Por Fernando FuentesSheinbaum apuesta a alianza con el empresariado para plan de inversiones que frene la caída de la economía mexicana
La mandataria izquierdista se reunió esta semana con el hombre más rico del país, el magnate Carlos Slim, con el objetivo de analizar los principales obstáculos para impulsar la inversión en México.

En enero pasado, frente al “huracán Trump”, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el llamado “Plan México”, una estrategia para lograr inversiones de hasta 277.000 millones de dólares en el país. La hoja de ruta sexenal, que busca frenar la llegada de importaciones asiáticas y aumentar la producción nacional, debía sortear primero los amagos arancelarios de EE.UU. y la revisión del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá).
Las metas sexenales del Plan México son ambiciosas: situar a México entre las 10 primeras economías del mundo; crear 1,5 millones de empleos en manufactura especializada; aumentar en un 15% el contenido nacional en los sectores estratégico; capacitar 150.000 profesionistas y técnicos por año y el acceso a financiamiento a pequeñas y medianas empresas, destacó en enero el diario El País.
Pero 10 meses después, pese a la estrategia de “cabeza fría” frente a Estados Unidos y al Plan México, la economía local muestra marcados signos de debilidad. El Producto Interno Bruto (PIB) del país cayó un 0,3% debido a la baja en la actividad industrial y en el consumo, así como en las inversiones públicas y privadas.
Con estas alertas sobre el tablero, Sheinbaum busca ahora con apuro un plan emergente con el sector privado para reactivar las inversiones mixtas en infraestructura, construcción de vivienda y conectividad.
Acelerando el paso para construir un “gran acuerdo nacional” con el empresariado, la presidenta izquierdista se reunió este lunes con el hombre más rico del país, el magnate mexicano Carlos Slim, en Palacio Nacional. Durante casi tres horas, la mandataria y el dueño de América Móvil desgranaron, a puerta cerrada, los principales obstáculos para impulsar la inversión en el país. A la cita también asistió el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes.
La última vez que Slim se reunió en Palacio Nacional con Sheinbaum fue el 3 de julio, cuando la mandataria y otros empresarios revisaron el Plan México, recordó el diario Milenio. Antes, el 29 de mayo, el magnate y su hijo Carlos Slim Domit acudieron al recinto.
Aunque esta vez Slim se retiró de Palacio Nacional sin dar declaraciones a los medios de comunicación, más tarde Sheinbaum mencionó que hablaron sobre “los buenos pronósticos de la economía en México al cierre de 2025 y para 2026”.
Desde el inicio del sexenio de Sheinbaum, Slim ha manifestado su disposición a colaborar con el gobierno en proyectos de desarrollo económico y reconstrucción, así como en temas de política internacional. En su primer encuentro, el empresario expresó su deseo de que se elimine la pobreza extrema en México: “Ojalá en este sexenio se elimine la pobreza extrema, son alrededor de seis u ocho millones de personas las que dice Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social)”.
Después de conversar con Slim, Sheinbaum se reunió con el director ejecutivo de HSBC, Michael Roberts, y el director general de HSBC México, Jorge Arce. A través de sus redes sociales, el director ejecutivo del banco internacional, Roberts, afirmó, posteriormente, que se abordaron las grandes oportunidades del país latinoamericano. “Conversamos sobre las importantes oportunidades que México tiene por delante: una economía vibrante, con excelente conectividad e integración global y en cómo HSBC puede seguir impulsando el crecimiento de México”, indicó.
A casi 14 meses de haber recibido la presidencia de manos de Manuel Andrés López Obrador, Sheinbaum ha visto convertirse la política económica en el talón de Aquiles de la administración de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional). Sin una reforma fiscal en el horizonte, la bolsa de egresos por 10,1 billones de pesos mexicanos aprobada en el Presupuesto para el próximo año se ha quedado corta y ha forzado a la mandataria a buscar una tercera vía de la mano de la iniciativa privada y que será anunciada el próximo año, de acuerdo con fuentes cercanas a la Presidencia citadas por El País.

Los allegados a Sheinbaum han hecho lo propio en capitales estratégicas del país como Monterrey, en donde se han reunido con agrupaciones empresariales de la construcción y la vivienda con el mismo fin, agrega el periódico.
Según este medio, la estrategia que tiene entre manos el gobierno mexicano perfila la creación de una Ley de Inversiones en Infraestructura para el Bienestar, que la bancada mayoritaria de Morena se dispone a aprobar antes del 15 de diciembre. Mientras, los legisladores y la Secretaría de Hacienda avanzan afinando los detalles con empresarios.
Esta ley derogaría las leyes de asociaciones público-privadas, conocidas como APPs, aprobadas en el gobierno de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Esta legislación permitirá al gobierno, a través de la inversión privada, echar mano de fondos de inversión, ahorros y créditos con el objetivo de activar el plan maestro de Sheinbaum, que ponga en marcha su promesa de llegar a 2030 con el 29% del PIB de inversión en infraestructura.
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