos jugadores, sobre todo, arqueros? Y los que logran emigrar, se van libres…

Creo que la liga chilena tiene tremendos jugadores. Veo el puesto de arquero y creo que en el mercado nacional hay muy buenos talentos. Probablemente la visibilidad que tiene la liga chilena no es tan alta, porque obviamente sí tiene ciertos problemas de organización y el calendario tampoco ayuda, hay pocos partidos y a los jugadores no se les permite evolucionar tanto. Estamos pasando también por una crisis gigantesca y eso tampoco ayuda a mejorar. Hay ligas que han ido de menos a más como el caso de la MLS, que en un minuto era inferior que la chilena, pero hoy es una liga que ha crecido de manera exponencial y su capacidad de visibilidad es en todo el mundo. Debe ser top tres entre las ligas que más exportan jugadores de América a Europa, después de Brasil y Argentina. En Chile hay muchísimos arqueros que pueden salir del país y jugar afuera.

A propósito de la crisis del fútbol chileno, el arco de la Roja parece no tener un dueño claro después de Claudio Bravo, ¿le interesa?

La Selección siempre es un objetivo, pero eso está acompañado del rendimiento en los clubes. Y es muy importante que, primero, uno esté jugando y, segundo, haciéndolo bien. Estoy convencido de que, si lo hago bien, voy a estar nominado.

¿Cuál fue su mejor partido en la UC?

Por el contexto, por lo importante que fue el partido, porque era nuestra cuarta victoria consecutiva que nos metía de lleno en la pelea por el título y porque fue un rendimiento correcto, creo que ese partido con la U sí fue mi mejor partido.

¿Y su mejor atajada?

Por la importancia del partido, porque fue al último minuto, el tiro libre de Leandro Fernández, pero 100%, porque fue una doble atajada. No veía la pelota y la veo encima y tiro rasante, además. Una pelota compleja, pero sobre todo por el momento, último minuto, tensión al máximo, pero siempre mantuve un equilibrio emocional muy bueno.

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