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Explicado en fácil: los pros y contras de la propuesta del gobierno de eliminar la glosa republicana

El gobierno propuso suspender el fondo de libre disposición que cada nueva administración puede usar en sus primeros meses. Mientras Hacienda defiende la medida como una señal de responsabilidad, la economista UNAB María Elena Arzola advierte que “romper una tradición republicana puede debilitar la confianza en la política”.

El ministro de Hacienda, Nicolás Grau, dijo a La Tercera que esta propuesta "entrega la misma libertad que la glosa republicana, pero genera una presión de gasto menor” Andres Perez

En medio de la discusión del Proyecto de Ley de Presupuestos 2026, uno de los temas que ha generado mayor controversia ha sido la eliminación de la llamada “glosa republicana”. También conocida como glosa fiscal, se trata de recursos que tradicionalmente se dejan a libre disposición de la nueva administración en cada cambio de gobierno, como ocurrirá el próximo 11 de marzo de 2026.

El objetivo de este monto es que le nueva administración pueda usarlo en prioridades que establezca durante sus primeros meses de instalación. No obstante, durante la discusión, el Ejecutivo a través del ministro de Hacienda, Nicolás Grau, ha decidido proponer su eliminación, reemplazándolo por la posibilidad de reasignar esos recursos de otra forma.

“Es una propuesta que entrega la misma libertad que la glosa republicana, pero genera una presión de gasto menor”, señaló Grau en entrevista con La Tercera, indicando que la idea va en directa relación con varias propuestas de candidatos presidenciales que buscan reducir el gasto público.

“La propuesta que estamos haciendo les ayuda a que se pueda recortar gasto a futuro. Nadie que quiera recortar gasto va querer al mismo tiempo que le dejen un bolsón grande de recursos para gastar, es contradictorio”, dijo.

“Más allá del aspecto técnico, eliminarla genera controversia desde un punto de vista ‘simbólico’, pues rompe una tradición republicana que se ha convertido en gesto político de respeto y continuidad entre gobiernos”, dice la académica UNAB María Elena Arzola Carolina Corvalan carolina_amos@hotmail.com amos.carolina@gmail

En específico, la propuesta hecha por la Comisión para el Gasto Público recomienda reemplazar dicha facultad por una explícita y acotada del futuro Presidente para reasignar recursos entre partidas durante el primer semestre de gobierno, sin aumentar el gasto total.

¿Cómo terminará el nuevo Presupuesto? María Elena Arzola, directora de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello (UNAB), es categórica:

“Más allá del aspecto técnico, eliminarla genera controversia desde un punto de vista ‘simbólico’, pues rompe una tradición republicana que se ha convertido en gesto político de respeto y continuidad entre gobiernos” dice la académica, quien complementa que la eliminación “reduce la flexibilidad del próximo para implementar sus prioridades, y se podría interpretar políticamente como un intento de limitar su autonomía inicial”.

“‘Contener el gasto’ se refiere a evitar que siga creciendo, y ‘recortar gasto’ implica reducirlo. La austeridad es deseable, pero no lo es llevarla al extremo. Siempre es necesario buscar un equilibrio”.

María Elena Arzola

Ante las declaraciones del ministro Grau acerca de que esta medida “da más libertad” al próximo gobierno, Arzola indica que la glosa “permite repartir recursos adicionales a distintos usos, y la reasignación permite mover recursos entre usos”.

Ante ello, se explaya: “La reasignación entrega mayor flexibilidad en la medida que la proporción que se puede redistribuir es mayor. Pero en este caso el gobierno planteó la posibilidad de disponer solamente de 1% del presupuesto, la décima parte de lo propuesto por la Comisión Asesora de Gasto Público”.

Desde una mirada económica, la experta marca las diferencias entre “contener el gasto” y “recortar programas”, señalando que hay un punto en que la austeridad se vuelve contraproducente. “‘Contener el gasto’ se refiere a evitar que siga creciendo, y ‘recortar gasto’ implica reducirlo. La austeridad es deseable, pero no lo es llevarla al extremo. Siempre es necesario buscar un equilibrio”, sostiene.

