Una definición muy simple de patrimonio podría ser: “Algo que se hizo bien hace algún tiempo con mucho esfuerzo y sensatez, y que ahora se está perdiendo por desgaste natural, cataclismos, falta de cuidado y visión”. Preservar el patrimonio corresponde a una actitud muy sustentable y es aplicable para todo tipo de situaciones, desde una tradición a un edificio. Conservar parte del pasado es una necesidad para los humanos, los recuerdos son parte de nuestro presente y constituyen el futuro. La pregunta es ¿qué se preserva y qué es patrimonio?

Hace un tiempo visité el Teatro Municipal de Iquique, cuya renovación está a cargo de la oficina de arquitectura de Patricio Gross y Asociados. Es realmente una gran obra en madera, de amplios espacios.

Tal como me lo explicó su administrador, Mario Cruz, quien llevamuchos años en esta función, actualmente es imposible ventilar el recinto naturalmente; la mayoría de las ventanas están clausuradas, hay tabiques y puertas que cortan el paso del aire, se puso alfombra -incluso en las paredes-, con el fin de corregir complicaciones acústicas, pero esto mismo no permite que el calor salga. La luz artificial es fuerte y en todas las direcciones, y la cubierta original se reemplazó por otra conmenos ventilación de su entretecho. Con todo ello ahora el edificio no es un oasis. Sin personas, la temperatura interior está dentro de lo normal, pero en cuanto ingresan los 750 o más espectadores, la situación se hace insostenible. Por lo que quedan dos posibilidades: dotar al teatro de sistemas de aire acondicionado convencionales, o devolverle el sistema de ventilación de su arquitectura original. Para cotejar la segunda alternativa, fui a analizar otra edificación patrimonial, una de las tantas casas de madera de la calle Baquedano en la misma ciudad, con patio central cubierto y ventilado, de gran altura interior y con doble techo. Obviamente todo funcionaba bien. Había 27º, pero con una brisa natural ascendente (unos 0.5 m/seg) en el patio cubierto se estabamuy grato. Esta cualidad es la que hay que recuperar. Además el teatro se usa en las noches, así es que está la ventaja de que la temperatura exterior a esa hora es de unos 18º.

El patrimonio arquitectónico no es solamente lo que se ve o palpa, sino también su atmósfera. En la antigüedad lo bello era parte de un resultado constructivo y de respuesta al clima. Por ello cada vez que esté frente a alguna obra patrimonial, aparte de valorar su estilo, observe el ambiente interior. Hoy, después de la devastación, se debe pensar también en el ‘ambiente patrimonial’.