SEÑOR DIRECTOR:
La Ley 21.561 introduce importantes cambios para las personas trabajadoras de nuestro país, principalmente la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales. Si bien la reducción es gradual, en la actualidad ya muchas empresas están rebajando sus jornadas a 40 horas o incluso menos.
Pero no tan solo la reducción de jornada se contempla en la ley, sino que también cambios tales como distribución de la jornada en cuatro días de trabajo por tres de descanso; la compensación de horas de trabajo extraordinarias por días de descanso adicionales; el establecimiento del derecho a exigir la implementación de bandas horarias para los trabajadores y trabajadoras que tengan niños y niñas bajo su cuidado; y precisar las causales de exclusión de limitaciones de jornada laboral.
Medidas de esta naturaleza no solo favorecen a los trabajadores, sino que también a las empresas, toda vez que en palabras de expertos estas normas “aumentan la productividad, se reduce el desempleo tecnológico y se disminuye la desigualdad”. Esta iniciativa también puede tener un impacto positivo en la salud mental de los trabajadores, lo que en definitiva conlleva a la diminución de licencias médicas.
Si bien las medidas implementadas por esta ley son indiscutiblemente mejoras para los trabajadores, estas deben ser aplicadas de forma paulatina para que las empresas tengan el tiempo de adaptarse, así como también deben ir acompañadas de medidas para aumentar la eficiencia durante la nueva jornada laboral, como la automatización del trabajo, capacitación a los trabajadores y efectuar gestiones para mejorar los tiempos de trabajo, lo que implica un esfuerzo conjunto entre trabajadores y empleadores.
María Victoria León
Ciudadanía Legal
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