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La semana en la que se agudizó la polarización en Perú

Si bien la Oficina Nacional de Procesos Electorales ya terminó el procesamiento de las actas del balotaje del domingo pasado, en el que el izquierdista Pedro Castillo logró el 50,17% de los sufragios, frente a al 49,83% de la derechista Keiko Fujimori, los pedidos de nulidad de algunas mesas realizados por Perú Libre y Fuerza Popular han retrasado la proclamación de un ganador, añadiendo más inestabilidad al país.

Desde que el 11 de abril pasado Pedro Castillo y Keiko Fujimori salieron elegidos para enfrentarse en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales peruanas, que se realizaron el domingo pasado, se vislumbraba un panorama polarizado y una agudización de la crisis política existente en el país desde hace años, que se ha visto reflejada con la sucesión de cuatro mandatarios en cinco años, protestas y múltiples denuncias de corrupción contra políticos.

Pero el balotaje fue más lejos. No sólo dejó en evidencia la aguda división política, sino que también expuso la brecha entre Lima y lo que se conoce como el “Perú profundo”, es decir, aquellas provincias andinas que han sido relegadas por décadas y que se han visto muy golpeadas por la recesión económica causada por la pandemia. Y como broche de oro ha puesto en entredicho el sistema electoral peruano.

Tal como lo vaticinaron las encuestas en los días previos, el conteo final fue muy ajustado y actualmente tiene al país en vilo debido a las denuncias de “fraude en mesa”. El candidato de Perú Libre obtenía el 50,17% de los votos mientras que la lideresa de Fuerza Popular el 49,83%, según el procesamiento del 100% de las actas (y la contabilización del 99,593% de ellas), según la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe). Pese a que mantenía una ventaja de 60.283 votos sobre Fujimori, el profesor rural aún no ha sido declarado ganador, por la reciente impugnación de actas.

En términos generales, el balotaje mostró la división del país: los Andes y el sur del país votaron por Castillo, mientras que Lima, la costa norte y una parte de la selva, por Fujimori.

Nulidad de mesas

El clima de incertidumbre tras el balotaje comenzó a aumentar luego que Fujimori denunció “indicios de fraude” en las elecciones, eso pese a que minutos después de sus declaraciones, el mismo Jurado Nacional de Elecciones (JNE) informó que la Misión de Observadores de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) había calificado de exitosos los comicios.

Justo en momentos que Fujimori detallaba el supuesto fraude, Castillo tuiteó: “Agradezco a quienes siguen resistiendo en las calles. No caigamos en provocaciones de quienes quieren ver este país en el caos. Por ello, hacemos un llamado de paz y tranquilidad”.

Fue así como partidarios de ambos sectores salieron a las calles de Lima a la espera del resultado final. Los reportes de los medios peruanos indican que personas de diversos sectores del país han pasado días en la carretera para llegar a la capital. Hasta ahora no se han producido incidentes, pero hay temor a que las denuncias de alteración del resultado deriven en violencia.

Simpatizantes del candidato presidencial de Perú, Pedro Castillo, se reúnen frente al Jurado Nacional de Elecciones, en Lima, Perú, el 11 de junio de 2021. REUTERS / Angela Ponce ANGELA PONCE

El martes en la noche Castillo salió hasta el balcón de la Casa del Maestro y, dirigiéndose a sus partidarios, aseguró que había ganado. “El pueblo ha hablado”, dijo y luego se quitó su clásico sombrero y alzó los brazos en señal de triunfo.

Así, al otro día, Fujimori acompañada del vocero de su campaña y exlegislador de su partido, Miguel Torres, anunció la presentación de un pedido ante el tribunal electoral para anular 802 actas electorales (un símil a las mesas electorales) que, asegura, representan unos 200.000 votos. El presidente del JNE, Jorge Salas, calculó que al menos se necesitarán 12 días para intentar dar respuesta al pedido de Fujimori.

En este contexto, el pleno del JNE decidió este viernes cambiar la normativa y ampliar hasta las 20.00 el plazo para presentar las nulidades de mesas de sufragio, pese a que el plazo oficial había vencido el miércoles.

La decisión, indicó el portal IDL-Reporteros, se produjo cuando el partido Fuerza Popular intenta hacer valer más de 590 pedidos de nulidad presentados fuera de plazo. Hasta la tarde del jueves, habían 771 pedidos de nulidad de mesas de sufragio a nivel nacional y en el extranjero, presentados por Fuerza Popular (741) y Perú Libre (30). De ese conjunto, solo 165 fueron presentados dentro del plazo legal.

La decisión de ampliar el plazo fue rechazada por Castillo quien en Twitter llamó a que el presidente del JNE, Jorge Salas, se pronuncie, porque se estaba “violentando el orden electoral”. Y llamó al pueblo a mantenerse alerta. Finalmente, el organismo dio marcha atrás a la medida y dejó sin efecto la ampliación del plazo. Esto tras un recurso de reconsideración presentado por Salas. Todo esto ocurría en momentos en que partidarios de uno y otro lado se organizaban para ir hasta la sede del JNE, algo que finalmente no ocurrió.

