SEÑOR DIRECTOR:

Ya es 12 de septiembre del año 2023.

Para algunos, el 11 es una fecha de inmenso dolor, del inicio de un período oscuro y criminal; para otros, una fecha en que Chile se salvó de la pérdida definitiva de sus propias vidas, de la libertad y el Estado de Derecho.

Y nos toca aprender. Del fracaso de la política para mantener la democracia. Del fracaso de la sociedad para defender la vida y la integridad moral y física de nuestros compatriotas. Del costo para cada uno de nosotros de la pérdida de la paz.

Desmoraliza ver cómo las nuevas generaciones de la política siguen intentando dividir a los chilenos entre buenos y malos.

Hoy, en adelante, es el tiempo de la unidad nacional en consensos mínimos:

Sabemos dolorosamente que el respeto a los derechos del hombre y al Estado de Derecho es esencial y debe estar alojado en el corazón de cada uno de nosotros. Por tantos chilenos, muertos, desaparecidos, torturados y exiliados, y por la unidad de Chile tan quebrada y dañada.

También sabemos ya que la democracia como sistema de gobierno no debe quebrarse nunca más y para ello la política debe contar con mecanismos eficientes y, principalmente, de políticos que se traten como adversarios y no como enemigos, con sus diferencias legítimas, pero siempre apegados al Estado de Derecho y con vocación de paz y prosperidad social.

Tenía 9 años para el Golpe. Yo al menos estoy dispuesto como joven de los 80 que fui marcado por las muertes de José Manuel Parada, Santiago Nattino y Manuel Guerrero, horriblemente asesinados cuando era universitario, a pedir perdón por mis omisiones, y aquí y ahora lo hago.

Nuestro pasado no cambiará. Pero nuestra decisión de defensa irrestricta de los valores de la vida, la libertad y el Estado de Derecho, pueden hacer la diferencia.

Pedro Vial V.

Abogado