Las controvertidas reacciones a la medida

Según indicó el ministro Grau, el margen de reasignación propuesto es de solo un 1% del presupuesto, unos US$ 700 a US$ 900 millones. ¿Es una cifra suficiente para dar flexibilidad real a un nuevo gobierno o implicará necesariamente partir un nuevo período recortando presupuestos de distintos programas?

Para María Elena Arzola, la glosa depende del uso que se le quiera dar a esos recursos. “Diría que no es suficiente”, apunta, ejemplificando con el caso de una jefa de hogar que necesita realizar ajustes a su presupuesto mensual de $1 millón. “Si solo puede disponer de $10.000 tal vez no es mucho lo que podrá hacer. Mientras mayor el monto que pueda cambiar de un uso a otro, mayor la flexibilidad”, acota.

“Yo espero que lo arreglen, tienen que arreglarlo. No se opera de esa forma en democracia, no es la forma de cuidar la República", dijo la candidata presidencial Evelyn Matthei Pablo Vásquez R.

La noticia generó diferentes reacciones. Algunos parlamentarios advierten que el próximo Presidente “tendrá que desvestir un santo para vestir otro”, como señaló el senador PPD, Ricardo Lagos Weber. Por otro lado, la candidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, criticó duramente la decisión del gobierno de dejar fuera del Presupuesto 2026 el fondo de libre disposición. “Yo espero que lo arreglen, tienen que arreglarlo. No se opera de esa forma en democracia, no es la forma de cuidar la República. No es forma de cuidarnos entre todos, eso es inaceptable”, afirmó.

Arzola toma nuevamente el caso del presupuesto de un hogar. “El efecto de los ajustes depende de la forma en que se usen los recursos. En la medida que se priorice lo que es realmente importante y se haga de manera eficiente, no será necesario reducir el gasto en aquello que realmente aporta al bienestar del país”, defiende y toma las palabras del senador Lagos Weber: “En la medida que se priorice lo que es realmente importante y se haga de manera eficiente, todos los santos podrán mantener sus ropas, y serán los ‘impíos’ quienes tendrán que preocuparse”.

Desde el punto de vista de la eficiencia fiscal, la académica UNAB cree que la controversia por la eliminación de la glosa tiene carácter “simbólico”. Para mejorar la eficiencia, aumentar la flexibilidad y fomentar la transparencia existen muchas otras medidas que se pueden tomar, considera, “partiendo por evitar el despilfarro de los recursos (como ha ocurrido hasta ahora en casos de público conocimiento). En las propuestas de la Comisión de Gasto Público hay varias medidas muy oportunas para lograr estos fines”, asegura.

Sistema presupuestario

Para Arzola, la discusión revela un momento clave para la modernización del sistema presupuestario chileno. “Hay una parte coyuntural en el debate, pero también una dimensión técnica que responde a la necesidad de actualizar nuestros mecanismos fiscales”, indica, respecto a la idea de hablar de un ‘agotamiento estructural’ del modelo de gasto público lo que a su juicio le parece “excesivo”.

“Más bien, estamos ante la oportunidad de ajustar y perfeccionar un sistema que ha demostrado ser robusto, pero que necesita adaptarse a nuevas exigencias”, explica.

La ministra Camila Vallejo sostuvo que era “previsible” que los candidatos presidenciales criticaran la eliminación de la glosa, dado que se trata de recursos de libre disposición, y recalcó que esta es una propuesta del Consejo de Gasto Público. Consultada al respecto, la economista reconoce que el debate tiene un componente político inevitable. Arzola analiza que se mezclan varios planos, entre ellos el aspecto simbólico con la ruptura de una tradición republicana que afecta la confianza institucional.

“La economía y la política funcionan en base a confianza, y eliminar una práctica histórica sin un consenso amplio puede debilitarla. Por otro lado, que el gobierno tenga la facultad de reasignar recursos puede ser provechoso, pero solo si se ejerce con responsabilidad. Como alguien dijo alguna vez: ‘Un gran poder conlleva una gran responsabilidad’”, resume.

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