El juez del que depende el futuro de Puigdemont

Puigdemont
Foto: AFP.

El magistrado español Pablo Llarena reactivó la euroorden de arresto contra el líder catalán.


Desde la declaración de independencia de Cataluña el 31 de octubre del año pasado, la vida política catalana está prácticamente en manos de Pablo Llarena, el juez del Tribunal Supremo que se convirtió, ese mismo día, en el magistrado instructor de la causa contra el independentismo catalán.

El magistrado, que llegó a Barcelona a principios de los años 90, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Cataluña. Así, si alguien ha vivido en directo el auge del independentismo catalán en los últimos veinte años ha sido precisamente Llarena. Fue este juez quien reactivó la euroorden contra Carles Puigmont.

Dentro de la carrera, se sabe que el juez tiene influencia dentro del sector conservador de los magistrados catalanes. Uno de sus casos más mediáticos y polémicos fue la condena de un año de cárcel y seis de inhabilitación al cantante de Def con Dos, César Strawberry, por unos mensajes en Twitter sobre Carrero Blanco. La fiscalía lo acusó de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona.

Llarena fue también presidente y portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura, la más numerosa y conservadora de la región. Desde este cargo, le tocó pronunciarse en más de una ocasión sobre el desafío independentista, un asunto que, en su opinión, debía resolverse en el ámbito político. Sin embargo, la semana pasada, procesó por rebelión a los líderes políticos y sociales del proceso independentista catalán.

El magistrado, que ha recibido amenazas de muerte contra su esposa vía Twitter, consideró que en el intento de separación se dieron elementos de violencia e incluso lo comparó, de forma implícita con el golpe del 23 de febrero de 1981, como constató el diario El País.

Ahora, a casi seis meses de su llegada al Tribunal Supremo, el juez se encamina a concluir la investigación sobre el proceso que culminó con la intervención estatal de la autonomía catalana a través del artículo 155 de la Constitución española. En cuestión de días, envió a prisión a cinco líderes del movimiento independentista catalán y reactivó la orden de detención europea que terminó con la detención de Puigdemont en Alemania el domingo.

En medio de este ambiente de gran tensión, la policía antidisturbios intervino para despejar una autopista en Cataluña, cortada por militantes secesionistas que protestaban contra la detención de Puigdemont.

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