Mark nació en Hudson, Ohio. Desde pequeño conoció la carpintería a través de su padre, quien en el sótano de su casa mantenía su taller. “Mi padre hizo la cama que ocupé toda mi niñez, y que hasta el día de hoy uso cuando voy de visita. Me trae buenos recuerdos”, cuenta. Mark, quien llegó a Chile hace algunos meses a trabajar en una película de Sebastián Silva (que fue pospuesta), rápidamente encontró el modo de iniciar la producción de sus muebles en Chile. Desde septiembre pasado ha trabajado en más de 17 piezas distintas.

Pero la historia surgió años antes, hace diez, cuando Mark decidió irse a vivir a Brooklyn, Nueva York. Le interesaba una universidad en particular, y fue a la que postuló para estudiar un posgrado en Arte: Pratt Institute. Si bien en un principio no fue aceptado, su insistencia con la oficina de admisión pudo más. Con conocimientos de carpintería, un título en diseño se transformaba en un excelente complemento. Aprendió en Pratt a usar máquinas, siempre bajo la mentalidad del Departamento Industrial de Diseño de enseñar a constructores DIY (do it yourself /hazlo tú mismo).

mesa. En madera de aromo -material que ha utilizado desde que llegó a nuestro país-, es uno de sus diseños favoritos. "Es pesada, egoísta e indulgente, quiere que sepas de qué está hecha; pero al mismo tiempo se ve hecha a mano y acoge".

Trabajó para numerosas firmas pequeñas: muebles, iluminación, exhibición, gráfica y hasta moda, aunque siempre con la idea de estar poco tiempo en ellas puesto que lo que de verdad le interesaba era hacer cosas de manera independiente, a menor escala y sin tener que seguir tantas órdenes. “Es muy interesante y divertido meter tus manos en cada parte del proceso de diseño”, cuenta Mark. Desde el nervio y aprensión de la primera vez con clientes, la selección de los materiales, la entrega una vez removida la gran capa de polvo con la que quedan, etc. Todo es fascinante para él. Una producción a escala mínima, un diseño a la vez, donde todo depende y varía según sus propios criterios y preferencias. “Es entretenido tomar decisiones a medida que vas desarrollando el producto, siempre con la idea general de lo que el diseño final debe representar. Hay variaciones que deben suceder en pro del diseño mismo; algo así como un proceso orgánico que va tomando decisiones por sí solo a veces”. Los cambios son importantes para él, sostiene, sobre todo al tratarse de cómo el diseño funcionará. Siempre hay algo que falta en un dibujo, algo ‘lost in translation’ capaz de ser asumido.

El cliente es esencial en este proceso, sus requerimientos y necesidades; no obstante, todo lo que Mark diseña lleva su línea, siempre innovando tanto en diseño como en técnica, revisando una y otra vez un mismo proyecto con tal de llegar a lo esperado.
Web: markgrattan.com