De exportación
Son chilenos, exitosos y reconocidos en tierras lejanas. Siguiendo su vocación, dejaron nuestro país y emigraron a Europa, para así dedicarse a lo que más les gusta: el diseño. Aquí, cinco compatriotas que hoy triunfan en el extranjero.

Roberto Cárdenas. Estocolmo, Suecia
El arte siempre fue lo suyo. Luego de pasar un año por la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso, Roberto viajó a Holanda, donde fue influenciado por los movimientos artísticos de vanguardia del viejo continente. De vuelta en Chile, obtuvo la Licenciatura en Arte conmención en Pintura y años más tarde se convirtió en profesor al sacar la Licenciatura en Educación con mención en Artes Plásticas, en la Universidad de Playa Ancha de Valparaíso. Ganó el Premio Regional de Arte, pasando a formar parte de la colección permanente del Museo de Arte del Palacio Baburizza de Valparaíso. Tras idas y vueltas entre Chile y distintas ciudades europeas, Roberto decidió, el 2001, radicarse definitivamente en Estocolmo, donde estudió diseño de productos en Beckman Designhögskola. Hoy divide su tiempo entre el diseño, la docencia en el Museo de Arte Moderno de Estocolmo y la poesía. “Lo que más me atrae en el diseño es el momento creativo propiamente tal. Creo que me interesa más la actitud de un artista que el resultado de su trabajo. Es por eso que trato de hacer bien lo que estoy haciendo, con una cierta calidad para mí mismo”, cuenta Cárdenas.
¿Cómo ha sido la evolución de tu diseño en el extranjero?
-El extranjero se puede entender como un ámbito inédito donde desarrollar y poner en escena tus ideas con el propósito de crear una experiencia cognitiva y artística. Este viaje muestra fundamentalmente la experiencia de un proceso de traspasos y cruces entre el primer y el tercer mundo. Latinoamérica es mi lugar de origen y corresponde a todo mi background, es la visión demundo que llevo conmigo como experiencia inmediata,mientras que el llamado primer mundo (Suecia) es mi vivencia diaria. Este desplazamiento es un tema; es un viaje desde un lugar físico a otro, así como también una experiencia vivencial y cognitiva, manifestada a través del diseño y del arte.
¿Es relevante la ubicación geográfica para diseñar?
-No. Para la creación no es relevante. Tienes como ejemplo a los hermanos Campana en Brasil. En el terreno de la arquitectura, a Klotz y a Zegers en Chile. Hay muchos ejemplos que demuestran que desde lo local se puede llegar a ser universal. Lo que cuenta es tener suelo. Otra cosa es la conexión con una industria. Obviamente, si eres diseñador de productos y vives en un país donde no hay empresas que produzcan diseño, no tendrás muchas posibilidades.
¿Cuáles son los desafíos de un diseñador chileno en el extranjero?
-Florecer. Hacer que tu lenguaje sea posible, con todo lo que implica. Incorporarse a la sociedad, asimilar y rechazar códigos nuevos, conservar una identidad y desechar lastres.
¿Qué plus sientes que te ha dado trabajar fuera de Chile?
-El plus ultra tantas veces anhelado: una plataforma de trabajo, un circuito. También tiene un costo enorme, eso hay que decirlo. Queda un corazón partido, se deja no solamente una lengua, sino también una historia, una cultura, un paisaje y, principalmente, un mundo afectivo: los amigos y la familia. Sumando y restando... no sé si se gana o si pierde.
¿Cómo es considerado el diseño chileno en el extranjero?
-No tengo la perspectiva adecuada para responder a esa pregunta. Los grandes centros de diseño son Italia, Escandinavia y Japón. Yo sólo puedo mirar desde acá. Y aquí no se ve muy claro lo que sucede allá. No llegan señales. Es como que no sucediera nada.
