Hace un año, en la anterior versión del Festival de Viña del Mar, Holger Roost-Macías, asesor estratégico de Chilevisión y quien ha funcionado desde 2015 como una especie de director de programación, estuvo las seis noches presente en el switch (sala de dirección) supervisando que todo saliera bien. La semana pasada, en cambio, su presencia en la Quinta Vergara fue más bien fugaz, porque se dejó ver ante el equipo de dirección y producción solo un par de veces.

En 2016, el asesor alemán y Francisco Mandiola, ex director ejecutivo de la señal del Grupo Turner, estaban debutando en el Festival y era habitual verlos cada noche, aunque de forma distinta, en el recinto viñamarino. Mientras Roost-Macías estaba detrás de cámaras muy cerca de los movimientos de Alex Hernández, director televisivo y general del certamen, Mandiola hacía las gestiones propias de su cargo, como aparecer junto a la alcaldesa desde el palco en cada jornada. Este año, fue Jorge Carey, el nuevo presidente ejecutivo de CHV, quien tomó ese rol, y el que le dio un tono solidario a la versión número 58 del Festival de Viña para ayudar a los damnificados de los incendios.

Este año, Mandiola fue al Festival solo como espectador la noche anglo.

La poca presencia de Roost-Macías en el evento musical se explicaría porque durante 2016 el alemán habría tenido más de una diferencia de opinión con el equipo organizador, lo que lo terminó alejando cada vez más. Aquello también se dio con otros equipos de producción del canal.

Roost-Macías dejará la señal antes de que finalice este mes, y lo hará cuando CHV tenga listo un nuevo director de programación.