Carteles asesinan a alcalde en México y reavivan polémica sobre cómo combatirlos
Desde el “abrazos no balazos” hasta la guerra contra los narcos que sumió al país en la violencia en 2006, la opinión pública está dividida sobre qué hacer para contrarrestar al crimen organizado.

Un alcalde “que hablaba demasiado” terminó siendo asesinado este sábado, en plena fiesta del Día de Muertos, conmoviendo a la opinión pública mexicana. Al oeste del país, el edil de Uruapan, Carlos Manzo, se había convertido en una “piedra en el zapato” para los carteles de Michoacán, donde ha estallado la violencia entre carteles rivales.
En un estado principalmente conocido por la exportación de la palta y el limón, los grupos criminales se concentran más en la extorsión y no tanto en el narcotráfico. Carlos Manzo había dedicado sus últimos meses a denunciar a los grupos criminales, llegando a prometer acciones letales contra los carteles. A menudo con un sombrero de vaquero, el edil buscaba proyectar una imagen de “sheriff” prometiendo mano dura.
Ahora asesinado por un “sicario kamikaze”, Manzo es otra víctima del crimen organizado en México, pero su muerte ha desafiado la estrategia de la presidenta Claudia Sheinbaum contra los carteles, dejando en evidencia su insuficiencia.

Manzo se había caracterizado por una postura crítica hacia Claudia Sheinbaum, de la que decía que su estrategia de seguridad era un fracaso. Desde su alcaldía en Uruapan, y también a través de redes sociales, constantemente exigía más fondos para poder combatir a los carteles. “Hace falta mayor determinación de la Presidenta de México”, aseguró en una entrevista.
A pesar de haber recibido amenazas, en ese tiempo decía que no daría un paso atrás en su lucha. “No quiero ser un presidente municipal más de la lista de los ejecutados, de los que les han arrebatado la vida. Tengo mucho miedo, pero tengo que acompañarlo de valentía”, dijo en esa ocasión.
Precisamente este sábado por la noche, en medio de una ceremonia con velas para Día de Muertos, un hombre le disparó siete veces, según indicaron las autoridades. En videos del ataque se ve cómo decenas de personas corren para ponerse a resguardo mientras suenan los disparos.

En la región donde murió Manzo operan, al menos, cinco carteles, siendo el más importante el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), al cual se le asocia con el asesinato. De todos modos, el atacante murió en el lugar, abatido por las autoridades, y el gobernador de Michoacán aseguró que se había detenido a otros dos sujetos por el ataque.
En redes sociales, Manzo llevaba tiempo criticando al expresidente Andrés Manuel López Obrador por su política de “abrazos, no balazos” contra los criminales, y a Sheinbaum, que en cierto modo continuaba con el enfoque de AMLO. La actual estrategia de Sheinbaum, más que combatir con armas, es priorizar el uso de la inteligencia y la investigación sobre la lucha directa contra la delincuencia. Asimismo, la Presidenta habla de garantizar “una sólida coordinación entre organismos de seguridad”, y abordar las causas profundas de la violencia.
Sheinbaum ha defendido su estrategia, que busca evitar enfrentamientos directos y bajas masivas. Esto, recordando la guerra contra el narco que tuvo lugar después de que el gobierno de Felipe Calderón se enfrentara a los carteles en 2006, en un baño de sangre que aumentó a cientos de miles los asesinatos en el país, tanto por parte de las bandas rivales como el ejército que se involucró.

Sin embargo, para el que llamaron “Bukele mexicano”, esa postura no estaba tan mal. Manzo había hecho público el descubrimiento de fosas comunes y campos de “entrenamiento” de carteles en su municipalidad, y apoyaba la idea de matar a individuos sospechosos de atentar contra civiles o contra las autoridades.
“Si la persona se encuentra en ese momento abriendo fuego contra la población civil, pues lo vamos a abatir. Y si eso es delito, pues ya tendremos que defendernos en los tribunales o ya tendremos que pagar con cárcel”, afirmó Manzo en un evento público en mayo.
En ese mismo evento desafió a la Presidenta: “Si ella cree que va a detener a los delincuentes sin un disparo, y se van a entregar, pues que ya lo haga. Y créanmelo, si ella lo logra, lo más pronto posible yo presento mi renuncia”.

De todos modos, en el año que lleva Sheinbaum en el poder y a pesar del asesinato, la Presidenta puede presumir ciertas cosas. A diferencia del gobierno de su antecesor y mentor, Sheinbaum ha multiplicado las detenciones y operativos contra carteles, y ha habido una fuerte disminución de los homicidios, que en septiembre de 2025 promediaron 59,5 casos diarios frente a 86,9 en el mismo mes de 2024.
A pesar de eso, la muerte de Manzo pone en duda los alcances de su estrategia, que ella misma reconoció es necesario “reforzar”. En tanto, cientos de personas salieron a protestar por las calles de Michoacán, exigiendo justicia para el edil asesinado. A pesar de su muerte, el sombrero de vaquero se volvió un símbolo en estas protestas.
Manzo “decidió romper con la inercia que tenía el municipio de Uruapan de sinergia con los carteles”, indicó a AFP el analista en seguridad David Saucedo, al explicar su popularidad. De acuerdo con el analista, el objetivo del crimen contra Manzo fue ser una advertencia contra la resistencia institucional: “El objetivo era que los grupos criminales minaran la resistencia de los gobiernos municipales que se resistieran a ser títeres del control criminal. Carlos Manzo, a diferencia de sus antecesores y de otros alcaldes de la región, decidió dar la batalla y esto le costó la vida”.
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