Prisión preventiva para brigadistas formalizados por incendios que consumieron cerca de 15 mil hectáreas de bosque contiguas al parque Siete Tazas

Según la fiscal jefe de Molina, los imputados buscaban "la obtención de ganancias económicas a fin de tener reconocimientos para ser contratados en otras brigadas y también para recibir el pago de horas extras por el trabajo realizado”.


En el Juzgado de Garantía de Molina se desarrolló este viernes la audiencia de formalización de la investigación en contra de brigadistas forestales privados por su presunta responsabilidad en distintos focos de incendio que consumieron cerca de 15 mil hectáreas de bosque contiguas al Parque Nacional Radal Siete Tazas, en la Región del Maule, entre enero y abril de 2020.

La aparente intencionalidad tras los siniestros era indagada por el Ministerio Público desde febrero de el año pasado. Luego de más de 12 meses de investigación, la fiscal jefe de Molina, Mónica Barrientos, junto a detectives de la Policía de Investigaciones lograron establecer cómo se originaron las llamas y la constante permanencia de integrantes de la brigada de combates de incendios Bravo Charly 5 a escasos metros del origen del fuego.

El Ministerio Público formalizó cargos en contra de siete imputados por el delito de incendio de bosque. Tres imputados quedaron en prisión preventiva, dos bajo arresto domiciliario tras haber colaborado con la investigación y otros dos quedaron sin medidas cautelares.

“Pudimos establecer la participación de los imputados. De los cuales quedaron con prisión preventiva. Dos de ellos con la cautelar de arresto domiciliario total, atendido que el magistrado estimó que concurren circunstancia modificatorias en su favor como es el haber cooperado sustancialmente en el esclarecimiento de estos hechos. Para los otros dos no se solicitó la cautelar de prisión preventiva por parte de la fiscalía toda vez que ellos habían participado en un solo ilícito y habían colaborado en la investigación y por prognosis de pena podían acceder eventualmente a beneficios alternativos al cumplimento de la pena”, explicó la fiscal jefe de Molina Mónica Barrientos.

La persecutora precisó que “se estableció que existe un interés económico detrás de todo esto, lo que hace más deleznable el hecho que ya es reprochable en sí. Puntualmente era la obtención de ganancias económicas a fin de tener reconocimientos para ser contratados en otras brigadas y también para recibir el pago de horas extras por el trabajo realizado”.

Velas y papel con combustible eran los elementos que utilizaban para dar inicio al fuego. En el caso de la vela esto les permitía tener más tiempo para alejarse del lugar y esperar en otro sector el llamado de las torres de vigilancia para acudir a combatir las llamas.

Los imputados arriesgan una pena que va desde los 5 años y un día a 20 años de prisión.

La Corporación Chilena de la Madera se refirió a los hechos por medio de un comunicado en el que condenan la acción de los brigadistas imputados y señalan que “su irresponsabilidad puso en riesgo la vida de personas, y dañó en muchos casos de forma irremediable el patrimonio de bosques y fauna que habitaba en el lugar”.

“El actuar malicioso y condenable de unos pocos no dañará la reputación y credibilidad de los 7 mil brigadistas forestales que laboran día y noche en defensa del bosque, y que con gran vocación de servicio, y a riesgo de su propia integridad, protegen nuestras vidas”, enfatizaron desde Corma.

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