Constanza Gaggero. Londres, Inglaterra
Minucioso, funcional y colorinche. Así describe sus diseños Constanza Gaggero, diseñadora de la Universidad Diego Portales, quien asegura que sus principales fuentes de inspiración son la imprenta, el mercado, la artesanía y las cosas a pequeña escala. Acompañando a su marido, el diseñador Juan Pablo Rioseco, Constanza se trasladó a la capital inglesa en abril de 2007. Aunque por un tiempo siguió trabajando a la distancia en proyectos con sus clientes de Chile, a mediados de 2008 decidió que era hora de encontrar un trabajo allá. Postuló al British Museum, donde entró como Senior Designer, encargada del diseño gráfico de exposiciones, de inventar la identidad y el material impreso para las main exhibitions (o exhibiciones principales) y de proyectos de identidad e editorial. En Chile trabajó un tiempo en la revista Paula, para luego formar con su marido el estudio Rioseco & Gaggero, dedicado al diseño de identidad, editorial y señalética. Hoy está desarrollando la identidad y el material impreso para la exposición Italian Renaissance Drawings y la exposición Book of the Dead, que abre a fines del próximo año.
¿Cómo ha sido la evolución de tu diseño en el extranjero?
-He tenido la oportunidad de hacer cambios importantes y constatar que más allá del cómo se verá, tengo algo de facilidad para levantar proyectos, convencer a gente y concretarlos.
¿Es relevante la ubicación geográfica para diseñar?
-Sin duda el estímulo circundante –llámese paisaje, clima, gente– se refleja almomento de diseñar. No me imagino el trabajo de Joseph Müller-Brockmann en la mitad del trópico.
¿Cuáles son los desafíos de un diseñador chileno en el extranjero?
-El mayor desafío es seguir haciendo lo que te gusta. Pero eso también corre para un chileno dentro de Chile.
¿Qué plus sientes que te ha dado trabajar fuera de Chile?
-Te ayuda a afinar el ojo; al estar rodeada de cosas increíbles te dan ganas de ser bueno. Personalmente, el plus ha sido trabajar en el British Museum que, aparte de ser un lugar alucinante donde aprendo todos los días,me ha permitido experimentar con materiales y formatos distintos a los de Chile.
¿Cómo es considerado el diseño chileno en el extranjero?
-No creo que exista el diseño chileno como una marca, así como el “diseño escandinavo”. Sí existe gente que viene desde un país lejano, con ganas de hacer cosas y que al mismo tiempo pude ser talentosa, igual que un finlandés o un japonés.
Juan Pablo Rioseco. Londres, Inglaterra
Admirador de Massimo Vignelli, diseñador neoyorquino-italiano, por su capacidad de síntesis y ausencia de adornos, para Juan Pablo Rioseco el diseño debe ser funcional. Le gusta lo modular y lo fácil de entender y le inspira pensar en los objetos reales que la gente usa en su vida cotidiana. El diseñador de la Universidad Católica se instaló en Londres en abril de 2007 tentado por una oferta de trabajo en la unidad de Design & Communications de Steer Davies Gleave, una consultora independiente de transporte con la que ya había trabajado desde Chile. Sin pensarlo dos veces, aceptó la oferta y junto a su señora, Constanza Gaggero, comenzaron esta aventura. Hoy es Senior Designer de la consultora y hace proyectos de diseño de información como la señalización para estaciones de trenes de alta velocidad en el Medio Oriente de Foster+Partners, los mapas de transporte público en Roma, la señalización para el campus universitario de Middlesex University en Londres, la actualización manual de las normas gráficas para el Transantiago y el plan de señalización turística para Bogotá, Colombia.
¿Cómo ha sido la evolución de tu diseño en el extranjero?
-Por la naturaleza de los proyectos, los resultados son menos inmediatos respecto a los trabajos chilenos. En muchos casos uno trabaja por largo tiempo en algo que puede o no publicarse.
¿Es relevante la ubicación geográfica para diseñar?
