“No estoy buscando un alto el fuego, estamos buscando algo mejor que un alto el fuego”, dijo este martes Donald Trump a la prensa a bordo del Air Force One, poco antes de regresar a Estados Unidos procedente de una cumbre del G7 en Canadá, que abandonó anticipadamente. “Un final, un final real, no un alto el fuego, un final. Algo que sea permanente, o rendirse del todo”, explicó, asegurando que lo veía posible en las próximas horas. “Es muy sencillo. Debe rendirse del todo. Irán no puede tener ni una sola arma nuclear”, insistió en el avión presidencial.

Trump se había mostrado optimista sobre la posibilidad de un acuerdo el fin de semana, pero su optimismo se ha demostrado infundado en otras ocasiones, como cuando aseguraba que pondría fin a la guerra de Ucrania en un día. Dando señales contradictorias, primero aseguró que estaba considerando enviar al vicepresidente, J. D. Vance, y a su enviado especial para Medio Oriente, Steve Witkoff, para reunirse con los iraníes, pero que dependía de lo que sucediera al regresar. Después dijo: “No tengo muchas ganas de negociar” con Irán.

Antes de dejar Kananaskis, donde se celebra la cumbre del G7 en Canadá, Trump había apuntado sus dardos contra el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, por asegurar que el mandatario estadounidense estaba regresando abruptamente a Washington para tratar que Irán e Israel alcanzaran un alto el fuego. “El presidente Emmanuel Macron, de Francia, en su afán por llamar la atención, dijo erróneamente que yo abandoné la cumbre del G7, en Canadá, para regresar a Washington D.C. y trabajar en un ‘alto el fuego’ entre Israel e Irán. ¡No es cierto! Él no tiene ni idea de por qué me dirijo ahora a Washington, pero desde luego no tiene nada que ver con un alto el fuego. Es algo mucho más grande que eso. Ya sea a propósito o no, Emmanuel siempre se equivoca. ¡Estén atentos!“, afirmó en Truth, su red social. Macron advirtió este martes que cualquier intento de cambiar el régimen en Irán resultará en “caos”.

Ya de regreso en la capital norteamericana, Trump insistió en la idea con otro mensaje. “No me he puesto en contacto con Irán para mantener ‘conversaciones de paz’ de ninguna manera, forma o modo. ¡Esto no es más que otra NOTICIA FALSA y TOTALMENTE INVENTADA! Si quieren hablar, saben cómo ponerse en contacto conmigo. Deberían haber aceptado el acuerdo que se les ofrecía: ¡habrían salvado muchas vidas!“, escribió.

Y en una serie de mensajes durante la mañana de este martes, Trump reiteró sus advertencias a Teherán. “Ahora nosotros controlamos completamente y totalmente el espacio aéreo iraní”, señaló en su red social, al tiempo que afirmó que Estados Unidos “sabe exactamente dónde se esconde” el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei. “Es un blanco fácil, pero está seguro allí. No vamos a sacarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora", aseguró. “Pero no queremos que disparen misiles contra civiles, ni contra soldados estadounidenses. Nuestra paciencia se está agotando. ¡Gracias por su atención en este tema!”, añadió. Acto seguido escribió: “¡RENDICIÓN INCONDICIONAL!”.

Trump se ha negado reiteradamente a revelar si Estados Unidos se implicará militarmente para ayudar a Israel en su actual campaña en Irán, y la Casa Blanca ha dicho que las fuerzas norteamericanas en Medio Oriente mantienen “una postura defensiva”, después de que Washington confirmara el envío de “capacidades adicionales” a la región.

No obstante, Trump dijo a los reporteros en el Air Force One que este mismo martes estaría en la sala de crisis de la Casa Blanca. La “Situation Room”, como la conocen en Estados Unidos, es el espacio en el que los presidentes reúnen a su Consejo Nacional de Seguridad en momentos de tensión geopolítica, o cuando tienen que supervisar operaciones militares importantes.

Alimentando las especulaciones sobre una eventual intervención militar de Washington, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, confirmó que dio la orden durante el fin de semana para “desplegar capacidades adicionales al área de responsabilidad del Mando Central de Estados Unidos (Centcom)”, que opera en Medio Oriente, ante el recrudecimiento del conflicto entre Israel e Irán.

