Sin acuerdos sustanciales para hacer de este un planeta más limpio y sustentable, terminó la reunión cumbre en Copenhague por la sustentabilidad.

Al parecer, ser insustentable es ´la opción`, se sigue pensando que el progreso tiene un camino: el actual; uno inmediato y no a largo plazo.

La huella ecológica tras esta reunión debe haber sido grande; entre vuelos, despliegues de seguridad, transporte terrestre, alojamiento, comidas, etc., casi era más ecológico no haberla realizado.

Y acá, en nuestro país, a pesar de de cumbres y crisis, se sigue construyendo con trasparencias, con pieles ventiladas acristaladas, continuando con la influencia de modas formales. No hemos aprendido. Se siguen comprando autos en todas partes, los países avanzados y ‘ecológicos’ salvaron sus industrias automotrices de quiebras dando facilidades para que la gente de todo el planeta cambie de auto o compre uno nuevo. Por último, cambiar el auto hubiese sido una oportunidad para deshacerse de los más gastadores, y no fue así.

Por otro lado, pasó la primera vuelta de las elecciones, se acerca la segunda, y toda la inversión en propaganda de seguro no se recuperará.

Pasó la Navidad y, como es costumbre, nos estresamos, compramos cosas inútiles para otros, que hay que cambiar o esconder por un tiempo para regalar en algún cumpleaños, generando inmensas acumulaciones de basura en todo el mundo. Después, el Año Nuevo, cuando se lanzan toneladas de químicos al aire y nadie lo cuestiona; por cierto es un espectáculo fantástico, pero muy insustentable.

El año que viene será igual y todas las promesas de campaña, buenos deseos y metas inalcanzables se olvidarán antes de febrero. Llegarán las vacaciones, más gastos y actividades dañinas para el medio ambiente. Y así para siempre.

Después de ver todo este panorama tan ´humano`, a quienes nos interesa mejorar el planeta sólo nos queda actuar con iniciativa propia y no esperar que alguien decrete que hay que ser eficientes con la energía o que no hay que dañar el medio ambiente. El sentido común es más importante que el progreso material.