Internacional: Una noche en el altar
Francia. ¿Dormir en una iglesia? En principio, hay mejores lugares donde pasar la noche. Salvo que esta fuera convertida en un hotel design.


Eso es lo que ocurrió con una capilla situada en el centro de Nantes (noroeste de Francia)
, salvada milagrosamente de la demolición, que hoy, transformada en hotel, ha recuperado su lugar en la ciudad… aunque quienes cruzan por su imponente puerta ya no son feligreses: son clientes.
Todo comenzó en 2009 con un curioso aviso de una agencia inmobiliaria: “Se vende capilla del siglo XIX, 630 m², con estacionamiento”, y con un joven emprendedor en la búsqueda de “un lugar atípico” para realizar su sueño: crear su propio hotel. Fue el “coup de foudre”. La capilla encontraba al hombre que la sacaría de su abandono o de un destino peor, y este, el sitio donde concretizar su proyecto. Luego de diecisiete años en una sociedad de distribución de bebidas en cafés y restaurantes, Benoit Boiteau, 39 años, deseaba intentar una nueva aventura profesional junto con su compañera, Adeline. Tres años y mucho trabajo después, un hotel-boutique de 28 habitaciones se inauguraba, muy adecuadamente, en un fin de semana de Pascuas. Su nombre -Sozo-, fruto de una búsqueda concienzuda, tiene la feliz coincidencia de un doble significado: “creación” o “imaginación” en japonés, “rehabilitación” en griego. En ambas lenguas el nombre era perfectamente consistente con el proyecto.
La capilla fue renovada sin alterar nada de su forma. Desde el exterior, el monumento neogótico es el mismo de siempre. En el edificio vecino aún viven las religiosas de la congregación de la Sabiduría, que aceptaron con resignación y sin protestas el cambio de uso de su antiguo lugar de culto (entonces llamada la capilla de la Pequeña Sabiduría), ya que ante sus ojos nada cambiaba. “Le dimos al edificio el respeto que merecía”, dice Boiteau. El exterior fue preservado. En cambio, el interior, en el magnífico volumen de 17 metros de altura. “La idea era crear un hotel design único, queríamos lograr un ambiente chic y minimalista, casi monacal”. La principal directriz era preservar al máximo la arquitectura original y resaltarla, mientras que el color blanco sería el hilo conductor de todas las partes nuevas.
Pero si el edificio exuda una gran calma y un espíritu zen, para llegar a ello hubo que afrontar los obstáculos y desafíos que implica someter el imponente inmueble a las normas de construcción en vigor (acceso, seguridad, etc.) y hacer entrar todos los materiales por la puerta original, que no se tocó. “El edificio tiene 1.300 m² en tres niveles, cuando eran solo dos originarios. Lo que hicimos no fue restaurar sino construir un edificio nuevo en el interior de la capilla, una suerte de caja dentro de otra caja. Lo que significa que es posible desmontar el edificio y ¡restituir la capilla a su estado original!”, explica.
Los toques de color -verde manzana, naranja, violeta- los da el mobiliario, principalmente compuesto por piezas icónicas de grandes diseñadores: Philippe Starck, Pierre Paulin, Verner Panton, Charles Eames e Ingo Maurer. Las columnas de piedra dan ‘charme’ y altura a las habitaciones, clasificadas en tres categorías: Experiencia, Tentación y Seducción, las suites junior. De hecho, si todas miden entre 16 y 22 m², cada una es diferente, algunas (las del tercer piso) están bajo las bóvedas, otras suspendidas en un cubo de acero inoxidable. A medida que se sube en categoría, aparecen los rosetones en vitraux, cuyos colores se reflejan en los inmaculados acolchados blancos, un privilegio que puede costar hasta 450 dólares por noche. Contrariamente a lo que podría creerse, cualquiera sea su orientación, ya sea sobre las casas del viejo Nantes o sobre el jardín botánico, las habitaciones son muy claras y luminosas y en todas ellas se puso atención a cada detalle, por supuesto incluyendo todos los adelantos hoy en día esenciales para la clientela sofisticada a la que se desea satisfacer, aquella “que busca una experiencia, que salga de lo común”. “Nuestro objetivo era hacer un hotel a donde no se viene “solo” para dormir”, concluye.
Y ahora, ¿tiene otros proyectos tan ‘locos’ como este? “No en lo inmediato, pero en mi cabeza ¡sí!”, nos responde. Habrá que esperar.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.