Académico Gonzalo Rojas anuncia su salida de la PUC en medio de acusaciones en su contra

El historiador es parte de la Pontificia Universidad Católica desde hace más de 40 años. Su retiro se concretará en dos semanas más.


Cuando a penas comenzaba su cátedra Pensadores del siglo XX, Gonzalo Rojas, historiador y legendario profesor de la Pontificia Universidad Católica, tomó diez minutos para anunciar a sus alumnos que se retirará de la casa de estudios en dos semanas más.

La salida de Rojas se da en medio de las acusaciones de abuso de poder que pesan en su contra, y antes de que la Secretaría de Estudios de la PUC se pronuncie al respecto. Sin embargo, la polémica habría motivado su retiro.

Según pudo conocer La Tercera PM, el columnista de El Mercurio comenzó su clase de las 14.00 horas, manifestando al curso de unas 20 a 25 personas, que "ahora puedo hablar de cualquier cosa, porque me voy en dos semanas". La intención de Rojas sería trasladarse a la ciudad de Viña del Mar para dedicarse a escribir.

En oportunidades anteriores, además había esbozado su posible salida.

LA DENUNCIA

"Todo comenzó con un simple comentario en un grupo privado de los alumnos de Derecho por Facebook. Nunca creí que un comentario en una red social me causaría tantos problemas más adelante". Es esto lo que asegura la alumna de derecho de la PUC, María Isidora Cardemil,  al defenderse de las acusaciones y amenazas.

La joven -según publica Emol- comentó en ese grupo privado: "sorry, pero decir que profesores como Madrid o Rojas 'nunca han tratado de manera injusta a un compañero: ni por su sexo, ni por su orientación sexual, ni por su tendencia política, ni mucho menos por su procedencia social' es un poco tirado de las mechas jajaja yo también tuve con ellos y sentí que la realidad era bien distinta".

De acuerdo a la alumna, días después recibió un correo de Rojas, en el que le pide ir a su oficina para explicarle su publicación. No respondió de inmediato a la petición, pero luego de amenazas y amedrentamientos de alumnos, le envió un mail en el que le daba detalles de su comentario en internet. Y la respuesta del profesor no tardó en llegar: la había denunciado ante el Consejo Ético y Disciplinario de la facultad.

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