Por Bastián DíazLa polémica racista que pone en aprietos al líder de la extrema derecha británica
Durante su adolescencia, Nigel Farage molestaba a sus compañeros africanos, indios y judíos, imitando el sonido de las cámaras de gas y diciendo que “Hitler tenía razón”.

En un poco sorprendente giro de la trama, el líder del partido antimigración Reform UK era racista cuando joven. Al menos eso último es lo que denunciaron en el diario británico The Guardian quienes fueron compañeros de él en el liceo, retratando a un Nigel Farage abusivo con sus compañeros indios, judíos y africanos.
Farage, líder de la agrupación populista de derecha, tiene hoy 61 años, y las acusaciones se refieren a hechos ocurridos en las décadas de los 70 y 80. A pesar de la evidencia que incluso los profesores de su liceo mantienen, el político asegura que se trata de historias inventadas contra él.
La pregunta es si podrá esta revelación detener o no el crecimiento que ha venido teniendo Reform UK en los últimos meses, posicionándose como un partido que podría, incluso, llegar a ganar las próximas elecciones en Reino Unido. Las encuestas señalan que hoy, si hubiesen comicios, Farage tendría grandes posibilidades de convertirse en el primer ministro británico.

Andrew Field es uno de los 20 compañeros que estuvieron en el Dulwich College con Farage, y que lo acusaron públicamente de comportamientos “profundamente ofensivos, racistas y antisemitas” durante su adolescencia. Estas acusaciones aparecen en un momento en que Farage podría ser primer ministro británico, y las publicó The Guardian este mes.
Field aseguró a CNN que era muy común ver a Farage haciendo saludos nazis en el liceo, además de marchar como militar mientras lo hacia. Asimismo, recuerda haber visto al entonces adolescente molestar recurrentemente a un niño de 9 años, el único menor afro de su generación, diciéndole “África está en esa dirección. ¿Por qué no te vas a la mierda ahí?”.
Entre otras cosas, Field mencionó que en su escuela, en el sur de Londres, se solía repartir un pequeño libro azul con la lista de todos los alumnos matriculados ese año. Farage solía consultarlo para contar cuántos niños tenían el apellido inglés común “Smith”, y cuántos el apellido indio “Patel”. “Cuando había más Patel que Smith... quemó públicamente el libro de registro escolar en señal de protesta”, contó Field, que recuerda al hoy líder de Reform UK como un “solitario pomposo y aislado que disfrutaba pavoneándose con el uniforme escolar.”

Field también presenció otras cosas cuando fue nombrado “prefecto” en el establecimiento, o sea, un estudiante de último año al que se le confiaba hacer cumplir las normas escolares y servir de modelo a seguir. Farage, que ya era prefecto entonces, se encargó de enseñarle a Field cómo usar sus nuevos poderes. “Me guió a la escuela primaria, donde jugaban los niños más pequeños, y puso a un niño indio en detención sin ningún motivo. No tenía ninguna razón para hacerlo. Me impactó profundamente”, declaró Field a CNN.
Peter Ettedgui, ahora un galardonado director de cine, estuvo en la misma clase que él desde los 13 hasta los 14 años. Dijo que se sentaban en orden alfabético, lo que significaba que el futuro político siempre estaba cerca. “En cuanto supo que era judío, se acabó”, comentó Ettedgui a la cadena de televisión.
“Decía: ‘Hitler tenía razón’, con desprecio y burla. En otras palabras: ‘No deberías estar aquí’”, señaló el director de cine. Farage también decía “gaséenlos”, añadiendo a veces un largo siseo para emular el sonido de una cámara de gas.

Farage ha negado previamente las acusaciones de Field, Ettedgui y sus otros compañeros que acusaron estos comportamientos en The Guardian. En una declaración a CNN, el líder de Reform UK declaró: “Puedo afirmar categóricamente que las historias que se cuentan sobre mí hace 50 años no son ciertas”.
Sin embargo, acusaciones de este tipo se hicieron por primera vez sobre Farage hace más de una década. En 2013, el periodista Michael Crick descubrió una carta de un profesor de inglés en el Dulwich College, oponiéndose a una decisión en 1981 de nombrar prefecto a Farage, de 17 años, por sus “opiniones racistas y neofascistas públicamente profesadas”.
Si algunos pensaron que Farage estaba evadiendo el tema, muchos de sus contemporáneos dicen que simplemente está mintiendo. Field dijo que el racismo del ahora líder de extrema derecha estaba en su “mayor florecimiento” cuando tenía 17 y 18 años y fue nombrado prefecto, no solo cuando empezaba su adolescencia. “Fue cuando tenía un poco de poder y se metía con niños mucho más pequeños”, comentó Field.
“Todos estamos diciendo exactamente lo mismo”, dijo Ettedgui sobre los acusadores. “Ciertamente, para mí, se reduce a algo intensamente personal: no quiero que mi abusador de la escuela se convierta en mi primer ministro”.

No está claro si estas acusaciones harán mella en las esperanzas de Farage de llegar a Downing Street después de las próximas elecciones, que no se celebrarán hasta 2029. Para Sunder Katwala, director de British Future, un grupo de expertos en Londres que investiga la integración, la inmigración y la raza, Farage ha sido capaz de ganar rutinariamente alrededor del 15% de los votos (unos 4 millones de personas) en las elecciones generales y europeas, primero cuando lideró el “Partido de la Independencia de Reino Unido” (UKIP) y luego para el Partido del Brexit, que se convirtió en Reform UK en 2021.
Si bien sus partidarios más acérrimos podrían no desanimarse por las afirmaciones de que Farage era supuestamente un acosador adolescente que usaba insultos racistas en la escuela, convertir a Reform UK de un “partido del 15%” a un “partido del 30%”, uno que potencialmente podría ganar unas elecciones generales, significa atraer a un tipo diferente y moderado de votante, dijo Katwala. Reform UK aún no ha llegado a ese punto, agregó.
Aunque Farage ha intentado desintoxicar la reputación de Reform UK, la última encuesta de YouGov de septiembre reveló que una gran parte del electorado británico blanco considera a la colectividad un partido racista con políticas racistas: un 46% frente a un 36% que estima que el partido, en general, no es racista. Mientras tanto, solo el 13% de los votantes de minorías étnicas tiene una opinión favorable de Farage. Asimismo, ocho de cada 10 lo ven negativamente, según YouGov.
En medio de la polémica, Kishwer Falkner, la directora saliente del organismo de control de igualdad del gobierno británico, dijo que el líder de Reform UK debería disculparse con las personas que aseguran que los atacó en la escuela, incluso si rechaza ser deliberadamente racista.
Cuando Sky News le preguntó sobre los comentarios de Farage, Falkner dijo que se sentía “bastante confundida y perturbada”. “Se da una situación en la que, al leer estas acusaciones en términos de lo que se le atribuye, parece absolutamente espantoso en teoría. Y luego intentas contextualizarlo y piensas: esto fue hace quizás 50 años; ya sabes, los jóvenes dicen todo tipo de cosas en la escuela”, señaló la presidenta de la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos.
Había, sin embargo, dijo, un elemento que no entendía: “Lo único que lamentablemente me confunde de él, y escucho su contextualización de todo esto: ¿por qué no puede simplemente ofrecer una disculpa sin reservas por cualquier angustia?“, dijo Falkner. ”Simplemente no lo entiendo. Me parece que eso sería lo más sincero que se podría decir, si de verdad no es racista", concluyó.
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