Buenas noticias, pero a no bajar la guardia



SEÑOR DIRECTOR:

A partir del 1 de octubre próximo, y luego de dos años y seis meses de medidas restrictivas obligatorias para prevenir la infección por Covid-19, dejará de ser obligatorio el uso de mascarillas, excepto en los centros de salud. Tampoco será necesario el pase de movilidad. Sin duda, buenas noticias, ya que estas medidas informadas por la autoridad sanitaria se producen cuando las infecciones por Covid-19, y sobre todo la enfermedad grave y los fallecimientos por este virus, se encuentran en un nivel bajo de manera sostenida.

Esta apertura es posible porque la mayoría de la población chilena tiene un grado de protección o inmunidad contra el Covid-19 gracias a la vacunación, a una infección previa, o a ambas. La inmunidad, junto con la disponibilidad de pruebas diagnósticas y tratamientos de apoyo, ha reducido considerablemente el riesgo de enfermar y de hacerlo gravemente.

Sin embargo, esto no quiere decir que podamos bajar la guardia justo cuando “se vislumbra el final de la pandemia”, como dijo el director de la OMS el 14 de septiembre. Es momento de redoblar el paso para llegar a la meta, y cada persona entender su posible riesgo en cada situación, como protegerse a sí mismas y a los demás, qué decisiones tomar si están expuestas al Covid-19, y qué medidas tomar si se enferman o tienen un resultado positivo en una prueba.

La mascarilla ha sido muy eficaz en la prevención y es recomendable mantener su uso en situaciones de aglomeración de personas, y en quienes tienen enfermedades respiratorias crónicas o agudas, u otras condiciones de mayor vulnerabilidad frente al virus, como inmunodepresión, obesidad, o ser adulto mayor.

El covid-19 sigue circulando a nivel mundial y en el país, pero hoy estamos en mejores condiciones para protegernos y llegar a un punto en que no altere nuestro diario vivir.

Cecilia Sepúlveda C.

Profesora emérita U. de Chile

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