Sin embargo, el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, desmintió las informaciones de la cadena de televisión israelí Channel 14 sobre el papel activo de Estados Unidos en los bombardeos contra Irán. “Las fuerzas estadounidenses mantienen su postura defensiva y eso no ha cambiado. Protegeremos a las tropas estadounidenses y nuestros intereses”, manifestó en su cuenta en la red social X. Algo que también hizo Alex Pfeiffer, subdirector de Comunicaciones de la Casa Blanca. “No es cierto”, dijo sobre las versiones de la prensa israelí que aseguraban que EE.UU. estaba atacando a la República Islámica.

El Ejército estadounidense, en todo caso, ha trasladado un gran número de aviones de reabastecimiento a Europa para ofrecer opciones a Trump mientras las tensiones en Medio Oriente estallan en un conflicto entre Irán e Israel, dijeron bajo anonimato el lunes a Reuters dos funcionarios estadounidenses.

Los funcionarios también revelaron que el portaaviones estadounidense “Nimitz” se dirigía a la región, en lo que uno de ellos dijo que era un despliegue planificado de antemano. El USS “Nimitz” tiene capacidad para 5.000 personas y más de 60 aviones, incluidos cazas de combate. El portaaviones abandonó el mar de China Meridional el lunes por la mañana, según datos del sitio web de seguimiento de embarcaciones Marine Traffic.

El USS “Nimitz” tenía previsto realizar una escala en el puerto de la ciudad de Da Nang, en Vietnam, más adelante en la semana. Sin embargo, la visita fue cancelada debido a un “requisito operativo emergente”, según informó una fuente diplomática que recibió la notificación de la Embajada de Estados Unidos en Hanói.

La decisión “más crucial”

Según CNN, Trump se encuentra bajo presión desde dentro de Israel mientras considera “la decisión de seguridad nacional más crucial de sus dos presidencias”: si intentará un golpe mortal contra el programa nuclear iraní.

Israel, asegura la cadena de televisión estadounidense, está enviando “señales claras”, incluso a través de exaltos funcionarios, de que espera que Estados Unidos finalmente se una al conflicto y utilice su ventaja militar única para destruir el complejo nuclear iraní de Fordow, que se encuentra enterrado a gran profundidad.

“Creemos que Estados Unidos y el Presidente de Estados Unidos tienen la obligación de garantizar que la región avance por un camino positivo y que el mundo esté libre de Irán, que posee un arma nuclear”, declaró el exministro de Defensa israelí Yoav Gallant a Bianna Golodryga, de CNN, en una entrevista.

Gallant advirtió que Trump tenía el futuro del mundo en sus manos. “Esto podría ser un desastre para el mundo”, dijo, refiriéndose a la posibilidad de una bomba iraní. “Y creo que la determinación demostrada recientemente por el Presidente estadounidense allanará el camino para que Estados Unidos participe en esta importante operación”, añadió. “El Presidente de Estados Unidos tiene la capacidad de cambiar Medio Oriente e influir en el mundo”.

Mientras tanto, el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aprovechó una entrevista con ABC News el lunes para echar agua fría sobre el canal diplomático con Irán que Trump parece desesperado por revivir, diciendo que había sido utilizado para “engañar a Estados Unidos”.

La sensación de que se está gestando una crisis política y de seguridad nacional entrelazada se vio exacerbada por la decisión de Trump de abandonar repentinamente la cumbre del G7 en el oeste de Canadá el lunes por la noche, indicó CNN. “Tengo que regresar temprano por razones obvias”, dijo Trump. “Lo entienden. Esto es algo serio”.

En un artículo titulado “Cómo Trump cambió su postura sobre Irán bajo presión de Israel”, el diario The New York Times destaca que el Presidente estadounidense pasó los primeros meses de su mandato frenando los intentos de Israel de atacar el programa nuclear iraní. “Con la guerra en marcha, su postura ha fluctuado mientras considera el despliegue del Ejército estadounidense”, sostiene.

Pero las presiones para que Estados Unidos decida unirse a la lucha contra Irán no solo provienen de Israel. The Guardian asegura que los halcones conservadores en Washington piden ataques estadounidenses inmediatos a las instalaciones de enriquecimiento de uranio iraníes.

Lo que está en juego, según el diario británico, es si Estados Unidos podrá atacar el reducto montañoso que alberga la planta de enriquecimiento de combustible de Fordow, un sitio clave de enriquecimiento de uranio oculto a 80 o 90 metros bajo tierra que no puede ser atacado directamente por los aviones israelíes, aunque pueden bombardear parte de la infraestructura que permite que la planta funcione.

Un ataque directo requeriría las bombas antibúnker guiadas por GPS GBU-57/B de 13.600 kilos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y los bombarderos furtivos B-2 capaces de transportarlas, lo que hace que la adhesión de Washington sea un objetivo clave para los funcionarios israelíes.

