¡Saca la mano de la palanca de cambios!

Es más habitual de lo que piensas. Miles de conductores diariamente dejan descansar su mano derecha sobre la palanca de cambios. ¿Mala costumbre? ¿Peligro inminente? Te explicamos las consecuencias que puede tener.




Seguro que ni siquiera te habías dado cuenta, pero muchas veces, al manejar, dejas la mano derecha descansando sobre la palanca de cambios. Cuando esperas en el semáforo, cuando sabes que pronto vas a pasar el cambio… cuando estás cansado del tráfico y lo único que quieres es llegar a casa.

Si te enseñó a conducir un familiar, seguro nunca te dijo lo que siempre recalcan en las escuelas de conducir: “después de pasar el cambio la mano debe volver siempre al volante”.

Una regla “de manual” que muchos se saltan pero que tiene grandes repercusiones en términos de seguridad y de cuidad la mecánica de nuestro vehículo.

Lo primero es nuestra seguridad, por lo que las manos siempre deberían estar posicionadas “un cuarto para las tres”, o en extremos opuestos del volante en forma horizontal, así aseguramos la mayor maniobrabilidad en caso de un viraje repentino o maniobras que requieran un mayor agarre del volante.

De la palanca directo al volante. No importa si pasamos una marcha, cambiamos la radio, ajustamos la temperatura o tocamos la pantalla (hay marcas como Mazda que creen que esto es de lo más distractor), la mano derecha siempre debe volver al volante con la mayor rapidez posible, puesto que es la única manera de asegurar maniobras precisas y de alta eficiencia en casos inesperados.

Ahora, si nos enfocamos en la mecánica del auto, apoyar la mano constantemente en la palanca da cambios puede provocar averías a largo plazo.

La palanca de cambios tiene una estrecha relación con todo el sistema de transmisión de tu auto. cualquier presión innecesaria que tenga, claramente se transmitirá al delicado mecanismo de la caja de cambios. Puede que no sea de un día para otro, pero al apoyar la mano en la palanca estaremos creando un desgaste permanente y prematuro en los diversos elementos, engranajes y rodamientos.

Si hoy te cuesta enganchar una marcha, o a veces esta no permanece bien enganchada y crees que eso es una “maña” de tu auto, puede que estés equivocado, y sea un problema provocado por tu estilo de manejo.

Cuidar la caja es bastante sencillo: sacar la mano, no golpearla o hacer movimientos bruscos y evitar cambiarse del puesto del conductor al del copiloto por dentro del auto, ya que esto muchas veces repercute en daños. Depende de ti hacer que el sistema mantenga su funcionamiento óptimo.

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