Un sillón inspirado en uno de los animales más especiales de la naturaleza: el pavo real. Eso es la silla Peacock de Hans J. Wegner, quien fue hijo de un zapatero, oficio que junto a la ebanistería marcaron luego su trabajo. Aunque las líneas de muchos de sus muebles tomaron delmodernismo sus bases, la esencia orgánica y artesanal del diseño escandinavo estuvo siempre presente en sus creaciones.

A partir de los años 50, los muebles en madera maciza de Wegner fueron criticados positivamente y luego aclamados no sólo en Dinamarca. En esta época el diseñador decía que sus muebles pretendían ser “todo lo simples y genuinos que fuera posible, para mostrar lo que podemos crear con nuestras propias manos, para tratar de dotar de vida a la madera, para darle espíritu y vitalidad y para que las cosas sean tan naturales que sólo puedan ser obra nuestra”.

Su enfoque del diseño, orgánico y escandinavo, se centra, tal como en la silla Peacock, en vínculos físicos, psicológicos y emocionales entre los usuarios y los instrumentos para vivir. Simplificando y purificando la forma y la construcción, Wegner adaptó piezas tradicionales, tal como es el caso del diseño que aquí vemos, en la que mirando a la clásica silla inglesa Windsor mutó de la dureza, color y textura del roble inglés, a una versión mucho más gentil y en madera de haya.

Diseño Escandinavo, editorial Taschen.

• (1915–2007) Hans J. Wegner trabajó como diseñador junto a Arne Jacobsen y Erik Moller. En 1943 fundó su propio estudio en Gentofte, desde donde colaboró con Borge Mogensen en el diseño de un departamento que formó parte de la exposición de ebanistas de 1946 en Copenhague.

• En la Feria de Milán de este año el diseñador neoyorkino Dror Benshetrit presentó la Peacock Chair del siglo XXI junto a la firma italiana Cappellini. (www.studiodror.com)