Pedro Castillo, el profesor de provincia que desconcierta la presidencial en Perú

Pedro Castillo, del partido Perú Libre, observa después de emitir su voto, afuera de un colegio electoral en Cajamarca, el domingo. Foto: Reuters

Con una campaña silenciosa, casi sin figurar en los sondeos, el candidato de Perú Posible ha conquistado el sur y la sierra del país, ganando las elecciones del domingo con 16,5% de los votos, pasando así a la segunda vuelta.


Marlen siempre quiso votar por Pedro Castillo de Perú Libre. A sus 49 años, siempre ha trabajado en el hospital de Chibay, un pueblo ubicado a casi 100 kilómetros de Arequipa. “Yo sabía que iba a ganar, incluso cuando no salía en las encuestas, porque no reflejan lo que pasa. La gente está cansada de tanto político con preparación, que solo entran a robar. Me gustaron sus propuestas para recuperar los recursos del Perú y cambiar la Constitución”, dice por teléfono a La Tercera.

El profesor, que actualmente hace clases en Puña, en Cajamarca, ganó las elecciones del domingo con 18,2% de los votos, según el 79,4% de las papeletas escrutadas. Pasando, así, a la segunda vuelta que se realizará el 6 de junio, provocando una sorpresa en Perú y un terremoto político. Su voto se concentra principalmente en el sur del país y la sierra. Un conteo rápido de Ipsos señaló que el candidato debería ganar con 18,1% de las preferencias, mientras que le seguiría la candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, quien obtendría 14,5%.

El arrastre de Castillo también ha rendido frutos para su partido. Según explica el diario El Comercio, Perú Libre será una de las sorpresas en el nuevo periodo legislativo 2016-2021, ya que conseguiría 32 escaños. Todo un logro si se piensa que en las legislativas de hace un año solo ganó en una región.

Las primeras luces de lo que podría ser el desempeño de Castillo en las elecciones ocurrió la semana pasada, cuando el jueves en la noche la encuestadora Ipsos divulgó a los medios extranjeros su último simulacro de votación, en el que el candidato se encumbraba en el segundo lugar con 12,7%. Toda una sorpresa para un aspirante presidencial que recién comenzó a figurar en los sondeos en febrero, con un 4% de intención voto. Para muchos observadores de la política peruana el repunte de Castillo es comparable al de Alberto Fujimori en 1990.

Conteo de los votos para las elecciones presidenciales y parlamentarias, en Lima, Perú. Foto: Reuters

El profesor ha sido descrito como un outsider, sin embargo, el candidato izquierdista radical es un viejo conocido de la política peruana, especialmente fuera de Lima, y para muchos analistas fue ignorado durante la campaña.

El docente pasó del magisterio a la política en el año 2002, cuando postuló por primera vez a la alcaldía de Anguía con el partido actualmente disuelto Perú Posible, la colectividad fundada por el expresidente Alejandro Toledo. Sin embargo, su candidatura no prosperó.

En 2005 se convirtió en miembro del Comité de Cajamarca de Perú Posible, una militancia que duró 12 años, hasta el 2017, cuando la inscripción de la agrupación política fue cancelada y el partido disuelto.

Fue justamente ese año que la figura de Castillo, de 51 años, se hizo conocida en todo el país, al liderar una huelga de maestros que duró varios meses, en la que pedía el pago de la deuda social a los maestros, el incremento de los sueldos y la evaluación docente con capacitación previa. Con esa movilización puso contra las cuerdas al entonces Presidente Pedro Pablo Kuczynski. De hecho, señalan los entendidos, en esa oportunidad mostró su habilidad política al conseguir la mayoría de sus demandas sindicales.

Trasladar el poder al pueblo y escribir una nueva Constitución

Quienes lo conocen señalan que es un hombre inteligente y muy articulado. No fue la primera opción en su partido Perú Libre para ser el candidato presidencial. El secretario general de la colectividad, Vladimir Cerrón, iba a ocupar ese puesto, pero tiene pena de cuatro años de prisión suspendida por un caso de corrupción cuando fue gobernador regional de Junín, que incluye la inhabilitación para ejercer cargo público. Su figura como posible candidato surgió a finales de septiembre e inicialmente su campaña fue discreta inicialmente.

El candidato presidencial peruano por el Partido Perú Libre, Pedro Castillo, llena su papeleta antes de emitir su voto en un colegio electoral de Cajamarca, Perú. Foto: AFP

Según el diario El Comercio, Castillo ha señalado que en su eventual gobierno “trasladaremos el poder al pueblo”, planteó un referéndum para instalar una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Constitución y prometió a los jóvenes escolares el ingreso libre a las universidades, iniciativas que ha expresado constantemente y a las que ha añadido su interés en desactivar el Tribunal Constitucional. Además, ha prometido expulsar en tres días a los extranjeros ilegales, nacionalizar los principales yacimientos mineros, petroleros y energéticos e indultar al hermano del expresidente Ollanta Humala, Antauro Humala.

“Nosotros siendo gobierno, inmediatamente bajaremos el sueldo de los ministros y los congresistas a la mitad. Recuperaremos la economía del país rescatándolo de esta gran corrupción. El sueldo vitalicio de los expresidentes tiene que ser anulado de inmediato, así como quitarles también la inmunidad parlamentaria a los corruptos […]. Sacaremos a los jueces que hoy agreden al país, agreden a las organizaciones”, expresó durante la campaña.

“Es la izquierda tradicional en Perú, la izquierda más popular, es una izquierda radical, pero conservadora. Curiosamente, hay puntos de encuentro con Rafael López Aliaga (candidato de Renovación Popular), están en contra de todas las demandas liberales, como el matrimonio igualitario, eutanasia, aborto. Además, reposa en algo que es importante, que es la organización sindical de los maestros, que si bien ha decaído en los últimos años, sigue siendo importante. Y es un mundo de partidos extremadamente débiles. Es decir, ocuparon el espacio que Verónika Mendoza, al frente de Juntos por el Perú, había dejado en su intención de correrse al centro”, explicó a La Tercera el analista de la Pontificia Universidad Católica del Perú Fernando Tuesta.

El candidato presidencial peruano por el partido de izquierda radical Perú Libre, Pedro Castillo, monta un caballo sosteniendo un lápiz gigante durante el mitin de clausura de su campaña en Lima el 8 de abril de 2021. Foto: AFP

Para Alfredo Torres, de Ipsos, “Castillo es un dirigente de extrema izquierda que se ha presentado como un outsider antisistema en la sierra del Perú”. “Su crecimiento empezó en las zonas rurales más abandonadas por el Estado. Luego avanzó a las ciudades de la sierra presentándose como un profesor que lo que quiere es transformar el Perú en beneficio de los más pobres. Se benefició también de los ataques mutuos entre los demás candidatos. La mayoría de los electores no sabe de sus vínculos con el Movadef, el brazo político de Sendero Luminoso, porque su crecimiento ha sido muy reciente”, indicó Torres.

Nació el 19 de octubre de 1969, en el poblado de Puña, provincia de Chota, departamento de Cajamarca. Según el diario La República, desde muy corta edad descubrió la vocación de docente.

Durante su juventud, estudió educación primaria en el Instituto Superior Pedagógico Octavio Mata Contreras de Cutervo y trabaja en la institución educativa N° 104565 del caserío de Puña en Tacabamba, Chota, desde 1995 hasta la actualidad.

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