Tras arriesgar una pena aflictiva que pudo llegar a presidio perpetuo calificado, es decir, 40 años de cárcel sin beneficios intrapenitenciario, la Fiscalía Local de Antofagasta se abrió a la posibilidad de que la mujer que asesinó a sus dos hijas en abril de 2007 sea declarada inimputable, debido a que el parricidio lo habría realizado en momento de crisis mental.

Esta es la tesis que desde el principio baraja la Defensoría Penal Pública que defiende a Ingrid Vanessa Hernández Corona (31), quien era dueña de casa y que se encuentra en prisión preventiva en el Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) Femenino de la capital regional, y que estuvo por más de un mes en el siquiátrico tras intentar suicidarse luego de cometer el delito.

La mujer sofocó con una almohada a Kanela Isabel Meneses Hernández, de 2 años y 10 meses, y degolló a su hija mayor Karin Gabriela (10), quien intentó con sus manos defenderse de los ataques de su progenitora, siendo hallada con cinco cortes en el cuello. La menor falleció por anemia aguda por degollamiento.

Tras iniciar la preparación de juicio oral, ambos organismos están de acuerdo en que la mujer actuó en un estado que le impidió tener conciencia de lo que cometía, situación que afirma el defensor regional, Pedro Casanova, "impide fijarle un reproche penal de su culpabilidad".

"La situación procesal de Ingrid ya no está en discusión", dice Casanova. Sin embargo, la discusión entre la fiscalía y la defensoría se centrará en su situación penal posterior al juicio oral.

SEPARACIÓN SERÍA CAUSA
Mientras el fiscal Rodrigo Cussó solicitará la internación en un centro siquiátrico de por vida, el defensor, José Mario Fuentealba, considera que puede reinsertarse con apoyo siquiátrico en la sociedad, lo que le permitiría conectarse con sus recuerdos y recuperar la vida que llevaba antes de cometer el delito.

La defensoría estima que la petición fiscal "excede todo límite". No obstante, quienes tendrán que decidir el destino de la mujer será el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, que iniciará juicio oral antes de dos meses.

La mujer habría procedido a asesinar a sus hijas, motivada por una reciente separación con su esposo y padre de las niñas, de iniciales P.D.M.F .(32), quien se habría ido de la casa, ubicada con el número 27, en el condominio Miñio, al norte de Antofagasta, donde ocurrió el parricidio, el 27 de abril de 2007.

Trascendió que la mujer el día anterior al hecho habría recibido una llamada telefónica de su esposo, quien le habría señalado que no volvería a la casa, puesto que tenía otra pareja, y ya no deseaba estar con ella.