Celdas de hormigón y 23 horas de aislamiento al día: la cárcel de máxima seguridad que espera al "Chapo" Guzmán en Colorado

(Foto: AP) Vista aérea del penal ADX Florence, en Colorado.

Este miércoles se conoce la sentencia del ex líder del Cártel de Sinaloa. Se espera que sea trasladado al penal de máxima seguridad ADX Florence, también conocido como el "Alcatraz de las Montañas Rocosas".


Desde enero de 2017, cuando fue extraditado a desde México a Estados Unidos, Joaquín "El Chapo" Guzmán se encuentra recluido en el Metropolitan Correctional Center de Manhattan, "el Guantánamo de Nueva York". Pero se espera que este miércoles, cuando finalmente se conozca su sentencia, luego de haber sido hallado culpable de múltiples cargos por narcotráfico en un tribunal de Nueva York, en febrero pasado, el ex líder del Cártel de Sinaloa sea trasladado al penal de máxima seguridad ADX Florence, también conocido como el "Alcatraz de las Montañas Rocosas" en Colorado.

Inaugurada en 1994 para recibir a los reos más peligrosos del sistema penitenciario de EE.UU., nadie nunca ha logrado escapar de la Administrative Maximum Facility (ADX). "ADX es el tipo de prisión que fue diseñada para un reo de alto perfil como El Chapo", a Reuters Larry Levine, un expreso federal que es director y fundador de Wall Street Prison Consultants.

Guzmán, de 62 años y quien escapó en dos oportunidades de prisiones de máxima seguridad en México antes de su más reciente captura en 2016, enfrenta una posible sentencia a cadena  perpetua este miércoles, según la petición de los fiscales. Pero L. Thomas Kucharski, profesor en John Jay College de Justicia Criminal en Nueva York, descarta que "El Chapo" pueda huir de la "Supermax". "Para alguien como Guzmán, las posibilidades de escapar desde una instalación como esa son nulas", señaló a Reuters.

Ubicada en una remota región montañosa a unos 185 kilómetros al sur de Denver, ADX Florence alberga a más de 400 de los reclusos más violentos, disruptivos y propensos a escapar de la Oficina Federal de Prisiones. Por ello que Guzmán, conocido por sus dramáticas fugas de prisión, probablemente estará recluido en régimen de aislamiento durante 23 horas al día y bajo vigilancia constante con cámaras, dijo el exdirector del penal, Bob Hood, a Inside Edition.

Protegida por alambrados con púas y torres de vigilancia y patrullas armadas, la "Supermax" fue apodada en referencia a la prisión Alcatraz de la bahía de San Francisco, en la que estuvieron prisioneros Al Capone y otros famosos criminales de la década de 1930. La prisión cuenta con 1.400 compuertas de acero controladas por control remoto, rayos láser, cámaras, perros guardianes, además de francotiradores y un sistema especial de seguridad por fuera de la cárcel.

En ADX Florence, los reos viven en celdas construidas sobre hormigón de 3,7 por 2,1 metros separadas por dos puertas de metal cubiertas, para que los reclusos no se vean unos a los otros, según consignó The New York Times en 2015. Tienen una ventana de 107 centímetros de alto y 10 centímetros de ancho con vista al cielo y cuentan con un inodoro, un lavamanos y una ducha automatizada, para evitar que el preso inunde la celda. También poseen una cama de losa de hormigón, donde reposa un colchón delgado.

Respecto a la rutina en el penal de Colorado, los presos suelen pasar 23 horas al día en asilamiento. Las comidas se les entregan a través de una ranura en la puerta y las interacciones humanas cara a cara son mínimas, limitándose a guardias, psiquiatras o líderes religiosos que también se comunican a través del pequeño agujero. "Habitualmente pasan días con solo unas pocas palabras", detalló un informe de Amnistía Internacional publicado en 2014.

Según consigna Infobae, la mayoría de los reos cuenta con televisores y radios en sus celdas y acceso a libros para pasar el tiempo. Se les permite un máximo de 10 horas de gimnasia por semana en un recinto interior y pueden salir "en grupo" a un patio por solo una hora al día. Allí, no obstante, deben permanecer en una especie de jaula individual al aire libre, un poco más grande que las celdas donde viven.

"No es como ninguna de las prisiones en las que he estado, y he estado en muchas prisiones, pero al menos en esos lugares siempre podía ver una carretera, ver el cielo", contó el exconvicto Travis Dusenbury a The Marshall Project después de su salida de la "Supermax". Dusenbury dijo que su único contacto con otras personas se limitó a dar "apretones de manos" a otros reclusos a través de cercas en las jaulas de recreación y solo podían conversar con vecinos celda improvisando con tuberías y rollos de papel higiénico para crear un canal de comunicación.

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