Byung-Chul Han refuta a Žižek: “El virus no vencerá al capitalismo"

El filósofo sudcoreano residente en Berlín, Byung-Chul Han.

El filósofo sudcoreano residente en Berlín, autor de La sociedad del cansancio, rebate la teoría del pensador esloveno, quien sostuvo que el coronavirus podría ser un golpe mortal contra el sistema económico y eventualmente remecería al gobierno chino. “Žižek se equivoca. Nada de eso sucederá”, escribe Byung-Chul Han.


En una de las escenas más célebres de Kill Bill 2, el personaje de Uma Thurman (La Novia) da muerte a Bill con un golpe maestro: los cinco puntos de presión para explotar un corazón. Cinco golpes veloces y ligeros como dardos que provocan una muerte fulminante. Marxista y cinéfilo, el filósofo esloveno Slavoj Žižek utilizó la imagen para referirse a los efectos del coronavirus: la epidemia será un golpe así de mortal “contra el sistema capitalista global”, escribió. Su frase se viralizó en las redes digitales, pero no impresionó al filósofo sudcoreano Byung-Chul Han: “Žižek se equivoca”, dice. “El virus no vencerá al capitalismo”.

Nacido en Seúl en 1959 y residente en Berlín hace 35 años, el autor de La sociedad del cansancio publicó una columna sobre la crisis sanitaria en el diario El País. Titulada La emergencia viral y el mundo del mañana, en ella el filósofo contrasta las medidas adoptadas y los resultados dispares obtenidos en Asia y Europa. Y ante los efectos que ha provocado y aún puede provocar la epidemia en la sociedad global, contradice al filósofo esloveno.

“Žižek afirma que el virus ha asestado al capitalismo un golpe mortal, y evoca un oscuro comunismo. Cree incluso que el virus podría hacer caer el régimen chino. Žižek se equivoca. Nada de eso sucederá”, afirma.

Según Byung-Chul Han, el virus no remecerá a China, en todo caso Pekín podría exportar su modelo de control policial basado en la vigilancia digital y que le ha permitido manejar exitosamente la epidemia. “China exhibirá la superioridad de su sistema aún con más orgullo. Y tras la pandemia, el capitalismo continuará aún con más pujanza”, dice.

“Ojalá que tras la conmoción que ha causado este virus no llegue a Europa un régimen policial digital como el chino”, escribe el autor sudcoreano. De ocurrir ese escenario, añade, “el virus habría logrado lo que ni siquiera el terrorismo islámico consiguió del todo”.

De todos modos y pese el contagio en el sistema financiero global, el coronavirus no logrará derribar al modelo económico, opina. “El virus no vencerá al capitalismo. La revolución viral no llegará a producirse. Ningún virus es capaz de hacer la revolución”, afirma.

El filósofo esloveno Slavoj Žižek.

Profesor en la Universidad de Artes de Berlín, Byung-Chul Han contradice a Žižek y su teoría de que con el covid-19 “otro virus ideológico, y mucho más beneficioso, se propagará y con suerte nos infectará: el virus de pensar en una sociedad alternativa, una sociedad más allá del estado-nación, una sociedad que se actualiza a sí misma en las formas de solidaridad y cooperación global”.

El pensador coreano, autor de La agonía de Eros, no está de acuerdo. “El virus nos aísla e individualiza. No genera ningún sentimiento colectivo fuerte (…). La solidaridad consistente en guardar distancias mutuas no es una solidaridad que permita soñar con una sociedad distinta, más pacífica, más justa. No podemos dejar la revolución en manos del virus”, asevera.

El big data y la epidemia

A casi tres meses de la aparición del virus en China, Byung-Chul Han compara la gestión de la crisis en Asia y Europa. En Oriente la epidemia parece controlada, y en países como Taiwán y Corea del Sur no fue necesario decretar cuarentena o cierre de comercios. En cambio, “Europa está fracasando”, añade.

El filósofo cuestiona las medidas adoptadas en territorio europeo, como el cierre de fronteras, una expresión “desesperada” de soberanía. “Pero eso es una huera exhibición de soberanía que no sirve de nada. Serviría de mucha más ayuda cooperar intensamente dentro de la Eurozona que cerrar fronteras a lo loco”, afirma.

Dice Byung-Chul Han que gracias a su tradición cultural, las naciones asiáticas tienen una “mentalidad autoritaria”, son más propensas a obedecer. Y confían en el Estado. “Sobre todo, para enfrentarse al virus los asiáticos apuestan fuertemente por la vigilancia digital. Sospechan que en el big data podría encerrarse un potencial enorme para defenderse de la pandemia”, señala. De este modo, en la batalla contra el virus se encuentran científicos y especialistas en informática y macrodatos.

En China, dice, no hay ningún aspecto de la vida que no esté sometido a vigilancia: “Se controla cada clic, cada compra, cada contacto, cada actividad en las redes sociales”. Además, cuentan con 200 millones de cámaras sofisticadas que cubren todos los espacios públicos.

Con esa información, saben quiénes son potenciales infectados y quiénes deben hacer cuarentena. “Al parecer el big data resulta más eficaz para combatir el virus que los absurdos cierres de fronteras que en estos momentos se están efectuando en Europa”, afirma y relata que herramientas y aplicaciones semejantes también se utilizan en Taiwán y Corea del Sur.

Otro de los elementos diferenciadores en Asia sería el uso de mascarillas: todos las llevan, incluso en los sitios de trabajo. Es más, “los coreanos ya han desarrollado una ‘mascarilla para el coronavirus’ hecha de nano-filtros que incluso se puede lavar. Se dice que puede proteger a las personas del virus durante un mes”. En cambio, la actitud en Europa es contraria al uso de mascarillas, subraya, y “se dice a menudo que no sirven de mucho, lo cual es un disparate”.

El pánico

Con todo, Byung-Chul Han cree que el pánico mundial es desproporcionado. En su análisis, el virus ha causado tanto temor porque nuestra sociedad parecía libre de amenazas, incluso el terrorismo islámico se había vuelto marginal. De tal modo que el mundo había construido una sociedad abierta, global y permisiva, con un débil sistema inmune: “La globalización suprime todos estos umbrales inmunitarios para dar vía libre al capital”, afirma.

De ahí el temor y la convulsión que afecta los mercados, sostiene. Crítico también del devenir del capitalismo, sus inequidades y excesos, Byung-Chul Han cree que el virus ha activado antiguos pánicos escondidos en el sistema mismo: “Probablemente el virus no sea más que la pequeña gota que ha colmado el vaso”, especula.

En cualquier caso, cree que no será el virus el que empuje un cambio en la sociedad y nuestra forma de vida. “Somos NOSOTROS, PERSONAS dotadas de RAZÓN, quienes tenemos que repensar y restringir radicalmente el capitalismo destructivo, y también nuestra ilimitada y destructiva movilidad, para salvarnos a nosotros, para salvar el clima y nuestro bello planeta”, concluye.

La sociedad del cansancio, de Byung-Chul Han.

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