Es la primera vez en la historia electoral de Perú que en una segunda vuelta presidencial un candidato presenta tal cantidad de pedidos de anulación, de acuerdo con las autoridades. En las elecciones presidenciales de 2016, los votos se contaron en cinco días y el triunfo de Pedro Pablo Kuczynski sobre Keiko Fujimori se logró por menos de medio punto porcentual y 41.438 votos de diferencia. Un día después, Fujimori aceptó a regañadientes el triunfo de Kuczynski. Era su segunda derrota luego de la de 2011 ante Ollanta Humala.

Simpatizantes de Keiko Fujimori. Foto: Reuters LIZ TASA

El abogado y secretario general de la Asociación Civil Transparencia, Iván Lanegra, explicó a La Tercera que el pedido de nulidad por un hecho externo es un recurso muy excepcional. “Todo lo que pasó en la mesa de votación, todos esos votos están en el acta y se impugnan ahí mismo. Ahí se cierra todo. Después de eso no puede pasar nada más allá de lo que no está en el acta. Pero, a veces, hay hechos que ocurren fuera de la mesa y que pueden originar una nulidad de la mesa porque afectan desde afuera lo que puede pasar en la mesa. Por ejemplo, imagínese que un pueblo fue tomado por un grupo terrorista y hacen que todas las personas que están en el pueblo voten en un sentido. Entonces, va a llegar un acta que está perfecta, en la que todo ocurrió más o menos normal, pero afuera había un acto de coerción que hacía que esa elección no sea libre”, indicó.

Diversos especialistas consultados por La Tercera señalaron que se estima que los recursos de nulidad no significarán un cambio de los actuales resultados. “Mi impresión es que (los recursos) no van a pasar, que se van a comenzar a caer, porque no están adjuntando evidencia. Hay que tener una carga de prueba muy alta para que se anule toda una mesa. Y me parece que deja un mensaje muy horrible en términos democráticos. En el camino queda muy dañado el proceso, queda la idea de que ha habido un fraude, de que ha habido una conducta sistemática”, dijo el abogado y politólogo Eduardo Dargent.

Por otro lado, la misión de la OEA se reunió con Castillo, a quien le pidió que espere los resultados de los comicios con “paciencia y serenidad”.

Gobierno débil

En medio de esta incertidumbre, un fiscal que investiga a Fujimori por lavado pidió el jueves a un juez que la lideresa de Fuerza Popular sea encarcelada otra vez porqu

e incumplió las estrictas normas de conducta que permitieron su liberación hace año y medio. El fiscal José Domingo Pérez argumentó que la lideresa de Fuerza Popular tenía prohibido hablar con testigos de su caso. Uno de ellos es Miguel Torres, quien el miércoles se presentó ante la prensa junto a Fujimori para anunciar la anulación de miles de votos.

La Fiscalía acusa a Fujimori de presunto lavado de activos por recibir millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht y empresarios peruanos para sus campañas presidenciales de 2011 y 2016, en las cuales fue derrotada. Pérez pide 30 años de cárcel para Fujimori, quien de no tener éxito en los recursos presentados enfrentaría un juicio.

“Creo que el país se polarizó más después de esta semana. Hay actores que no ayudan. Por ejemplo, el pedido del fiscal que ve la causa de Keiko. Y otra cosa que no ayuda es que el mismo Pedro Castillo no está lanzando mensajes todavía claros, con respecto a la economía. Ojalá muestre que tiene un equipo de personas que puede manejar el Estado y creo que eso va a bajar la tensión”, indicó Dargent.

Como si no fuera suficiente, al panorama se enrareció aún más este viernes luego que se diera a conocer que el Presidente Francisco Sagasti habló con personas ligadas a ambos candidatos para pedirles que impere la calma cualquiera sea el ganador. Entre las personas con las que habría hablado se encuentra el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, que apoyó públicamente a Fujimori. Asimismo, Sagasti criticó el miércoles la decisión del Parlamento saliente de promover contra reloj una docena de reformas a la Constitución, entre ellas restablecer la bicameralidad.

“El gobierno que viene va a ser un gobierno débil en cualquier caso. Porque es un gobierno que no tiene mayoría en el Congreso, hay un Congreso fragmentado y que va a tener una vocación de vacancia, sea quién sea. Y va a tener que buscar alianzas como sea. A eso debería agregarle que la situación que atraviesa el país (por la pandemia) es tremendamente complicada, tenemos más de 180 mil personas muertas y eso ya califica en el ranking como el país que tiene el mayor número de muertos per cápita en el mundo. En la parte económica eso ha significado una caída del 11,3% en el PIB del año pasado y eso es dramático, es un colapso. Juntas todo eso y se explica que el desafío del siguiente gobierno es enorme”, comentó a La Tercera el analista Augusto Álvarez Rodrich.

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