Por cerca de dos horas declaró este viernes Isabel Allende en la Fiscalía de Coquimbo por su rol en la fallida compra por parte del Estado de la casa de calle Guardia Vieja, propiedad de su padre, el expresidente Salvador Allende.

La destituida senadora, que figura como imputada en la causa, realizó un viaje exprés a la región, acompañada de su abogada, Paula Vial. Y su primera declaración -antes había decidido junto a au defensa guardar silencio- se centró en si es que realizó alguna gestión o llamada telefónica para agilizar los trámites de la adquisición del inmueble.

Al llegar a las instalaciones de la Fiscalía, ubicadas a cuadras de la Costanera de Coquimbo y de la Plaza de Armas de la ciudad, Allende Bussi guardó silencio ante el asedio de la prensa. Y tras los casi 120 minutos que duró la diligencia, la abogada Vial emitió un comunicado.

“El día de hoy alrededor del mediodía, la señora Isabel Allende Bussi declaró ante el fiscal Ricardo Soto en el marco de la investigación por la venta de la casa”, señaló la defensora de la parlamentaria.

“En la oportunidad realizó un repaso a su delegación de poderes; al seguimiento de indicaciones gubernamentales para convertir la casa del expresidente Salvador Allende en un museo público”, prosiguió.

La excongresista está siendo investigada por el posible tráfico de influencias y fraude al fisco. Hace un mes y medio el Tribunal Constitucional (TC) la destituyó de su cargo, tras establecer que había vulnerado la prohibición que existe para parlamentarios de celebrar contratos con el Estado.

El persecutor a cargo de la investigación es el fiscal Patricio Cooper.