Histórico

Lecciones del Indice de Solidaridad

<div>Es clave enseñar valores como la empatía con la pobreza, el sentimiento de identidad nacional y religiosa o el sentido de responsabilidad. </div><div><br></div>

ESTE AÑO, la capacidad de nuestro país para reaccionar frente a la adversidad ha sido puesta a prueba como pocas veces en nuestra historia. El devastador terremoto de febrero y el drama de los 33 mineros evidenciaron nuestra fragilidad y, al mismo tiempo, nos demostraron la condición profundamente interdependiente de nuestra existencia. Pero también hemos sido testigos de lo mejor de nuestra capacidad solidaria  a través de acciones espontáneas u organizadas de ayuda a víctimas y damnificados. Esas conductas positivas nos han provocado un legítimo sentimiento de orgullo patrio,  pero la solidaridad no siempre emerge cuando la necesitamos.

En este contexto, y ante una invitación del Hogar de Cristo, nuestra Universidad, a través del Centro de Medición de la Escuela de Psicología (MIDE UC), decidió asumir el desafío de estudiar esas conductas y desarrolló el Índice de Solidaridad. Con él esperamos monitorear las actitudes de ayuda e identificar los factores que las estimulan o inhiben.

En su segundo año, el índice fue de 3,3 (en una escala de 0 a 10, donde 10 es la máxima expresión de solidaridad). La conducta más frecuente es la donación de dinero (6,0) y muy por debajo se ubican la donación de objetos materiales (2,1) y de tiempo personal (2,0), conductas que requieren de instituciones que las canalicen adecuadamente.

También me parece importante destacar que el 58% de los chilenos cree que la pobreza sigue siendo el mayor problema del país y que las personas atribuyen su origen  tanto a factores externos (sociales) como internos (psicológicos).  El 60% piensa que se debe al escaso acceso a una mejor educación y 49% porque se les discrimina socialmente. Entre los factores internos destaca que 55,6% de los encuestados percibe que los pobres no superan su condición por el abuso del alcohol y drogas o porque malgastan sus recursos económicos (48%). Finalmente, 47% atribuye este problema a la falta de esfuerzo e incluso 28% cree que las personas que nacieron pobres lo seguirán siendo.

El Indice de Solidaridad muestra  que en Chile hay un espacio significativo para mejorar. Los resultados revelan que es clave destacar la importancia de enseñar valores humanos fundamentales como la empatía con la pobreza (aprender a ponerse en el lugar del otro), el sentimiento de identidad  nacional y religiosa (ambos factores nos hacen ser más solidarios), el sentido de responsabilidad y el contacto y amistad con personas de otra condición socioeconómica.  En el desarrollo de estas actitudes tienen un papel fundamental la familia y la educación, tanto escolar como universitaria. Sólo tomando conciencia de ello podremos cambiar percepciones erradas en nuestros niños y jóvenes y conseguir que la entrega personal  tenga una mayor importancia dentro de las actitudes solidarias

Confiamos que el análisis y discusión de los resultados de este índice entreguen pistas para promover respuestas positivas ante la adversidad y sufrimiento de los demás. La solidaridad solidifica los vínculos entre las personas y promueve sentimientos de confianza que son la base de una sociedad que quiere avanzar hacia un desarrollo integral con mayor inclusión.

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

No sigas informándote a medias 🔍

Accede al análisis y contexto que marca la diferenciaNUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mes SUSCRÍBETE