Como dice el diseñador egipcio Karim Rashid, "los colores son uno de los fenómenos más bonitos de nuestra existencia, son vida y una manera de tratar nuestras emociones, nuestra psiquis y ser espiritual". Una afirmación cierta, que todos hemos vivido alguna vez. Si a todo esto le añadimos materiales, texturas, formas y estilos sin discriminar nada, ocurre algo así como un Big Bang; una anarquía rica, un resultado potente y seguro, una mezcla de aquellas. Bueno, si hay alguien en nuestro país que sabe de esto es la decoradora Ximena Tannenbaum. Un personaje reconocido por su trayectoria en la industria del estilo, pero también por su personalidad extravagante y alegre. Para contextualizar, fue ella quien trajo a Chile las primeras limusinas, esto a modo de ejemplo, y para aclarar que ella es bastante más que la decoradora que incursionó con el art deco. Sus ambientaciones se distinguen instantáneamente, por supuesto con animal print, terciopelos, plumas, fibras naturales, lágrimas, diseño contemporáneo y, of course, deco.

comedor. La simpleza del diseño de la mesa de comedor, modelo Tulip de Saarinen, se quiso contraponer con  sillas de diversos materiales como mimbre, madera y resina.

"Amo la mezcla, para mí esto es un arte. Me importan la vida y el significado de cada objeto, que represente una época y una historia detrás", dice Ximena mientras prende su octavo cigarro.

Artistas como Margarita Dittborn, Isabel Klotz, Francisco Smythe, Samy Benmayor, Carolina Landea y Benjamín Lira, se hacen presentes en este departamento con diferentes obras combinadas entre sí.

Las colecciones son su fascinación, y mejor si se combinan entre ellas -"no puedo evitarlo, empiezo a buscarles un compañero"-; por esto, aquí vemos distintas recopilaciones de sillas en miniatura, saleros, perfumes y pisapapeles, todo dispuesto en una gran repisa que cruza a lo largo el living diseñado por Orlando Gatica.

tesoro. Una de las más llamativas colecciones que tiene Ximena son las sillas en miniatura, recopiladas durante toda una vida a través de remates, regalos o tiendas como Vitra y Santiago Milán. Aquí se unen modelos tanto antiguos como contemporáneos, tales como un comedor completo de madera art deco y las sillas Barcelona, Wassily, Zigzag y Mackintosh.

Distintas épocas y procedencias se conjugan en este departamento, ahí está la gracia y en donde las emociones de Ximena se manifiestan, "simplemente fuertes recuerdos", agrega ella; como llamativos altares, la clásica silla de mimbre 'Julio Iglesias' o la mesa lateral negra a quien ella llamó 'Coco Chanel' por su contenido glamoroso, expuesta hace algunos años en el Parque de las Esculturas de Providencia en un concurso de artistas.

El gusto por el mundo animal de Ximena se ve reflejado especialmente en lo animal print, como el cubrecamas de leopardo de su pieza que hace juego con la antigua cama colonial diseñada por Francisco Monge.

Una genialidad más de esta decoradora innata, quien confiesa haber entrado a este rubro por casualidad, al mismo tiempo, que vendía autos en Iquique junto a su familia cuando vivieron por un tiempo en esa ciudad.
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