Crítica de discos de Marcelo Contreras: de la fragilidad de Chris Cornell al poderío de Evanescence

El lanzamiento póstumo del ex líder de Soundgarden muestra su gusto por interpretar canciones ajenas, mientras que la banda de Amy Lee consolida su perfil más épico. Mike Patton, otro clásico de las últimas décadas, también tiene algo que decir al frente de Tomahawk.



Chris Cornell - No one sings like you anymore

El vocalista más prodigioso del grunge siempre sintió necesidad de demostrar que sus gustos y capacidades iban más allá de la estampa rockero blanco pelo largo, con calificación máxima en gruñir y cantar agudo. Los discos solistas de Cornell se empeñaron en establecer interés y dominio de otros géneros, contando el folk, el pop y el soul. Paralelamente, en la misma senda de Brian Ferry, se perfeccionó en el arte de las reversiones personalizadas con estilo. En Carry on (2007) deslumbró con la segunda lectura de Billie Jean de Michael Jackson, desnudando la canción en pos de realzar la letra con desgarradora emotividad.

En este álbum final registrado en 2016 se consagra por completo al tributo de canciones de distintas épocas, abarcando medio siglo. Si bien Cornell no consigue que la totalidad del material corra la misma suerte extraordinaria de Billie Jean, lo logra unas cuantas veces. Clásicos como Patience de Guns N’ Roses, Nothing compares 2 U de Prince y Watching the wheels de John Lennon reviven encantadores y sorprendentes.

Tomahawk - Tonic Immobility

Si no fuera por la pandemia, el quinto álbum de uno de los escasos súper grupos que realmente vale la pena podría seguir archivado. Las partes instrumentales se grabaron hace cuatro años en Nashville por el guitarrista y compositor principal Duane Denison (The Jesus Lizard), el bajista Trevor Dunn (Mr. Bungle) y el batero John Stanier (Helmet, Battles), a la espera de Mike Patton. Como el reverenciado cantante se involucra en varios proyectos simultáneamente, sólo encontró espacio bajo esta crisis.

“Esto no es una cosa de ricos rockstar. Lo hacemos porque nos gusta y nos gustamos”, explica Denison en la web de Ipecac Recordings, donde también cuenta que el álbum funciona como un compendio de lo publicado en 20 años. Es cierto. Tonic Immobility contiene elementos de cada título, reincidiendo en la confección de canciones con una alta dosis de tensión soterrada hasta reventar en cortos estallidos, una coctelería más insinuante que explícita. En Tomahawk todo funciona en torno al ambiente más que la destreza.

Evanescence - The Bitter Truth

Amy Lee es sinónimo de Evanescence como Kevin Parker lo es de Tame Impala, la única pieza insustituible en un proyecto que hace casi 20 años logró gran éxito con una original intersección de nü metal y emo estilizada a través del tiempo, sin merma de energía.

Producido por Nick Raskulinecz (Deftones, Alice in Chains), The Bitter Truth está más cerca de la majestuosidad de Queen que de los riffs de Korn. Lejos de retroceder, Amy Lee continúa expandiendo la expresividad de su voz redirigiendo los habituales paisajes de guitarras duras, decorados programados, baterías musculares y pianos románticos, hacia cruces improbables y logrados. Lo consigue con gracia absoluta en Wasted on you, una poderosa balada que viaja con boleto electrónico rumbo al girl pop de los 60, para rematar en un afilado clímax rockero. The Game is over concentra épica pop metal perfecta para estadios, mientras Blind belief cierra con magnificencia una obra que confirma a Amy Lee en el rol de heroína máxima del metal de este siglo.

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