-Claro, trabajar en distintas ciudades te ayuda a flexibilizar cosas que uno da por sentado. Los problemas son similares pero el contexto y los usuarios pueden ser bastante distintos.
¿Cuáles son los desafíos de un diseñador chileno en el extranjero?
-Por lo menos en mi experiencia,mi calidad de chileno es irrelevante. En un ambiente donde casi todas las personas con que te toca trabajar no son locales, ser chileno no es tema, es una anécdota.
¿Qué plus sientes que te ha dado trabajar fuera de Chile?
-Experiencia. En poco tiempo he aprendido mucho. También dejar de pensar que la situación de los chilenos es desaventajada, porque en muchos aspectos no lo es.
¿Cómo es considerado el diseño chileno en el extranjero?
-No creo que exista visión alguna sobre el diseño chileno, aun entre los entendidos. Esto sin contar la artesanía, que es probablemente lo mejor que tenemos para ofrecer, y la arquitectura que esmás reconocida gracias a una generación que ha construido harto, con varias publicaciones que los cubren.
Francisca Prieto. Londres, Inglaterra.
Casi nueve años lleva viviendo en Londres. Partió el año 2001 a hacer unmaster a Central Saint Martins College of Art and Design, atraída por lamanera que tienen los ingleses de enfrentar el diseño y el valor que dan a las ideas. El 2006 formalizó la empresa que lleva su nombre y hoy está trabajando en Between Folds (Entre Dobleces): una colección de piezas hechas con papeles de diferentes orígenes. Francisca estudió en la Universidad Católica y dejó su trabajo en una oficina de identidad y packaging para volar a la capital inglesa, “uno de los centros mundiales del diseño y del arte, donde tienes acceso a las exhibiciones y colecciones más increíbles”, explica. Describe sus diseños como innovadores e inusuales y juega con elementos gráficos como las tipografías. “Me interesa fusionar lo conceptual del arte con la funcionalidad del diseño y experimentar haciendo conexiones atípicas entre distintas técnicas,materiales y disciplinas.Mis piezas son únicas o producidas en ediciones limitadas”, nos cuenta y asegura que “el diseño ha alcanzado un cierto nivel y reconocimiento que le permite experimentarmás libremente, no sólo en relación a materiales o procesos, sino que también a ideas y conceptos. Hoy el diseño se ha fundido con la arquitectura y el arte, lo que le ha permitido ganar un importante espacio en museos y en colecciones privadas de arte”.
¿Cómo ha sido la evolución de tu diseño en el extranjero?
-Mi trabajo es diverso y variado, en parte porque me gusta aprender disciplinas, materiales y procesos nuevos, los que después adapto y aplico a mis diseños. El vivir aquí me ha dado la oportunidad de acceder a una variedad de conocimientos que han ayudado a que mi diseño evolucione rápidamente, ya que estoy todo el tiempo experimentando con distintos elementos y técnicas.
¿Es relevante la ubicación geográfica para diseñar?
-Creo que sí. Es inevitable empaparse del mundo que te rodea. Eso no significa que un lugar sea mejor que otro, sino que uno está inmerso en un cierto entorno y eso te afecta y te influye consciente o inconscientemente. La manera como convive lo moderno con lo tradicional en Londres es algo especial, no sé si único, pero sí muy diferente a lo que pasa en Chile. Por un lado está la larga historia de su arquitectura o de los crafts, y, por otro, la modernidad de Foster y Ron Arad. Creo que esto, de alguna manera, se transmite en mi diseño.
¿Cuáles son los desafíos de un diseñador chileno en el extranjero?
-Los ingleses crecen inmersos en un ambiente culturalmente muy rico, que refleja la larga historia y tradición de este país y el fuerte intercambio social y cultural que por siglos han tenido con otros países. No podemos competir con eso, no lo tenemos en Chile. Para una, como diseñadora o artista, ponerse al día es un largo proceso y requiere mucha energía. El idioma tambiénpuede ser una barrera, pero el desafío más importante es entender la cultura: hay que entender cómo funciona el entorno para poder abrirse camino.