“Trump está reuniendo las fuerzas necesarias para llevar a cabo el ataque a Fordow”, escribió Daniel Shapiro, exfuncionario del Pentágono para asuntos de Medio Oriente y exembajador en Israel. “Aviones cisterna, cazas y el segundo portaaviones. Esto no significa que haya tomado la decisión, pero se está dando la opción. ¿Podría aprovecharse esto para obtener una importante concesión iraní que evite su necesidad?”, se preguntó.

Según The Guardian, republicanos tradicionales como el senador Tom Cotton, así como altos funcionarios del Pentágono como el general Michael Erik Kurilla del Centcom, han seguido insistiendo en que Trump necesita una política más agresiva hacia Irán.

Kurilla fue visto como especialmente influyente a la hora de impulsar la “Operación Rough Rider”, la campaña estadounidense de siete semanas contra los hutíes que concluyó abruptamente después de consumir más de 1.000 millones de dólares, miles de bombas y misiles, siete vehículos aéreos no tripulados que fueron derribados y dos aviones de combate que se hundieron tras caer de portaaviones.

Cuando la semana pasada el presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, Mike Rogers, le preguntó si el Centcom estaba preparado para “responder con una fuerza abrumadora para evitar un Irán con armas nucleares”, Kurilla respondió: “Sí… He proporcionado al secretario de Defensa y al Presidente una amplia gama de opciones”.

Pero a los deseos de los halcones republicanos se oponen los llamados aislacionistas de MAGA (Make America Great Again), que exigen que Trump cumpla su promesa de campaña de no involucrar a Estados Unidos en nuevas guerras en el extranjero. Personalidades como Steve Bannon y Tucker Carlson afirman que la decisión de atacar a Irán representaría un repudio a su movimiento político de 10 años de antigüedad y a los principios de “Estados Unidos Primero”. “No quiero que Estados Unidos se vea envuelto en otra guerra en Medio Oriente que no nos beneficie”, declaró Carlson el lunes en el programa “War Room” de Bannon.

“El intenso debate en el movimiento MAGA que está dividiendo a los medios conservadores es una señal de que la propia base de apoyo de Trump está en juego, y de que un legado que prometió que no estaría marcado por el intervencionismo extranjero también está en juego”, escribió CNN.

“Lo que ocurre aquí es que algunos miembros del movimiento aislacionista, liderados por Tucker Carlson y Steve Bannon, están preocupados por la posibilidad de que estemos ayudando a los israelíes a derrotar a los iraníes”, declaró a CNN Mitch McConnell, exlíder republicano del Senado. “Diría que ha sido una semana bastante mala para los aislacionistas”, comentó.

Y Netanyahu también dirigió un mensaje a los críticos de Trump del movimiento MAGA. “Hoy es Tel Aviv. Mañana es Nueva York. Miren, entiendo ‘América Primero’. No entiendo ‘América Muerta’. Eso es lo que esta gente quiere”, declaró el Primer Ministro israelí a ABC News.

Pero, como apunta CNN, “una pregunta fundamental subyace a este debate interno sobre MAGA: si ‘Estados Unidos Primero’ no tiene como objetivo evitar el tipo de atolladeros en Medio Oriente que arruinaron la presidencia republicana del presidente George W. Bush, ¿realmente significa algo?”.

“El éxito político de Trump se forjó en el corazón de Estados Unidos, en el tipo de pueblos que enviaron a sus jóvenes a luchar y morir en las guerras posteriores al 11-S. Esos conflictos comenzaron con un éxito inicial impactante, como el que Israel celebra con la eliminación de los principales líderes militares y científicos nucleares iraníes. Pero degeneraron en sangrientas batallas que aún atormentan la política estadounidense. Nadie habla abiertamente de traición todavía. Pero hace apenas un mes, en Arabia Saudita, Trump reiteró su oposición al intervencionismo y la construcción de naciones en Medio Oriente”, señaló la cadena de televisión.

“La alergia a este tipo de enredos extranjeros no es solo endémica del proyecto político de Trump: sus dos predecesores, Barack Obama y Joe Biden, compartían una opinión muy similar (…) Pero ahora le ha tocado a Trump tomar una decisión que todo presidente moderno temía”, destacó CNN. “Trump enfrenta presiones de todos lados, pero su fatídica decisión sobre Irán es una que solo él puede tomar”, concluyó Stephen Collinson, analista de la estación de Atlanta.