Uno aprende a caminar y luego a andar en bicicleta. Así de directo es el vínculo que históricamente el hombre ha tenido con este objeto”, explica Jarbas Lópes, artista brasileño que desde el 2001 trabaja con la bicicleta y el mimbre, reflexionando sobre la importancia de su uso dentro del contexto de la movilidad humana. Para él la bicicleta es un instrumento que representa el equilibrio perfecto entre la tecnología mecánica y la tecnología del cuerpo humano. Ambas, nos dice, se complementan y aportan un 50% para hacerla funcionar.

La representación de Brasil en la exhibición “Del pasado al presente. Migraciones”, del MNBA, sorprende entonces con una instalación en pleno Parque Forestal, que Jarbas ha bautizado como “El trecho experimental de la Cicloviaérea”, concepto que proviene del imaginario del artista y que propone una pista aérea para bicicletas por sobre el nivel de la calle, que permita el desplazamiento libre y armonioso de éstas favoreciendo la descongestión de las ciudades. Además, la muestra también contempla obras audiovisuales de Cao Guimãres, de la dupla Gisela Motta y Leandro Lima y unas esculturas que el propio Jarbas realizó en conjunto con dos artesanos –Carlos Ossandón y Florindo Duque– de Chimbarongo en mimbre y que se exhiben dentro del museo complementándose con la Cicloviaérea y el material audiovisual. “El mimbre es un material natural que se utiliza de forma artesanal y que rescata lo primitivo”, puntualiza el artista, que ve justamente en esa condición una crítica al mundo industrializado.

Según la curadora de la muestra, Alexia Tala, otro aspecto interesante de esta exhibición es que Jarbas se preocupa de realizar trabajos especialmente para el país en donde se presentará. Así, si en Chile hizo lo propio con los artesanos de Chimbarongo, cuando la muestra se expuso en Viena, por ejemplo, se hizo a través de ilustraciones de un viaje en bicicleta entre Viena y Croacia.

Alexia agrega además que la obra, más allá de la instalación misma, es también lo que va a acontecer dentro de la Cicloviaérea. “Todo ese contacto con la gente, las relaciones, lazos, etc. Ese momento es el que hace la obra de Jarbas. En la inauguración hubo música, capoeira, niños, gente con sus bicicletas, en fin. El trabajo no termina con dejar la instalación ahí en la calle, la interrelación con el público es parte esencial. Para Jarbas el arte y la vida están muy ligados entre sí”, puntualiza Alexia.

• Desde el 7 de septiembre al 7 de noviembre en el MNBA y el Parque Forestal.