En el barrio Lastarria se inauguró la primera paninoteca de Chile, la que lleva por nombre Quel Bravo Ragazzo.

¿Una paninoteca? Así es como se les llama a los locales donde los protagonistas son los panini o panino, como se les dice a los sándwiches en Italia.

Y eso lo que sucede en Quel Bravo Ragazzo, un lugar pequeño local, con algunas mesas en una terraza que da hacia calle Lastarria y una barra donde el pan de masa madre y los productos importados se roban la atención.

Detrás está Nicola Schincaglia, educador social oriundo de Ferrara, ciudad italiana de la región de Emilia-Romaña, quien después de una travesía por Venezuela e Isla de Pascua abrió esta paninoteca, en el mismo lugar donde antes estaba la barra de Panko.

Él mismo atiende junto a Claudio Pesce y es toda una experiencia sentarse en la barra, porque Nicola te contará en detalle los ingredientes que usa, como el speck, un prosciutto o jamón crudo ahumado de pierna de cerdo; la mortadella con pistachos; o el queso pecorino de leche de oveja.

Todos productos que están a la vista y que tientan apenas entras.

Quel Bravo Ragazzo: amado panini

La de Quel Bravo Ragazzo es una carta acortada, con tres opciones de sándwiches o panini para probar al paso.

Como el panino con mortadella ($ 3.500), con aceite de oliva y una buena cantidad de mortadella con pistacho, cortada finita en el momento.

Además del panini salame ($ 5.900), que puede ser con queso grana padano de 12 meses de maduración y verduras como rúcula por ejemplo.

Y no podemos dejar de mencionar a la estrella de la carta, el panino prosciutto ($ 6.900), que lleva speck, queso grana padano fundido, pecorino rallado, rúcula, menta y cascaritas de limón rallada para darle un toque más fresco.

No te pierdas el café tostado en Nápoles, cuya preparación está a cargo de Claudio, como el espresso ($ 1.200) o el americano ($ 2.000).