La juventud de Fidel revisitada

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Fidel Castro, en su primera conferencia de prensa después de salir de la prisión.

El académico de Harvard, Jonathan M. Hansen, acaba de lanzar el libro Young Castro, una biografía sobre la juventud del fallecido líder cubano, donde lo presenta como admirador del New Deal estadounidense y escéptico del comunismo.


"No estoy defendiendo a Castro en este libro, no es un intento de rehabilitar su figura. Es un intento de recrear su vida y comprender sus decisiones de cara al futuro". Así defiende Jonathan M. Hansen, profesor titular de la Universidad de Harvard, su nuevo libro titulado Young Castro: The Making of a Revolutionary (El joven Castro: la creación de un revolucionario), una biografía sobre la juventud del fallecido líder cubano.

El libro, según reza su presentación, retrata con rigor académico los primeros años de Fidel hasta convertirse en revolucionario, para mostrar "un demócrata liberal que admira las políticas del New Deal estadounidense y es escéptico sobre el comunismo, pero también es hostil al imperialismo estadounidense".

Hansen comenzó su investigación biográfica en 2011, con la lectura de textos y entrevistas a amigos, confidentes y allegados a Castro, quien se encontraba ya retirado del poder por motivos de salud. Para escribir el libro visitó Cuba cerca de 25 veces, al tiempo que entrevistó a Enma y Juanita, las hermanas de Fidel. También asegura que otras personas cercanas le ofrecieron sus cartas, como Natty Revuelta, la amante de Fidel y madre de Alina Fernández, la hija extramatrimonial, pero reconocida de Castro. Asimismo, el historiador estadounidense tuvo acceso a los archivos de la Oficina de Asuntos Históricos (OAH), del Consejo de Estado cubano, lo mismo que a los documentos del Departamento de Estado norteamericano y de la CIA.

"Mi intención al escribir este libro no es revelar secretos desconocidos de los políticos cubanos, sino volver a presentar a Fidel Castro al público en Estados Unidos (y a todo el mundo) quienes han llegado a conocerlo a través de las falladas relaciones diplomáticas entre los dos países", comenta a Hansen La Tercera, citando un extracto de una carta que escribió a los directores de los archivos históricos cubanos en 2012, cuando estaba buscando acceso a sus documentos para escribir el libro.

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Forzado al exilio en México, Fidel disfruta junto a sus amigos comiendo espaguetis marinera, en julio de 1955.[/caption]

Según Hansen, la motivación para escribir Young Castro nació con su libro anterior, Guantánamo: An American History, publicado en 2011. "Escribiendo mi libro de Guantánamo, me di cuenta de que los ciudadanos estadounidenses no comprenden ni el motivo de la Revolución cubana ni las razones de las controversias políticas por la reforma agraria, la alianza con la Unión Soviética, y la aversión a las libertades civiles", comenta el académico en la misiva enviada a los responsables de los archivos históricos de la isla.

El académico de Harvard ha dicho que su libro busca "repensar nuestros estereotipos y caricaturas respecto a Fidel Castro". En ese sentido, comenta que el líder cubano "no se comprometió con el comunismo hasta después del triunfo de la revolución, en enero de 1959. En última instancia, no lo hizo como un fin en sí mismo, sino como un medio para asegurar la revolución de la oposición interna y extranjera, incluida la del gobierno de Estados Unidos". De la misma forma, relata que en las cartas intercambiadas con revuelta, "Castro revela un interés en el programa New Deal de Roosevelt".

En su investigación sobre la juventud del líder isleño, Hansen dice que "como estudiante universitario idealista, político incipiente y crítico de la política corrupta de Cuba, y más tarde como un oponente inflexible del dictador Fulgencio Batista, Castro demostró un profundo compromiso con las libertades civiles".

¿Qué pasó entonces después de la revolución? "Inmediatamente al final de la guerra, a principios de enero de 1959, Castro se enfrentó a opositores internos y externos bien financiados, junto con la oposición del gobierno de EE.UU. Frente a esta oposición, Castro creía que la libertad civil y la política eran lujos. ¿Estaba equivocado? Dígame usted. Estoy más interesado en explicar que en juzgar a Castro", concluye Hansen.

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