Rusia despidió con un espectacular funeral al patriarca Alexis II, que dirigió la recuperación de la dominante iglesia ortodoxa rusa tras décadas de opresión durante la era comunista.

Creyentes, monjas y funcionarios rezaron en la abarrotada catedral de Cristo El Salvador durante el funeral de seis horas para el patriarca, que murió el viernes a los 79 años.

Hpy fue sepultado en la catedral Epifanía al otro lado de la ciudad, en una ceremonia a la que no tuvo acceso el público o los medios de comunicación, según fuentes eclesiásticas.

Alexis II fue escogido patriarca en 1990, un año antes del colapso de la Unión Soviética, y diseñó el poderoso crecimiento de la iglesia ortodoxa y la renovación de su alianza con el estado ruso.

Aproximadamente dos tercios de los 142 millones de rusos son ortodoxos, pero la iglesia también tiene feligreses en varias ex repúblicas soviéticas. Su número de centros de culto ha pasado de ser menos de siete mil en 1988 a casi 30 mil ahora, según las mismas fuentes.

"Estamos enterrando a un gran hombre, a un gran hijo de nuestra nación, a una hermosa fruta sagrada cultivada por nuestra iglesia rusa", dijo el reverendo Dmitry Smirnov, un arcipreste de Moscú, durante el funeral, que fue televisado. "Nuestra nación se ha quedado huérfana", añadió.

El funeral del martes ocurrió después de tres días en los que 80 mil rusos esperaron durante horas en fila fuera de la catedral para presentar sus respetos al cuerpo del patriarca.

Alexis II yacía en la catedral cercana al Kremlin en un ataúd abierto rodeado de flores y velas con su rostro cubierto en un pañuelo bordado en blanco y oro.

La ceremonia fue dirigida por el metropolitano Cirilo, el sustituto temporal del patriarca. El presidente ruso Dmitry Medvedev y el primer ministro Vladimir Putin acudieron a la ceremonia con sus esposas, acercándose al ataúd, haciendo la señal de la cruz e inclinándose para besar el cuerpo cubierto del patriarca.