Dos de los integrantes del colectivo de arquitectura Supersudaca, los chilenos Juan Pablo Corvalán y Gabriel Vergara, dieron forma a una casa que avanza sobre los viñedos del Valle de Pencahue como una nave levitando. Su conexión a tierra: una rampa que recorre toda la construcción con diferentes alturas y pendientes.

Se dice que parece una nave, que sus líneas se han inspirado en los cerros, que forma parte del legado arquitectónico de Le Corbusier, Mies Van der Rohe, Plot, Rem Koolhaas, e incluso del chileno Smiljan Radic. Que levita sobre el valle de Pencahue para asimilar tanto el paisaje del Valle Central de Chile como el mestizaje propio de nuestra raza. Lo cierto es que "Kiltro", así fue llamada esta vivienda unifamiliar por su resultado, es "un mix, un diseño bastardo, una fusión como un perro mestizo. Como se dice en Chile: un kiltro. Como primera obra, la casa Kiltro, más que la repetición de un sólo modelo pre-existente, tiende a ser una declaración de principios de cómo poder aspirar a realizar otro modo de arquitectura en Latinoamérica", explican sus creadores, Juan Pablo Corvalán y Gabriel Vergara, miembros de Supersudaca, "un grupo latinoamericano que desafía y redefine la arquitectura, que tiene su núcleo chileno con nosotros: Supersudaka" (la oficina chilena se diferencia por la K en su nombre).

Cuando hablamos de la Casa Kiltro las analogías son interminables, así también los elogios.

Hace un par de meses la revista británica Icon incluyó a Supersudaca en la lista 20/20 entre los arquitectos y diseñadores que redefinen su quehacer: "people who are making the future". Pero no sólo eso, luego la publicación lanzó una encuesta por internet en su blog donde salieron en primer lugar por votación del público. Anteriormente, la editorial Grupo Vía los seleccionó para formar parte de la segunda versión de la publicación de oficinas emergentes de Europa y América, 44 Young Architects 2008.

LA CASA
Emplazada a tan solo 10 minutos de Talca, la casa Kiltro se integra tanto a una incipiente suburbanización en el valle de Pencahue como a una marcada ruralidad. En ese contexto dialoga con un paisaje integrado por valles y viñedos, en el que Corvalán y Vergara aseguran hallar una fuente de inspiración.

En el sector, la tranquilidad, aislamiento y las vistas marcan esta parcela de agrado de 5.000 m cultivada con olivos y especies nativas. Por ello, los arquitectos de Supersudaka consideraron las características propias del terreno como parte del diseño. Esta elección fue el punto de partida que determinó proponer "más que una casa conmirador, unmirador como casa", destaca Juan Pablo.

La vivienda, por un lado, se ejecutó a partir de una quinta fachada -la principal-, un techo caminable que permite contemplar en 360º el valle y por otro lado, organizar los recintos como un recorrido de doble circulación. "Sí, tal cual como se encadenan las casas chilenas tradicionales del Valle Central. Curiosamente, a pesar de su apariencia audaz, la vivienda retoma aspectos tradicionales como patio recintos continuos, pero de forma sintética y dosificada en relación a las vistas al valle", concluye Gabriel Vergara.