¿Qué plus sientes que te ha dado trabajar fuera de Chile?
-El cambiar de país es un desafío. Implica empezar de cero pero también libera de cualquier influencia y ayuda a redescubrir tus verdaderos intereses. Eso me ha llevado a desarrollar mis ideas sin seguir modas o tendencias, ha hecho que mis diseños se diferencien, se alejen de lo convencional y adquieran así un valor especial. Es cierto que empezar de cero es difícil, pero los logros de esta manera son más especiales y gratificantes.
¿Cómo es considerado el diseño chileno en el extranjero?
-De Chile se sabe más bien de su geografía, naturaleza y de su vino…no veo que el diseño chileno se conozca como tal. Creo que es aún muy nuevo y no ha encontrado una voz particular.
Diego Córdova. Barcelona, España.
Las ganas de adquirir experiencia y crecer en términos profesionales hicieron que Diego Córdova, diseñador de laUniversidad de Chile, viajara a Barcelona a principios de año. “La idea principal era encontrar trabajo. Había hecho un par de contactos antes de venir y, aunque tenían muy buena disposición, no se comprometían con nada”, nos cuenta. De pronto se gatilla la crisis económica y el desempleo en España crece y crece. Las entrevistas resultan bien en términos profesionales, pero no había trabajo para él. La solución: dedicarse a proyectos personales y moverlos enmercadosmás receptivos como Holanda,Suiza y Suecia. En Chile, antes de partir, había fundado dos proyectos: Democratic y Public Library. Este último –editorial de ediciones limitadas y plataforma de proyectos– se lo llevó a Barcelona y acaba de lanzar Profile Zine, una revista de sólo 100 ejemplares con entrevista a destacados diseñadores, arquitectos, fotógrafos e ilustradores, que por elmomento se distribuye en Ámsterdam, Buenos Aires y Suiza,además de internet. Sobre su trabajo, asegura que es bastante incierto respecto a los resultados. “No creo que tenga un estilo o mano definida. Generalmenteme enfoco en soluciones simples, en no sobrediseñar”. Para eso, sólo usa tecnología que le sirva y aprende a usar softwares y herramientas según sus necesidades específicas, “en otras palabras no sufro de ansiedad digital”, explica.
¿Cómo ha sido la evolución de tu diseño en el extranjero?
-La verdad es que mi diseño no ha evolucionado por el hecho de estar en el extranjero, la gran ventaja de estar acá es el contacto directo con personas que sí tienen ojos para ver lo que hago y que son capaces de pagar por ello.
¿Es relevante la ubicación geográfica para diseñar?
-Para nada. Internet te permite saber todo lo que está sucediendo en todas partes del mundo y en todas las capas, a nivel político, social, gráfico y cultural. Todo lo que se necesita es estar despierto y decidido por algo.
¿Cuáles son los desafíos de un diseñador chileno en el extranjero?
-Los desafíos son los mismos en cualquier parte del mundo. Ser chileno no tiene nada que ver con el diseño y mucho menos con la cultura visual; somos un país de letrados.
¿Qué plus sientes que te ha dado trabajar fuera de Chile?
-El plus va en el estilo de vida y la gente que conoces. Por lo general, las capitales europeas son cosmopolitas y eso te permite aprender mucho más de las historias y realidades de otros. Por otro lado, el uso de la ciudad; acá está todo en escala peatón, nada es gigante y no todos andan en auto.
¿Cómo es considerado el diseño chileno en el extranjero?
-El diseño contemporáneo en Chile no existe como tal, es difícil tener una identidad cuando no se ha inventado nada. Chile tiene buenos diseñadores, pero no un diseño que lo caracterice.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
4.