La cocina, junto con los baños, es probablemente el espacio de la casa donde más se invierte en I+D. Al mercado se están lanzando constantemente nuevos productos, terminaciones y materiales que las transforman en lugares cada día más prácticos y funcionales, pero también acogedores e integradores de funciones. Esto se puede ver desde los muebles y electrodomésticos hasta en la organización interna de los cajones, con múltiples niveles de uso o especificaciones de acuerdo con lo exigente del usuario. Por esto, al momento de diseñar una cocina nueva o pensar en una remodelación, es importante hacer un ejercicio de lwo que uno espera obtener de ella, cuáles son los requisitos mínimos, las terminaciones que no se transan y en qué estamos dispuestos a buscar más de una solución, porque al momento de presupuestar podemos tener diferencias impresionantes, simplemente porque se eligió un material para las cubiertas distinto o quincallería y herrajes más complejos.

Recurrir a un experto es algo que recomendaría sí o sí; no es fácil enfrentarse al universo de propuestas existentes y menos llegar al equilibrio necesario, porque alguien que cocina mucho seguramente va a querer invertir un porcentaje importante de su presupuesto en cubiertas resistentes al calor, a los cortes e idealmente antibacteriales, en cambio alguien que solo la usa para recalentar o preparar comidas livianas le asignará más importancia al look y el ambiente.

Revisen lo que ofrece el mercado y tomen una decisión informada, porque una cocina bien resuelta sin duda es algo que se disfruta por mucho tiempo.