Camarín alemán tras humillar a Brasil: "Es una locura total"

El plantel germano está que no se lo cree, pero apela a la mesura e, incluso, cree que hay cosas por mejorar.




Todo era alegría en el vestuario alemán luego de la histórica goleada 7-1 sobre Brasil, que le dio a la Mannschaft el paso a la final de la Copa del Mundo. La felicidad por el resultado era indescriptible, pero a pesar de lo extraordinario del logro, también hubo un marcado sentimiento de mesura.

"Un poco de humildad también sería muy bueno y tenemos que tener cuidado para seguir concentrados para el domingo. Obviamente vamos a festejar a lo grande esta noche, pero ya mañana tenemos que empezar a concentrarnos en el próximo partido", afirmó el seleccionador Joachim Löw, mientras que el volante Toni Kroos sostuvo en esta misma línea que "somos conscientes del gran partido que hemos hecho, pero ya lo dije después del primer encuentro (4-0 ante Portugal): estamos aquí para ser campeones y aún nos queda un partido muy difícil por delante".

"El ambiente en el vestuario era obviamente muy bueno, pero nos queda un partido por ganar", insistió el futbolista del Bayern Munich, quien piensa que el plantel podrá olvidar rápido la victoria en Belo Horizonte para centrarse en la final de Río de Janeiro, el domingo.  "No es difícil. El equipo es muy consciente de que quiere ser campeón, y hasta ahora nadie ha sido campeón en semifinales", agregó.

Pese a lo impresionante del marcador, hubo voces críticas en la selección alemana. Una de ellas fue la del defensa Mats Hummels, quien se mostró contento, pero piensa que aún falta por progresar: "Hay que mejorar aún más. Las grandes emociones vienen después del partido. Ahora trataremos de que el domingo nuestro gran sueño se haga realidad".

Por otra parte, Löw confesó que el ambiente generado por la lesión de Neymar les jugó a favor. "Era importante administrar con calma esa pasión y emoción, con valor y con  nuestra fortaleza", explicó.

Luego añadió que, en ese contexto, "ellos quedaron conmocionados con nuestros goles y eso hizo el partido más  fácil para nosotros. Todo el mundo hizo el trabajo de manera increíblemente bien y con concentración total. Jugamos bien en ataque, con combinaciones soberbias".

Asimismo, Thomas Müller, autor del primer tanto, se mostró sorprendido por lo ocurrido. "Esto no estaba previsto. Honestamente no sé qué decir, no me lo puedo creer. Es una locura total", indicó, para luego comentar que   "ahora tenemos que recuperarnos una vez más, tenemos que luchar para lograr el título".

En tanto, en Alemania la locura se apoderó de los millones de fanáticos que salieron a festejar a las calles hasta altas horas de la madrugada. La puerta de Brandeburgo, en Berlín, fue el principal centro de celebraciones de los fanáticos, que ahora se ilusionan con la corona, esquiva desde Italia 90.

El jolgorio también contagió a las autoridades. De hecho, la canciller Angela Merkel reacomodaría su agenda para acudir al Maracaná con la finalidad de acompañar a su selección. El domingo, Merkel tenía contemplada una reunión con el nuevo primer ministro indio, Narendra Modi, en Nueva Delhi, encuentro que no se llevaría a cabo.

Incluso, se le ofreció al líder de la inmensa nación asiática acompañar a su par alemana a la final del Mundial, pero rechazó la invitación, pues no es un aficionado del fútbol, sino que, como es común en su país, es un ferviente seguidor del cricket.

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