Fiestas Patrias, 200 años. Finalmente llegó la celebración que esperábamos hace tanto tiempo. Para muchos es el momento de tomarse una semana de vacaciones y arrancarse a descansar, para los que no, cuatro días de fiesta no están nada mal. Espero que hayan hecho las compras con debida anticipación y que no les falte la carne ni el carbón para los sucesivos asados que inevitablemente se harán. Nosotros, como revista, decidimos preparar un número más relajado, porque la fecha así lo amerita. Les mostramos una típica casa chilena, ejemplo de nuestro pasado tradicional, que después del terremoto va quedando menos. Y es que reconocer en la arquitectura vernácula los beneficios que aporta una construcción pensada para un lugar y clima específicos, es algo que los arquitectos nunca deberían olvidar, ya que como toda buena sabiduría popular es el resultado de pruebas/error que por generaciones se han ido puliendo y mejorando.

Quisimos también mirar qué pasa en el resto del continente, ya que no somos los únicos que estamos de fiesta. Quizás habría sido el momento de aplicar el sueño bolivariano y haber celebrado en grande, como latinoamericanos, todos juntos. Para la próxima…

Desde ya los dejo invitados a la nueva versión de la feria de arte Ch.ACO, que promete ser más grande y mejor que el año pasado, y eso que la primera versión fue muy buena. Reserven en las agendas un par de días, porque habrá mucho que ver.

Buen fin de semana largo.