Con firma de diseñador
Pureza, sustentabilidad y libertad. Tres conceptos que reflejan visiones distintas de proyectar un baño de acuerdo a las necesidades de hoy.


Sin patrones ni restricciones
Una vez más los diseñadores galos Ronan y Erwan Bouroullec nos impresionan con su diseño. Ahora se trata del baño proyectado para la empresa alemana AXOR y lanzado a fines del año pasado. Consiste en más de 70 productos diferentes que los usuarios pueden elegir, y así personalizar para armar su propio espacio de acuerdo a sus necesidades y gustos. Esta colección cuenta con la tecnología EcoSmart y Airpower, gracias a las que se logra un significativo ahorro de agua y es tan flexible que proporciona con libertad excepcional una gran cantidad de posibilidades. Por ejemplo, la grifería se puede usar en diferentes posiciones para que el acceso a ella sea lo más fácil posible para los habitantes de la casa. También es el caso del mobiliario para almacenar, que puede adecuarse a los espacios existentes, y además hay lavamanos de acuerdo a diferentes superficies. Todo esto cumple con el objetivo de los diseñadores de transformar el baño en un lugar donde confluyen artefactos, grifería y mobiliario de una forma armoniosa para que la persona se sienta cómoda.
En cuanto a los más de 70 diseños, entre grifería, accesorios, sanitarios y mobiliario, por nombrar algunos, se caracterizan por ser orgánicos y elegantes, destacando sus formas suaves sin esquinas ni bordes. A esto se agrega que los diseñadores lo proyectaron de tal manera que todos estos elementos pueden montarse fácilmente. Esto porque consideran que la facilidad de la instalación es esencial para sentirse libre de componer y proyectar el propio baño.
Simpleza a los pies del cerro
El trajín propio de un cambio de casa no fue excusa para que la diseñadora Catalina Prieto no se preocupara de dejar impecable su nuevo baño. Sin mayor ambición que sus 16 m² de extensión, este espacio invoca la desnudez de los elementos, los colores neutros y la naturaleza que se asoma por la ventana.
Las líneas simples del mobiliario y los materiales nobles que se usaron para su construcción retratan a la Cleopatra que su dueña lleva dentro: disfrutar de un buen baño y simplemente comenzar el día con el pie derecho. “El baño tiene que ser limpio y me encanta que sea espacioso, porque es el lugar para estar con uno. La idea es partir y terminar el día en el baño sin preocupaciones, que sea fácil, bien simple, bien natural. Básicamente usé un mármol nacional en casi todo el baño y Luxaflex para cubrir la gran ventana. En algún minuto pensamos poner una tina, pero intervenía mucho el espacio. Ni siquiera usamos cortinas. Entonces dejamos muy abierto, no hay ni siquiera un shower, la ducha se dispuso así para aprovechar el paisaje del Manquehue”.
Un elemento impecable es un gran tablón que atraviesa toda la orilla de la ventana. Se hizo con una buena madera para darle importancia a esta línea horizontal, que además de acentuar la austeridad de los materiales permite apreciar la vista de principio a fin.
Inspiraciones: “Lo árido, la tierra, la piel, la arena, cuando todavía las cosas no se han intervenido”, explica Catalina Prieto.
Con personalidad Infiniski
El baño que proyectó Juan Roberto Rodríguez está inserto en la casa Manifesto de Infiniski, en la localidad de Curacaví. Es decir, una arquitectura que resume al máximo toda la filosofía de ahorro y aprovechamiento del espacio y la luz. Su superficie de 3,50 x 1,20 m está dividida en tres usos: ducha, lavamanos/tocador y WC. “Como antaño, el lavamanos y su espejo están a la vista y abiertos, y el tocador era un mueble ajeno y sin relación con la bañera. En tanto, la ducha resguarda la intimidad y a la vez mantiene las vistas al campo a través de la ventana del dormitorio. Esto obedece a que ducharse con vistas y luz natural para Infiniski es un valor muy preciado. Esta disposición y la instalación de una ventana y un extractor potente ayudan a evitar la humedad”, explica el arquitecto.
Aparte de lo anterior, este baño evidencia más novedades. Una de ellas es que se abre al dormitorio como un muro más de la habitación, un muro especializado. La otra, es su cerámica en blanco y negro, dispuesta como tablero de ajedrez dando la sensación de distintos planos y profundidades, provocando en su conjunto una especie de mural retro en tres dimensiones.
No cabe la menor duda de que este baño de Juan Roberto Rodríguez rompe con las reglas de lo que se entiende como baño unidad monofuncional, reflejando un uso mucho más lúdico al espacio. A esto se agregan la reutilización del lavamanos herencia de la dueña de casa, el uso de grifería de ahorro de consumo y el aprovechamiento de la luz natural.
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